La difícil convivencia en la ciclovía de Cipolletti

Los usuarios cipoleños se quejan de que se utiliza para correr y está en mal estado. El circuito que recorre la calle General Paz y llega al límite con Neuquén es de uso exclusivo para bicicletas. El Ejecutivo proyecta nuevas trazas para los ciclistas.

La práctica del ciclismo viene experimentando un resurgimiento que no para de extenderse y modernizarse, en un mundo que parece cada vez más orientado a la comodidad y el confort. Por este hecho, las ciclovías o bicisendas se han convertido en uno de los pedidos más frecuentes que los vecinos hacen a los diferentes municipios.

Tanto es así que casi todas las ciudades de Río Negro tienen una, y en Cipolletti proyectan seguir ampliando las posibilidades para los que pedalean. Sin embargo, la convivencia con aquellos que también hacen deporte pero de a pie, no es nada fácil.

La bicisenda cipoleña recorre la calle General Paz y llega al límite con Neuquén, fue inaugurada en el año 2003 y en aquel entonces solo llegaba hasta Puente 83. Un año más tarde se extendió hasta Fernández Oro.

Pese a los beneficios de estas vías, en Cipolletti se torna difícil llevar a cabo la actividad. Allí conviven, por desconocimiento u error, aquellos que corren y trotan con los ciclistas que, entre frenadas y enojos intentan entrenar a diario. Pese a que existe un circuito para esos fines, pocos lo respetan y son frecuentes los accidentes.

El circuito que recorre la calle Vélez Sársfield, y que consta de varios aparatos para hacer ejercicios, excluye a los rodados y es raro ver que una bicicleta circule por allí.

Por el contrario, la bicisenda que recorre la calle General Paz, que continúa por Tres Arroyos y luego Pacheco hasta los puentes, está destinado a los ciclistas, pero se ve más gente a pie que sobre ruedas.

Pedalear es una actividad que implica el desarrollo de altas velocidades, que pueden llegar a los 50 km/h, con un promedio de 20 km/h.

Además conlleva ciertos riesgos de impacto y es por esto que muchos eligen andar por la ruta o bien seguir la bicisenda hacia Neuquén, adonde se extiende por varios kilómetros y no se encuentra tan invadida por otros deportistas.

El mantenimiento, o la falta de este, es otro factor que dificulta la actividad. La calzada se encuentra agrietada, cuando no rota, y sin señalización. La iluminación es poca y solo está presente en algunos sectores. Además, según el día se puede encontrar basura y vidrios, uno de los enemigos más peligrosos para el deporte.

Cada vez son más los vecinos que reclaman la presencia de rosetas en el segmento que va desde la Circunvalación hasta la zona rural, lindante con Fernández Oro.

Los usuarios de la bicisenda aseguran que el personal municipal luego de realizar las tareas de desmalezamiento, no se encarga de limpiar de la traza.

Desde el 2003

Diferencia entre

ciclovía y bicisenda

Ambos términos son utilizados frecuentemente como sinónimos, pero existen diferencias claves. La bicisenda se encuentra generalmente sobre la vereda, dentro de una plaza o de un paseo, y está pensada con fines recreativos y deportivos.

En cambio la ciclovía también incluye el uso de la bicicleta como un medio de transporte, por lo que recorre a las ciudades, busca reducir accidentes y fomentar este vehículo como un modo de movilizarse. Usualmente es un sector de las calles que está demarcado y separado.

En 2003 se inauguró un tramo que llegaba a Puente 83, al año siguiente se extendió hasta Fernández Oro.

Datos

15 años
La bicisenda fue inaugurada
en el 2003. Recorre la calle General Paz y llega hasta el límite con Neuquén.

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