Chacras y casas afectadas en Cipolletti y Fernández Oro

En la zona de las dos balsas, la situación es insostenible

CIPOLLETTI (AC) – Al igual que en amplias zonas del Alto Valle, las chacras ribereñas y los asentamientos poblacionales periféricos de Cipolletti y de Fernández Oro están sintiendo con rigor la fuerza de la crecida de los ríos.

En los barrios La Costa Norte, La Costa Sur y Labraña -en una línea que empieza unos mil metros al noroeste de los puentes, y se extiende a unos 800 metros antes de la confluencia- unas 50 familias estaban soportando ayer el agua en el interior de sus casas algunas, y otras en el límite del patio.

No hay evacuados oficiales porque la gente ha dejado sus casas -algunas bastante precarias- y ha ido a lo de familiares o amigos. Y vuelven a toda hora para cuidar sus pertenencias.

-¿No están cansados de vivir acosados por el agua, todos los años?, preguntó «Río Negro».

-¿Y qué quiere que haga?. No tengo dónde ir. Para colmo no nos traen el nylon que nos prometieron. Sí trajeron tierra. Pero queremos comida y algunas cosas.

La respuesta de Marta, sufrida, con tres chicos al lado y con una pala en la mano haciendo un caminito, era la síntesis de lo que pensaba la mayoría en el área costera cerca de los puentes. Y en las chacras el panorama era similar. Los productores sentían desamparo, porque aparte de no haber cobrado el fondo solidario prometido debían lidiar con el agua.

En la Isla Jordán, ya hacia las colonias María Elvira y Marconetti, los chacareros hacían malabares para llegar hasta peones rurales y puesteros y ayudarlos en la emergencia, transitando con tractores y «chatas» en un mar de agua en medio de sus chacras.

En el barrio Isla 10 de Fernández Oro el municipio estaba trabajando, pero para proteger algunas viviendas, porque el agua había invadido calles y varias familias debieron ser evacuadas.

Si sigue aumentando el Limay podría quedar aislada la población cipoleña de Rincón de Las Perlas, porque se tornaría más peligroso aún el cruce con el gomón porque la balsa sigue inoperable. En otro sector de Rincón, en adyacencias a Santa Marta, el agua estaba superando el alto nivel de la costa e ingresando a tierra firme, según confirmó anoche el vecino Uranga.

En Isla Jordán tampoco funciona la balsa. Cuando hay una emergencia, una persona agita una ropa o un pañuelo blanco como «aviso», porque no hay radio, y del lado cipoleño va un bote de bomberos para trasladar al paciente o al accidentado.


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