Claudia, la cafetera que dijo adiós en Bariloche

Le dio el carro y los termos para ganarse el sostén de su nueva vida.

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BARILOCHE (AB).- Ramón Islas se había levantado de madrugada y tenía todo preparado, como de costumbre. El reloj marcó las 10 y Claudia no apareció a buscar el carro para salir a trabajar. La joven era puntual. Ramón se inquietó y llamó varias veces al celular de Claudia, pero nunca atendió. Se preocupó cuando su exmujer Gladys lo llamó porque no podía ubicar a la chica. El hombre intuyó que algo no andaba bien. Minutos después, sonó el celular y Ramón quedó estremecido con la noticia. Claudia había sido hallada muerta la mañana del jueves con sus dos hijos pequeños en el humilde departamento que alquilaba. El monóxido de carbono los había matado en silencio. Ramón se quebró y lloró como un niño. Conoció a Claudia Ocampo en diciembre pasado, cuando llegó desde Formosa con sus hijos Maximiliano, de 6, y Naiara, de 3. “Se vino a Bariloche porque quería cambiar de vida. No le gustaba el ambiente en Formosa para que sus hijos crecieran”, recordó ayer Ramón, en las escalinatas de la Iglesia Bautista de la calle Gallardo. Allí fue el velatorio. La chica de 24 años había visitado el domingo por primera vez ese templo. La vida nunca fue fácil para Claudia. Ramón recordó que la madre murió cuando era una niña y su padre falleció cuando tenía 14 años. Después, quedó embarazada y un familiar la echó de la casa. Tuvo que luchar sola porque el padre no se hizo cargo del pequeño. Siguió adelante y luego nació su hija. Como tenía dos hermanos en Bariloche, decidió que era el momento para cambiar el calor del norte argentino por la Patagonia. Llegó a la casa de Gladys, que era amiga de su hermana. En esa casa se hizo lugar con sus nenes. La personalidad de la joven hizo que Gladys y Ramón la incluyeran como una integrante más de su familia. Como no conseguía trabajo, Ramón le ofreció trabajar vendiendo café y productos de pastelería en la calle. Ramón y su familia lo han hecho durante años. La chica aceptó. Quería tener dinero para alquilar un lugar donde estar con sus hijos: hace dos meses se mudó al departamento de la calle Rivadavia al 1700. Allí murió con sus hijos por haber inhalado monóxido de carbono. Así lo estableció la autopsia, informó ayer el fiscal Eduardo Fernández. Dijo que aún no reciben el informe de Camuzzi y agentes de Criminalística de la Policía para determinar cuál fue la falla que provocó la emisión mortal. La muerte de Claudia y sus hijos conmovió a las chicas que la conocieron en los comercios de las calles Moreno o Mitre: “Era una chica muy humilde. Siempre andaba sonriendo”, recordó Daniela, que le compraba casi todos los días. Ramón recordó que estaba cursando para terminar la primaria: “Quería ingresar después a la Policía o Gendarmería”, señaló. “Viejito, no te mueras. Yo te voy a cuidar, me decía Naiara”, recordó Ramón. “Claudia había cumplido 24 años en mayo. Era como una hija”, afirmó. “Anoche le decía a Gladys que extrañaba el silencio de Claudia”, sostuvo. Los restos de Claudia y sus hijos partieron anoche hacia Formosa.

Los cuerpos de Claudia y sus hijos fueron hallados el jueves en el interior del departamento donde vivían.

MUERTE POR MONÓXIDO


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