Cerebro ansioso: la práctica de mindfulness aquieta la mente

En Neuquén, el médico psiquiatra Alejandro Erausque contó cómo indica ejercicios sencillos y avalados por las neurociencias.

Redacción

Por Redacción

Mindfulness” se traduce como atención plena, conciencia plena, conciencia pura o simplemente “estar atento”. En el mundo, se está consolidando como una herramienta relevante para el bienestar de las personas y como un complemento de las psicoterapias para la ansiedad, el estrés y la depresión.

En Neuquén, el psiquiatra y psicoterapeuta cognitivo Alejandro Erausque, docente en la cátedra de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Comahue, ya brinda talleres grupales de mindfulness y guía prácticas en sesiones individuales. Se formó en el centro “Train your Brain Argentina”, dirigido por el psicólogo Martín Reinoso.

El origen se remonta a 1979, cuando el biólogo estadounidense Jon Kabat-Zinn lo desarrolló como un programa intensivo y estructurado en el Centro de Mindfulness de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, en Estados Unidos. Tuvo sus raíces en la meditación budista, específicamente en el concepto de «sati» o atención plena.


Beneficios del mindfulness en la salud y la psicoterapia

Actualmente el mindfulness se define como el estado mental de estar atento, de manera deliberada, a la experiencia presente, con aceptación y sin emitir juicios, explicó Erausque en diálogo con Diario RIO NEGRO. Esta capacidad, lejos de ser innata o exclusiva de ciertos individuos, puede desarrollarse a través de un entrenamiento sistemático, lo que ha motivado su inclusión en programas terapéuticos y de bienestar en todo el mundo.

En Patagonia Norte, la práctica de mindfulness es más conocida en el ámbito de la salud. Todavía falta que se expanda en el campo empresarial y en la educación”, mencionó.

“A veces, hay personas que se acercan al mindfulness porque quieren una respuesta rápida. Sin embargo, se debería tener en cuenta que la práctica no aporta resultados inmediatos ni tampoco es la panacea para todos los problemas de todas las personas. Tiene un encuadre y requiere una práctica regular para que se produzcan los cambios en el cerebro que se han demostrado en diferentes estudios científicos. Implica un compromiso con el propio cuidado y la salud. Es un modo de vincularse y estar en la vida”, dijo.

El psiquiatra Alejandro Erausque lidera talleres y sesiones individuales de mindfulness

En los Estados Unidos, el programa surgió como un tratamiento complementario para pacientes con dolor crónico y luego se fueron descubriendo que tenía beneficios para otros problemas, como el estrés y la ansiedad.

El abordaje científico del mindfulness distingue entre dos formas principales de práctica: la formal y la informal. La práctica formal se basa en técnicas de meditación estructuradas, mientras que la informal consiste en aplicar la atención plena a actividades cotidianas, como comer, caminar o incluso conversar.

El mindfulness “es un modo más saludable de vincularse con la realidad. Invita a las personas a estar presentes momento a momento”. Según Erausque, “existen dos grupos de personas que se acercan a esta práctica en Neuquén: quienes buscan mejorar su calidad de vida y quienes enfrentan problemas de ansiedad, estrés o depresión”.

Aunque no se trata de una psicoterapia ni de una técnica de relajación en sentido estricto, los beneficios para la salud han sido documentados en numerosos estudios científicos. “En casos de trastornos de ansiedad, estrés y depresión, el mindfulness puede ser indicado por un profesional de la salud con formación en psicopatología, siempre tras una evaluación individualizada”, expresó.

Erausque enfatizó en la importancia de la evaluación profesional antes de recomendar la práctica: “En mi práctica tengo en cuenta la diferencia entre los trastornos de salud mental. No indico mindfulness en casos de esquizofrenias, psicosis y trastorno bipolar. Pero sí la indico en casos de ansiedad, estrés, trastornos alimentarios y depresión. Lo puedo sugerir en el consultorio a nivel individual o como taller grupal”, explicó. Esta precisión resulta clave para evitar la aplicación indiscriminada de la técnica y para resguardar la seguridad y el bienestar de las personas.

“Igualmente, se debería considerar que no todo lo que es bueno sirve para todos. Hay personas que por su modo de procesamiento de las situaciones pueden sentir que mindfulness no es para ellas y es aceptable. Quizá encuentren un buen camino en otras actividades para controlar estrés, ansiedad o problemas de atención”, reflexionó el psiquiatra, quien trabaja con la colaboración de la psicóloga Karina Giampauli.


Mindfulness” se traduce como atención plena, conciencia plena, conciencia pura o simplemente “estar atento”. En el mundo, se está consolidando como una herramienta relevante para el bienestar de las personas y como un complemento de las psicoterapias para la ansiedad, el estrés y la depresión.

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