Qué fue Gondwana y por qué fósiles hallados en Neuquén son clave

Investigadores del Conicet y la Universidad de Buenos Aires descubrieron especies desconocidas de braquiópodos de más de 300 millones de años. Eran parecidos a las almejas actuales

Gondwana fue un supercontinente que existió desde hace unos 550 millones de años hasta hace 180 millones de años e incluyó tierras como Sudamérica, África, Australia, la Antártida, India y la Península Arábiga.

En los mares que rodeaban a Gondwana vivieron los braquiópodos, que eran animales marinos invertebrados con dos conchas parecidas a las de las almejas actuales, que filtraban alimento del agua.

Un equipo de investigadores ahora descubrió en la Formación Huaraco, ubicada al norte de Neuquén, dos comunidades fósiles de braquiópodos que revelan cómo el clima y las corrientes marinas transformaron la vida en el antiguo supercontinente Gondwana.

El hallazgo fue publicado en el Journal of South American Earth Sciences. Fue realizado por Cristian Adrián Pardo y Arturo Taboada, que trabajan en el Centro de Investigación Esquel de Montaña y Estepa Patagónica, que depende del CONICET y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

También colaboraron María Alejandra Pagani, del Museo Paleontológico Egidio Feruglio, y Carlos Oscar Limarino, del Instituto de Geociencias Básicas, Aplicadas y Ambientales de la Universidad de Buenos Aires.

Los científicos aportaron pruebas sobre las conexiones entre el sur de Gondwana y regiones tropicales /Conicet

Faunas fósiles y clima antiguo de Gondwana


“Somos un grupo de paleontólogos y geólogos que llevamos a cabo la investigación. Aportamos nuevas claves sobre la historia climática y biológica de Sudamérica durante el Carbonífero, hace más de 300 millones de años”, precisó el doctor Pardo a Diario RIO NEGRO.

Se enfocaron en la Formación Huaraco, ubicada en la Cordillera del Viento, cerca de Andacollo y Huinganco. Allí, analizaron más de 700 fósiles de braquiópodos, que fueron recolectados entre 2012 y 2023.

Los fósiles se hallaron en dos niveles bien diferenciados de la secuencia rocosa, cada uno con una fauna característica. En el primer nivel, los investigadores identificaron una comunidad dominada por Lini­palus andacolloensis (una especie nueva para la ciencia) y Neochonetes granulifer.

Esta asociación, bautizada como Biozona Linipalus-Neochonetes, corresponde a un período de mares templados y cálidos, hace unos 315 millones de años. Fue cuando hubo un avance del mar sobre el continente que llevó aguas cálidas hasta latitudes tan australes como el actual territorio de Neuquén.

“Las faunas de la Biozona Linipalus-Neochonetes muestran afinidades con especies de regiones paleoequatoriales y boreales, lo que indica la llegada de corrientes marinas cálidas a través del llamado Corredor Austro-Panthalássico-Rheico”, explicó Pardo, quien obtuvo un doctorado en biología por la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche.

Ese corredor habría permitido la migración de especies desde zonas tropicales hasta el sur de Gondwana, en lo que hoy es la Patagonia.

En el segundo nivel, más reciente, la fauna cambió drásticamente. Aparecen especies adaptadas a aguas frías, como Tivertonia jachalensis y Lanipustula patagoniensis, que definen la Biozona Tivertonia-Lanipustula.

Este cambio refleja un enfriamiento global y la llegada de condiciones subpolares a la región hace unos 310 millones de años.

Conexiones biogeográficas y limitaciones


El estudio demuestra que la región de Andacollo funcionó como un “puente paleobiogeográfico” entre las faunas marinas del norte y el sur de Gondwana.

Durante el primer intervalo estudiado, la presencia de especies de afinidad tropical sugiere que una barrera térmica impedía el avance de especies de aguas frías desde la Patagonia. Pero luego esa barrera desapareció: las especies subpolares avanzaron hacia el norte, y se mezclaron con las faunas templadas.

El hallazgo tiene relevancia más allá de la paleontología. Permite reconstruir la dinámica de las corrientes marinas y los cambios climáticos en el hemisferio sur durante el Carbonífero, un período marcado por glaciaciones y fluctuaciones del nivel del mar.

Además, ayuda a entender cómo se distribuyeron y evolucionaron los ecosistemas marinos en Gondwana, el supercontinente que agrupaba a Sudamérica, África, la Antártida, Australia y la India.

La identificación de Lini­palus andacolloensis y Linispinus cf. L. crassus en Argentina, géneros antes conocidos solo en Rusia y otras regiones del hemisferio norte, refuerza la idea de conexiones biogeográficas globales durante el Paleozoico.

Las comunidades fósiles en Neuquén muestran la migración de especies marinas por corrientes cálidas y frías/Conicet

Limitaciones y próximos pasos


El estudio se basa en dos niveles fósiles bien preservados. Los autores reconocen que un tercer horizonte con fósiles en la Formación Huaraco no pudo ser analizado por falta de material suficiente. Además, la datación precisa de los eventos depende de correlaciones con otras regiones y de la disponibilidad de fósiles guía.

Los investigadores sugieren que futuras campañas de campo y análisis de otros grupos fósiles, como bivalvos y plantas, podrían aportar más detalles sobre la evolución ambiental y biológica de la región.

También proponen comparar estos resultados con registros de otras partes de Gondwana y del hemisferio norte para afinar los modelos de circulación oceánica y cambio climático en el pasado remoto.


Gondwana fue un supercontinente que existió desde hace unos 550 millones de años hasta hace 180 millones de años e incluyó tierras como Sudamérica, África, Australia, la Antártida, India y la Península Arábiga.

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