Clonan cerdos para fabricar órganos de trasplante
Dos firmas de bioingeniería anunciaron haber reproducido seis lechoncitos. En los animales han logrado inhibir un gen que activa el rechazo inmunitario humano.
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WASHINGTON – El anuncio de la clonación de un cerdo en EEUU para que sus órganos puedan usarse en trasplantes a seres humanos activó ayer la competencia en este campo, sólo un día después de que otra empresa comunicara que ha clonado otros cinco cerditos con el mismo fin.
La Universidad de Misuri y la empresa Immerge BioTherapeutics anunciaron ayer que han clonado un cerdo modificado genéticamente para que sus órganos puedan usarse en trasplantes a humanos.
Los cirujanos consideran que los órganos de los cerdos son los más aptos para el trasplante a los humanos, una manipulación entre especies que preocupa a los científicos, inquieta a los moralistas y escandaliza a algunos religiosos.
En un artículo que publicó la revista «Science» y se distribuyó en internet en la página «Science Express», la universidad y la empresa Immerge BioTherapeutics explicaron la producción de un cerdo miniatura al cual se le ha desactivado un gen específico.
Se trata del gen que agrega en la superficie de las células porcinas la molécula galactosil transferasa A 1,3 -o GGTA1 en inglés y entre los entendidos- un azúcar que el sistema inmunológico del cuerpo humano reconoce como extraña, y por ella inicia el proceso de rechazo del tejido trasplantado. Immerge BioTherapeutics, Inc. es una empresa conjunta de la firma farmacéutica suiza Novartis y la estadounidense BioTransplants, Inc.
Pero la publicación en revistas científicas llegó sólo un día después del anuncio de que la empresa PPL Therapeutics PLC, (subsidiaria del Instituto Roslin de Escocia que dio a luz a Dolly, la primera oveja clonada en la historia) ha producido no uno, sino cinco cerditos a los cuales se les ha desactivado el gen delator.
El advenimiento de los lechoncitos «Noel», «Angel», «Star», «Joy» y «Mary» -nada menos, según PPL, que en día de Navidad- causó un alza del 48 por ciento en la cotización de las acciones de la empresa escocesa.
Esta mañana, los especuladores reaccionaron con más parsimonia al anuncio de Immerge BioTherapeutics, cuyas acciones han venido subiendo muy lentamente desde la caída sufrida en mayo de 2000, y apenas han superado los 8 dólares.
La competencia por la vanguardia en este campo de la experimentación científica responde a las cifras: tan sólo en Estados Unidos hay más de 75.000 personas que esperan órganos para trasplantes, y cada día mueren 16 pacientes en lista de espera.
Un gran negocio
Algunos analistas de mercado creen que el negocio del trasplante de órganos interespecies llegaría a unos 5.000 millones de dólares anuales, a los cuales se sumarían 6.000 millones en las terapias celulares que usen tejidos de cerdos producidos por la ingeniería genética.
«La dificultad mayor en el xenotrasplante -el injerto de una célula, tejido u órgano de una especie en otra- es la reacción inmune del cuerpo que recibe un cuerpo «extraño», dijo Randall Prather, profesor de biotecnología reproductiva en la Universidad de Misuri.
«Esta modificación elimina el gen que activa esa respuesta, y eso abre la senda para nuevos avances», añadió. «Sin esta molécula, los anticuerpos del organismo humano no pueden adherirse y por lo tanto no se inicia el proceso de rechazo».
Julia Greenstein, presidenta de Immerge BioTherapeutics, dijo que la firma «ha trabajado en el desarrollo de una línea de porcinos miniatura que ofrecen muchas ventajas como potenciales donantes para xenotrasplantes, incluido el tamaño de los órganos que es apropiado para recipientes humanos».
El xenotrasplante implica cuestiones científicas y éticas que se agregan a los debates que rodean la biotecnología. (EFE, DPA)
La cuestión de los retrovirus
Algunos científicos creen que los trasplantes entre especies puedan comunicar a quienes reciban los tejidos con los retrovirus endógenos porcinos.
Los retrovirus endógenos forman parte de la configuración genética natural de todos los mamíferos y se cree que no causan enfermedad alguna a la especie de la cual son nativos, pero no se sabe qué efecto podrían tener en otra especie.
Greenstein aseguró que «la investigación preliminar muestra que las células de esta línea de porcinos no tienen la capacidad de propagar retrovirus endógenos porcinos a las células humanas en cultivos».
De hecho, la declaración cuidadosamente redactada de Greenstein no asegura que los retrovirus endógenos porcinos no se propagarán en las células de un cuerpo humano.
Los expertos en ética se preocupan por la producción de toda una línea de animales, fabricados en laboratorio, con el propósito exclusivo de utilizar sus órganos para trasplantes a los seres humanos.
Desde el punto de vista religioso, esta experimentación científica es escandalosa para las confesiones que repudian el entrecruzamiento de especies o la ingestión de carnes, específicamente de cerdo, para la alimentación humana
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