Charly emocionado en Israel

Dio un recital ante más de 4.000 personas.

Gentileza “Clarín”

Charly García se acercó al Muro de los Lamentos con su tradicional logo de Say No More bordado en el kipá.

Deslumbró a más de cuatro mil personas. Pero sobre todo se emocionó él. En su gira por Israel, Charly García no sólo hizo que lo ovacionaran durante dos horas quienes fueron a verlo al Anfiteatro Cesarea, sino que él mismo lloró frente al Muro de los Lamentos y fue además distinguido como embajador de la Paz por la Juventud por el Centro Shimon Peres.

“Fue el lugar más alejado al que llegué en toda mi carrera para tocar, y la verdad es que me partió la cabeza, la onda de la gente, la emoción de los argentinos que viven acá, los lugares (…) una cosa es cómo te lo imaginás, y otra es cómo lo vivís. No te das cuenta hasta que no ves a tanta gente junta llorando en Israel cuando tocás el Himno, o Canción para mi muerte. Eso me conmovió muchísimo”, dijo el propio Charly al diario “Clarín”.

Pero su emoción llegó sobre todo cuando fue al Muro de los Lamentos. “Me movilizó la energía que tiene ese Muro, es algo que la gente que no lo vive no lo puede entender porque a cada persona le pega de modo único, y a mí me pasó algo que no me había ocurrido jamás en mi vida”, confesó el artista.

Pero lo más llamativo del caso fue que Charly quiso llevar su propio kipá con el logo de Say No More, que tiene algún parecido con una esvástica. ‘Say no more’ (No digas más) es una frase tomada de una película de los Beatles con la que Charly García se identificó. La reminiscencia que el logo o su uso en un brazalete puede tener con el nazismo, podía resultar claramente ofensiva, aunque Charly siempre explicó que el logo es justamente un grito que dice todo lo contrario: no al fascismo, no al nazismo.

El cantante aseguró que al principio tuvo miedo de ir a Israel. Pero luego, su concepto cambió. “Por televisión, en la Argentina se ve sólo lo malo, que es lo mismo que pasa con la Argentina, con cosas que se ven desde afuera y después cuando mirás más de cerca te das cuenta que no son tan así”.

Recibir el premio del centro Shimon Peres fue lo que lo hizo viajar. “Fue una de las razones que me hicieron sentir unas ganas tremendas de venir. Recibir un premio siempre es importante, porque es un reconocimiento que tiene que ver con las letras, con la historia musical de uno, y eso es siempre un orgullo. Más todavía si tiene que ver con los derechos humanos”. (Agencias)


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