La Escuela 45 de Cuatro Esquinas también está invadida por roedores

Muchos padres de alumnos de la Escuela rural 45, de Cuatro Esquinas, se mostraron enojados y no llevaron a sus hijos en la mañana de hoy, por la existencia de ratas en las aulas y comedor, según informaron a “Río Negro”. La secretaria del gremio docente Unter, Alejandra Mora se reunió hoy con el delegado local de la cartera educativa, Roberto Pihuala, y acordaron que para el lunes el problema estará solucionado. Sin embargo los niños permanecieron en las aulas y no levantaron la actividad por hoy.

Esta escuela, por estar ubicada en una zona rural, se ve más afectada por la presencia de roedores, y algunos padres aseguraron que “no solo hay lauchas, hay ratas grandes”, se quejaron. El miércoles la actividad se suspendió en este establecimiento, y ayer, cuando retomaron, se toparon con un roedor en el pasillo.

Desde ayer que muchos padres pidieron que se suspendan las clases y exigieron que se realice una desratización efectiva. “Salud Pública resolvió que no hay que suspender la actividad, pero exigieron a Educación a realizar una desratización y una limpieza del lugar”, explicó Alejandra Mora.

Esta escuela es la tercera que durante la semana perdió clases por la presencia de roedores. “Encontraron excremento y orina de rata en las computadoras que usan los niños”, agregó Mora, luego de reunirse con Pihuala y firmar un acta en la que el delegado asumió el compromiso de solucionar el asunto para el lunes.

La Escuela 53 tuvo suspensiones de clases, la 294 del barrio Anaí Mapu, y el miércoles la Escuela 45.

Además de esto, Salud Pública dio un plazo de 15 días para realizar una limpieza profunda del predio, adonde podrían haber varios nidos de roedores. “Hay un armario viejo que podría ser uno de los nidos, y un montículo de persianas, alambres y basura que podría ser otro”.

Además, desde Unter instaron a la cartera educativa a que realice un control sobre las tareas que realiza la empresa concesionaria de estas tareas, Serviplag, y sostuvieron que se debe realizar una desratización periódica cada quince días, para controlar que los cebos estén correctos.