Choferes reclamaron a concejales “solución urgente” a la inseguridad
Toncek Arko
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un grupo de remiseros, taxistas y choferes del transporte urbano se reunieron con los concejales de esta ciudad para insistir en sus reclamos por mayor seguridad. Se quejaron por la falta de presencia policial y señalaron que el trabajo nocturno en algunos barrios es “de alto riesgo”. También cargaron contra la Justicia y señalaron por ejemplo que “Bariloche necesita diez fiscales y tiene solamente dos”. El encuentro se realizó el miércoles pasado, a tres días de los violentos episodios registrados en el barrio Arrayanes en los que un remisero fue atacado por una patota de unos 20 jóvenes que lo golpearon y le prendieron fuego el auto. Los ediles escucharon los planteos y explicaron los alcances del proyecto para crear un sistema municipal de videovigilancia, que recibió la aprobación de los choferes. Uno de los taxistas, Julio González, dijo que las autoridades municipales deberían “presionar” para que sus pares de la provincia se presenten en Bariloche sin demora a dar respuestas. Se preguntó si “esperarán que maten a un taxista o un remisero”. Un dirigente de la Asociación de Taxis se quejó de los encuentros “improductivos” con referentes de la Justicia. “Hablan de la doctrina y del Pacto de San José (de Costa Rica), pero Bariloche necesita solución urgente”, refirió. Uno de sus colegas subrayó además que ven todo el tiempo policías de la provincia realizando adicionales en hoteles, boliches y otras empresas privadas “mientras algunos barrios son zonas liberadas”. La concejal Edith Garro aportó su particular evaluación, según la cual “los jueces son parte de la organización delictiva, porque no puede ser que los delincuentes que reinciden estén libres”. Hubo sin embargo cierto consenso en señalar al deporte y la cultura como piezas centrales en cualquier política de prevención. En esa línea, el secretario general del gremio UTA, Marcelo Iarlori, dijo que esa organización sindical presentó un proyecto para construir un natatorio cubierto con una inversión de tres millones de pesos, pero nunca recibieron el apoyo que esperaban del Estado para poder concretar la iniciativa en Bariloche.
Toncek Arko
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