Cine de terror: cuando el miedo es esa cosa maldita

Hoy se estrena “Ouija: el origen del mal”. En este informe repasamos otras películas donde el miedo no viene de la mano de asesinos ni de fantasmas, sino de inesperados objetos.

No siempre las películas de terror lo son por culpa de asesinos seriales, entes fantasmales o monstruos que cada tanto se les da por masacrar. A veces el horror, el miedo, la desesperación, vienen de la mano de un pequeño objeto. Simple, intrascendente e inofensivo, puede desencadenar las peores pesadillas para sus víctimas. Por supuesto que hablamos de esto gracias al estreno de “Ouija: El Origen del Mal” (Ouija: Origin of Evil, 2016), donde la tabla tan afamada hará que una joven madre viuda y sus dos hijas la pasen realmente mal.

Entonces, nos vinieron a la memoria filmes donde distintos elementos, algunos muy locos, han generado obras hermosas en el género de terror. Vamos a comenzar con “Alianza Macabra” (1995): una trabajadora de una lavandería industrial era encontrada completamente triturada por una vieja lavadora. Primero se cree que todo es un accidente, pero cuando se empiezan a suceder las muertes se descubre que la máquina se convirtió en un instrumento mortal gracias a un ritual de sangre.

“Brainscan” (1994) nos presentaba a un chico de 16 años, amante de las películas de terror y también de las computadoras, que compraba un CD-ROM interactivo en el que el objetivo del juego es asesinar a la mayor cantidad de personas posibles. El problema era que las muertes se volvían reales.

“Oculus” (2013) narraba cómo una mujer intentaba exculpar a su hermano encarcelado por homicidio y enviado a la cárcel. Ella quería demostrar su inocencia a toda costa y desenmascarar al verdadero culpable: un viejo espejo.

¿Cómo olvidar al Plymouth Fury rojo modelo 1958 de “Christine” (1983)? Arnie es un chico no muy popular, con pocos amigos, que compra por unos cuantos dólares un auto del que se enamora perdidamente. El coche está bastante estropeado pero el joven pondrá todo su empeño y energía en repararlo. El problema es que el automóvil, en el interior de su chasis, alberga el peor de los terrores.

Tremenda trama de “El Círculo” (1998): un VHS con imágenes extrañas, perturbadoras y caóticas, que quien lo miraba era sentenciado a morir una semana más tarde. Uno de los objetos más alocados era el de “Rubber” (2010): un neumático que asesinaba gente con sus poderes telepáticos, que también se obsesionaba con una mujer.

El objeto maldito en “Eliminar Amigo” (2014) era la mismísima Internet (idea genial). Durante una noche de chat, seis amigos reciben un mensaje por Skype de una compañera de clase que se suicidó hace exactamente un año. En un primer momento piensan que se trata de una broma, pero cuando la chica comienza a revelar secretos oscuros de ellos, se dan cuenta de que algo fuera de este mundo los quiere muertos.

Una joven pareja se muda a un departamento horrible de un barrio de mala muerte de Nueva York. Lo único que tiene el lugar es una heladera, que resulta ser la puerta de entrada al Infierno. Esa es la trama de “The Refrigerator” (1991).

Previo a los celulares, al Skype, al Whatsapp existían los teléfonos para comunicarse. Las fuerzas del mal hacían uso de los servicios telefónicos (el viejo y conocido 0-800) para darle al que llamara poderes sobrenaturales y convertirlo en un asesino satánico. Vean cómo ocurría esto en “La Llamada del Diablo” (976-Evil, 1988).

Vamos a terminar con “Annabelle” (2014), el film sobre una muñeca vintage perteneciente a una pareja que era atacada por miembros de una secta satánica. Antes de morir los agresores, uno de ellos sostiene a la muñeca previo a suicidarse y el mal queda hecho. A partir de aquí, la pareja comenzará a experimentar sucesos paranormales muy extraños.

Ya lo saben: tengan cuidado de los objetos que no conocen ni saben de su procedencia. Y si por las noches sienten algún ruido extraño u ocurren cosas fuera de lo normal, no lo duden y desháganse enseguida de ellos. Siempre hay por ahí algún enemigo que puede recibir un regalo de forma anónimo por correo.

Un pequeño objeto, simple, intrascendente e inofensivo, a veces puede desencadenar
las peores pesadillas para sus víctimas.

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Un pequeño objeto, simple, intrascendente e inofensivo, a veces puede desencadenar
las peores pesadillas para sus víctimas.

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