Cipolletti, la usina de nuevos profesionales

Estudiantes de todas las edades y de distintos lugares de procedencia le dan un ritmo y un carácter únicos a Cipolletti. La oferta académica que brindan las universidades públicas y privadas atrae una gran afluencia de jóvenes que escala a una cifra considerable: más de 10.000 personas eligen formarse como futuros profesionales en esta ciudad que hoy cumple 115 años.

El movimiento permanente permite un crecimiento poblacional y económico que se refleja a través del comercio, el transporte, las obras privadas, el desarrollo cultural y deportivo. La instalación de sedes académicas y la apuesta a futuro de cada familia transformó a Cipolletti en un polo universitario que concentra a estudiantes locales, de la región y del extranjero. Están presentes la Universidad Nacional de Río Negro, la Universidad Nacional del Comahue, la Universidad de Flores, la Universidad Siglo XXI y la Universidad de Mendoza.

La amplia variedad de carreras, las diferentes modalidades de cursada y la opción de contar con instituciones públicas y también privadas reunieron a una gran cantidad de personas movilizadas por una sola razón: mantener vivo el espíritu de la educación y el aprendizaje.

La vida universitaria se plasma a lo largo del año en todos los espacios de la comunidad. Los edificios académicos colman sus aulas con jóvenes deseosos de formarse como futuros profesionales. Los docentes y autoridades universitarias son testigos de esto, al igual que el resto de la población.

La actividad universitaria se traslada también a los barrios, las calles, los parques, las paradas de colectivos y a los comercios que mantienen activa la economía local.

La llegada de miles de estudiantes de otras localidades generó una oleada de obras privadas a lo largo y ancho de Cipolletti. La búsqueda habitacional es, sin dudas, el primer aspecto que busca resolver la familia que se encuentra detrás de cada universitario.

A lo largo del tiempo, los barrios más tradicionales se amalgamaron con el ritmo de vida de los jóvenes y adultos que se asentaron en la ciudad. Esto generó una mirada estratégica por parte de los desarrolladores inmobiliarios, al igual que los grandes y pequeños comerciantes.

Las zonas más transitadas por los estudiantes permitieron la expansión de comercios relacionados al rubro alimenticio, del ocio y el entretenimiento, entre tantos otros. Asimismo, el tránsito cotidiano por la ciudad favorece a los servicios de transporte, tanto públicos como privados. Las líneas de colectivos urbanas, interurbanos y el tren son los principales medios de movilidad de miles de estudiantes que residen en Cipolletti.

Los ciudadanos dedicados a la actividad económica local ven al joven universitario como una persona meticulosa, responsable y planificadora de sus propios gastos. Quizás por esto, la confianza es una de las principales características que generan los alumnos en el ciudadano común.

Este perfil favorece al estudiante al momento de ir en una búsqueda laboral que le permita amoldar sus horarios con la carrera elegida. Empresarios y comerciantes se adaptan a sus tiempos y los eligen para llevar adelante sus emprendimientos a través de trabajo remunerado, prácticas y pasantías.

Más allá de la demanda que provoca la vida universitaria, muchos estudiantes se hacen su espacio para disfrutar los momentos de ocio, actividades deportivas y culturales. Por lo general, las alternativas gratuitas son las más elegidas debido a la necesidad imperiosa de mantener una economía planificada.

Los espacios culturales, los talleres barriales y los centros deportivos sociales y municipales les abren sus puertas a los universitarios que desean explotar sus vetas artísticas, deportivas y sociales. Esta relación permite, además, que se genere un nexo directo con la comunidad.

La reciprocidad entre los estudiantes y los cipoleños se da manera dinámica y permanente. A través de trabajos sociales, proyectos de extensión e investigación, los futuros profesionales desarrollan un vínculo directo con la comunidad. Esto permite que los universitarios se nutran de las demandas sociales y desplieguen su conocimiento para encontrar posibles soluciones.

La búsqueda permanente de respuestas y la mirada proyectada al futuro es, sin dudas, la bandera que abrazan los universitarios que apuestan a Cipolletti.

Tortoriello: “Como cipoleño es un halago que nos elijan”

La gestión municipal tiene la mirada puesta en la llegada de nuevos estudiantes para poder construir una ciudad acorde a sus demandas. Para el intendente Aníbal Tortoriello, la amplia oferta académica, las bondades climáticas del Alto Valle y la generación de puestos de trabajo se transforman en los principales atractivos de los universitarios.

“ Como cipoleño es un halago que nos elijan. Creo que hay facetas que los atraen”, expresó el mandatario.

En la actualidad, unas 9.000 personas se forman en las universidades públicas y privadas. El mandatario explica que esa cifra equivale al 10 por ciento de la población y agregó que solo existen “aspectos virtuosos” en torno a esto.

En los últimos años, la actividad petrolera en la región generó un gran desarrollo inmobiliario que luego supo encontrar su veta en el movimiento universitario. Es por eso que Tortoriello relaciona el boom de la construcción edilicia con la oferta académica que brinda la ciudad.

“Si el 50 por ciento de los estudiantes son de otras localidades, hay 4.500 espacios que tienen que habitar y sin duda Cipolletti atiende esa demanda desde lo privado. A su vez son consumidores y esto le da mayor movimiento a la economía”, remarcó.

Tortoriello informó que durante la gestión municipal se realizó el mejoramiento de veredas en la facultad de Ciencias de la Educación, la sede académica con mayor cantidad de estudiantes. A su vez, recordó que generaron la pavimentación de calles cercanas, la creación de paradas de colectivos seguras y la colocación de luminarias, además de amoldar el recorrido del transporte público para brindarles mayor contención y seguridad a los futuros profesionales.