Chinchillas: una alternativa para Conesa
Faltan líneas de crédito para la actividad.
GRAL. CONESA (ACO).- «La cría de chinchillas es una producción con futuro», dicen quienes se dedican a esta actividad en Conesa desde hace tres años.
En esta localidad hay ocho criaderos. Pero por tratarse de una actividad que necesita inversión, la mayoría está al límite de su capacidad, y la ayuda provincial o nacional por ahora no aparece.
Alfredo Mustafá, uno de los productores, necesita 25 mil pesos para ampliar el criadero, pero hasta ahora no consigue crédito. El galpón donde cría ya no tiene capacidad para más jaulas. Si no consigue ampliar, deberá parar la reproducción. Mientras tanto algunos se permiten soñar, y dicen que si se lograra darle valor agregado, la actividad podría ser revolucionaria.
En un galpón al fondo de su casa, Alfredo tiene más de 300 animales, organizados por familia. Cada jaula tiene colgada una chapa donde se registran las fechas de las pariciones que se dan cada 111 días. Cada hembra, al menos en esta zona, tiene un promedio de tres crías por hembra por año.
Cabe acotar que suelen tener hasta tres en una sola parición, y si no se lo impiden, vuelve a la actividad sexual el mismo día del parto. «El promedio de mi criadero en el 2004 fue de cinco gazapos y medio por madre en el año aunque el promedio general del resto es de de tres y medio gazapos por hembra por año» ilustra Mustafá.
En un cuaderno registra los datos de la madre y del padre, la cantidad de gazapos con su número de identificación, y la fecha exacta en que deben ser destetados. También llevan los registros de desparasitación y de cualquier novedad que se vaya pro- duciendo.
Para poder mantenerse en actividad, Mustafá y algunos otros productores, se las han ingeniado para bajar algunos costos. Se fabrican sus propias jaulas comprando sólo los insumos, y dedicándole largas y pacientes horas a cortar y soldar alambre por alambre con una soldadora de punto que compraron en conjunto. Lo mismo hacen con las estructuras que sostienen las jaulas. «Así, sólo en las jaulas uno se ahorra 8 pesos, y hay que tener en cuenta que es una jaula por animal. Calculen el ahorro en 300 animales que tengo hoy. También salgo a buscar hierros tirados para reciclarlos y hacer las bases para las jaulas. Eso también es ahorro ya que si hay que comprarla cuesta alrededor de 50 pesos» señala.
El crecimiento del capital en reproductores es rápido, aunque las ganancias no aparecen sino después de las 300 madres en reproducción, conclusión a la que llegan después de la experiencia de estos tres años. Actualmente van vendiendo algunas chinchillas para financiar el funcionamiento, aunque así, el crecimiento aminora su ritmo y, según Mustafá, se trabaja a pérdida hasta llegar al piso de las 300 madres.
El sueño de Alfredo Mustafá es darle valor agregado. «Es que cada piel se vende a un valor de alrededor de 30 dólares, mientras que un tapado cuesta 50 mil dólares. Hagamos la cuenta. Un tapado se hace con 200 pieles, es decir 6 mil dólares. Es decir nos estamos perdiendo de ganar 43 mil dólares por cada pieza» termina razonando.
Costos a tener en cuenta
Para iniciarse en esta actividad, hace falta una familia de chinchillas compuesta por un macho y 4 hembras, que se consiguen en el mercado por un valor aproximado a los 3.500 pesos. Cada animal come diariamente 3 gramos de cereales y 30 gramos de balanceado por día y ocupa en forma exclusiva una jaula que cuesta alrededor de 45 pesos, a lo que debe sumarse una bandeja (que es el piso de la jaula) y un»comedero» que se consigue por unos 20 pesos.
También es necesario ponerle viruta en el piso y mantener los rangos de temperatura, que no deben ser menores a los 12 grados en invierno para que los recién nacidos no mueran. En verano el gran enemigo es el calor, por lo que se debe contar con un aire acondicionado para mantener la temperatura que no debe excederse de los 20 grados.
Cada jaula cuenta con un «chupete» conectado a una manguera, donde sacian sus necesidades de agua los animales. El costo de estos elementos es de alrededor de 2,50 pesos por cada animal.
La ración de comida se deposita a la mañana y a la noche con una medida exacta para aprovechar los recursos al máximo, y tener un pleno control de los costos. «Una bolsa de 40 kilos de alimento me dura cinco días y a eso hay que sumarle la luz, el gas y mano de obra dentro de los costos», finalizó.
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