Chávez multiplica su fuerza militar con reservistas
NESTOR ROJAS
DPA
A medida que crece y toma calor la retórica antiestadounidense en Venezuela, se multiplican los campos de entrenamiento militar para reservistas que escuchan del presidente Hugo Chávez conceptos como la defensa integral de la nación y guerra asimétrica.
Para antes de que termine marzo, el gobierno habrá creado en cinco meses 22 batallones de reservistas en todo el país, tres de ellos estacionados en Caracas, con los que espera fortalecer el sector castrense venezolano.
Pero los planes militares no se quedan ahí porque está en marcha la formación de la llamada Guardia Territorial, a la que por ley deberán incorporarse los civiles a la hora de un Estado de emergencia y que algunos jefes castrenses afirman que tendrá la tarea de «resistencia» a una invasión.
Chávez ha dicho que aspira a la formación en un corto plazo de una fuerza de dos millones de reservistas, lo que superaría abrumadoramente a la Fuerza Armada regular, cuyo número de efectivos es inferior a los 100.000.
Uno de los asesores militares del presidente, el general Melvin López, afirmó que para comienzos de este año ya había un millón de personas inscritas en las unidades de reservistas, las cuales están entrenando por etapas. La cifra es puesta en duda por analistas independientes, ya que ese número requeriría de montos multimillonarios en equipamiento, alimentación, movilización y entrenamiento, además de los planes oficiales para darles ayudas económicas.
La movilización de reservistas es permanente hacia las guarniciones militares que están bajo el comando nacional de Reserva y Movilización Popular, cuyo jefe es el general Julio Quintero Viloria.
La primera identificación con la cual son dotados los reservistas es el uniforme militar verde de nuevo diseño, que el gobierno bautizó con el nombre de «patriota». Fuentes castrenses dijeron que los entrenamientos por etapas se están haciendo por ahora en instalaciones militares, pero que podrían utilizarse luego otros escenarios más cercanos a las áreas civiles cuando comience a movilizarse la Guardia Territorial. La Reserva Militar y la Guardia Territorial forman parte de la recién aprobada Ley Orgánica de la Fuerza Armada, la que fue seguida por la redacción del nuevo pensamiento militar que admite conceptos como el carácter «antiimperialista» de la institución castrense.
En un encuentro con corresponsales extranjeros, el general Alberto Muller Rojas, quien regresó a las filas militares activas después de un retiro de 20 años, afirmó que el número de reservistas alcanza una «cifra respetable» y que están presentes en todos los municipios del país en una «situación de entrenamiento». Muller dijo que no será fácil armar a todos los reservistas, pero que están siendo entrenados para lo que calificó como una guerra «primitiva», donde hasta la piedras servirán para la resistencia en defensa de la soberanía. «En este tipo de guerra son más efectivas las cerbatanas y el curare (veneno utilizado por los indígenas) que un fusil», dijo y agregó que esas cosas (los entrenamientos) «no se muestran».
Muller forma parte del Estado Mayor Presidencial que asesora al mandatario en materia militar de alta jerarquía. Estima poco probable una invasión de Estados Unidos, aunque sostiene que hay que prestar atención a la historia de las intervenciones norteamericanas en América Latina. «Ni un solo soldado venezolano ha salido fuera de las fronteras a atacar a nadie y eso es un orgullo de los militares, pero defendernos sí es posible, y ahí aparece el concepto de guerra prolongada como en Vietnam. La mejor defensa en una situación asimétrica (fuerzas de diferentes tamaños) es la guerra primitiva, usando hasta las piedras. Ahí sí tenemos experiencia», dijo.
En reiteradas oportunidades, Chávez ha denunciado que Estados Unidos prepara una invasión a Venezuela para apoderarse de los campos petroleros, advirtiendo que no será tarea fácil porque los soldados se irán a la montaña a practicar una guerra de guerrillas.
En una retórica que sube cada vez más de tono, acusó en su más reciente programa «Aló presidente» al mandatario George W. Bush de ser un «cobarde» por enviar las tropas a Irak y amenazar con una operación contra Venezuela. Muchos se preguntan cuándo y cómo responderá Bush a la metralla verbal de Chávez, que entre otros epítetos incluyen «borracho» y «ridículo». Algunos analistas sostienen que Bush no responderá por la necesidad que tiene del petróleo venezolano.
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