China frena las compras de frutas y complica al comercio mundial

El gigante asiático está aplicando normas de seguridad sanitarias preventivas, por el coronavirus, que comienzan a golpear a sus importaciones. Muchos países del hemisferio sur ya planean reorientar su oferta exportable hacia otros destinos. No esta claro como puede reaccionar el mercado.

Las cerezas chilenas, uno de los productos más afectados.

Miles de contenedores de cerezas provenientes principalmente de Chile y, en menor medida, de la Argentina, que tenían destino final los mercados chinos se encuentran inmovilizados en los puertos de salida producto de la crisis que está generando el coronavirus.

Según datos del sector privado cerca de 3.000 contenedores chilenos con distintas especies de frutas, entre los que están varados y los que están navegando en ultramar, estarían afectados por las normas de seguridad sanitarias preventivas -por el coronavirus- que comienza a aplicar el gigante asiático sobre la importación de sus productos.

En Chubut y Santa Cruz hay unos 30 contenedores con cerezas que no han podido salir rumbo a China por esta misma causa. Empresarios regionales, consultados por el tema, aseguraron que por ahora las cerezas de la norpatagonia no estarían siendo afectadas por estos controles ya que la mayoría de las cargas partieron hace un par de semanas.  

Los principales puertos chinos estaban moviendo la semana pasada unos 300 contenedores diarios. Hoy ese volumen se desplomó a 30 contenedores cada 24 horas. Las expectativas están puestas en la regularización de esta situación, pero nadir puede asegurar nada. El ministro de Agricultura de Chile, Antonio Walker, afirmó que “tenemos 1.500 contenedores en los puertos de China, fundamentalmente cerezas. Ya se había vendido el 80 por ciento de la producción, pero también hay algo de nectarines, ciruelas y arándanos y en el agua van más de 1.300 contenedores”, según consignó el funcionario.

Sin embargo, Walker intentó desdramatizar la situación asegurando que “muchas empresas están viendo la posibilidad de redireccionar esa fruta hacia otros mercados internacionales, pero también del sudeste asiático”.

Preocupación

Muchos son los países del hemisferio sur que están evaluando reorientar su oferta exportable de fruta ante un posible quiebre en los equilibrios del mercado. China es un jugador importante y un cierre parcial de sus fronteras puede generar un caos importante en el comercio internacional.

De acuerdo con la información publicada por la Aduana de China, al cierre del periodo 2018, Chile se ubicó como el principal país proveedor de frutas frescas de ese país, en términos de valor de las exportaciones, sobrepasando a países como Tailandia, Filipinas, Vietnam y Nueva Zelanda, entre otros. La información destaca que las importaciones totales de frutas frescas realizadas por China en 2018 alcanzaron un total de 6.900 millones de dólares, liderada por Chile con ventas por 1.700 millones de dólares.

Mucha será la oferta que podría ser reorientada hacia otros mercados.

China importó el año pasado cerca de 4,5 millones de toneladas de fruta, el equivalente a cuatro cosechas de peras y manzanas del Valle de Río Negro y Neuquén. La mayor parte de las exportaciones de pomáceas que llegan a este gigante asiático de terceros países se concentra en los envíos de Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y Estados Unidos. De cerrarse el mercado chino para el ingreso de esta fruta, la mayor parte se reorientará a Europa y Rusia generando seguramente problemas de sobreoferta en cada uno de estos destinos, que es donde la pera y manzana argentina también llega.


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