Cipriano Panito Barbosa, testigo del crecimiento neuquino


Su padre se asentó en la joven capital neuquina en la primera mitad del siglo XX por su trabajo en el Banco Nación. Él estudió y ejerció la abogacía.


Don Cipriano Lucio Barbosa, padre, nació en los albores del Siglo XX. Era empleado del Banco de la Nación Argentina y llegó a esta capital en 1930 con un traslado desde la sucursal de Comodoro Rivadavia. En primeras nupcias se casó con doña Adela Geloz con la que tuvo a María Dolores, “Loly”, y a Rodolfo, “Pirucho”. Luego del fallecimiento de Adela, aceptó un traslado a Chos Malal, lugar en el que conoció a María Barqui Alé con quien se casó a fines de los ‘40. Ella era hija de Aiub Alé y de Rosalía Zúñiga. Don Aiub Alé, era de origen sirio libanés y tenía en Chos Malal un comercio de ramos generales. Su descendencia fue prolífica: Abraham, Stefanía, Barqui, María Esther, Zeinab, Zeifa, Aiub, Mahmud, Selman, Salma, Ahmad. De la unión de Cipriano y Barqui nació Cipriano, “Panito”, en Chos Malal y Silvia en Neuquén, ya que fueron trasladados nuevamente.

En la capital se asentaron en la calle Alderete. “Panito” realizó la primaria en la vieja escuela Nº 2 y la secundaria en el Liceo Gral. San Martín. Posteriormente asistió a la UBA para cursar la carrera de abogacía. Silvia estudió en el Departamento de Aplicación de la escuela San Martín y en la Universidad Nacional del Comahue . Panito partió hace unos días este mundo, lo recuerdo con sus palabras escritas para todos los neuquinos, plagada de gratos recuerdos, en 2004, al cumplirse el Centenario de la capitalidad.

“Al cumplir un siglo la capital de mi querida ciudad, no puedo alejar ni borrar de mi mente los momentos vividos en mi niñez y adolescencia: las escuelas, en donde forjé mis mejores amigos, mi comunidad vecinal con quienes compartí gratos espacios, llenos de recuerdos, que hoy quiero evocar: -La pirámide que estaba en el lugar del Monumento al General San Martín. -Los árboles de moras que estaban en la Avenida Argentina, de los que, con mi hermana Silvia y los amigos del barrio (Jorge Cesetti, Pablo Stacco, Norberto Celoria, Hugo y Griselda Calvo, los Soldano) nos colgábamos a comer los frutos. -¡La primera transmisión de televisión! -¡Las inundaciones del río Neuquén! el agua tapaba la Avenida Argentina pues corría a raudales y las autoridades habían hecho un canal hacia el cementerio para desviarla hacia el este.

-Mi padre nos llevaba a ver el río Limay y la Ruta 22, que actuaba como barrera de contención, ¡en donde observábamos cómo de a poco se caían las casas de adobe!

-¡Todos nos conocíamos en aquellas épocas! ¡Cómo no había muchos lugares adonde ir nos llevaban a ver la llegada del tren y a comer a la Confitería Royal! ¡Luego se hacía la clásica vuelta del al perro! -Los nombres de las calles no existían para nosotros pues para ubicar a alguien decíamos: ¡vive al lado de tal, o en la esquina de…! ¡Qué tiempos!

Fui un joven testigo de la ampliación del hospital, de la construcción al Monumento a San Martín, de la inauguración del nuevo edificio de correos. -Los colectivos de aquellos tiempos: la Neuquina, de Domingo Di Giorgio. -¿Y la canchita de fútbol? ¡Estaba ubicada en donde hoy está emplazado el Instituto de Seguridad Social! También jugábamos partidos en lo de Jacob: vivían en la esquina de Diagonal España y Teniente Ibáñez. -¡Los enfermeros, don Oscar Arabarco, padre de Osvaldo, y don Calaf, el enfermero de Gendarmería!-‘Mi querida Escuela N° 2! ¡Y mis maestras! La Sra. Nela Ruiz, la Sra. de Arriba, la Srta. Abelli… la mamá de mi amigo Juan Carlos Cháneton, la Sra. de Álvarez Jofre. Y, por último, pero no menos importante, ¡mis grandes amigos! el “Negro” Carrera Frea, con quien cursé primaria, secundaria y Universidad, Alfredo Gauna, Roberto Lacoste, Jorge Chango Chávez, María Inés Fabani, Liliana Planas, Rufino Uzábal, Rosita Asunción Moré, entre otros”. Hoy estimado amigo te homenajeo y te despido, te despide tu familia, tu Neuquén, tus amigos; tenemos, los neuquinos del pasado, gratos recuerdos, imborrables momentos de nuestra niñez y juventud transcurridos en una ciudad en constante crecimiento.


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