Cómo cayó la banda narco que operaba en Bariloche
El seguimiento y las escuchas fueron claves para atrapar a los diez imputados.
POLICIALES
BARILOCHE (AB).- Diego Aranaga Rodríguez y su joven pareja Ana María Peláez Orozco se instalaron el año pasado en el barrio San Agustín, en Tigre, provincia de Buenos Aires. Su acento dejó en evidencia que eran colombianos. Ninguno trabajaba. Sin embargo, iban en vehículos de alta gama, compraban sin pausa y pagaban un alquiler de más de 7.000 pesos.
Aranaga Rodríguez, alias “Mono”, lideraba en las sombras una organización que se dedicaba a la comercialización de drogas que operó en Bariloche y que se pudo desbaratar luego de meses de investigación.
El juez federal de Bariloche Leónidas Moldes estimó que la banda operó desde enero hasta el 2 de septiembre último, cuando los sospechosos fueron detenidos en 15 allanamientos simultáneos que se hicieron en esta ciudad, en Tigre y la ciudad de Buenos Aires. Dictó el procesamiento con prisión preventiva de cinco ciudadanos colombianos, tres argentinos, un chileno radicado en Argentina, un dominicano y hay un sujeto prófugo.
Una denuncia anónima en el “0800 Drogas” advirtió que en el “bar Cósmico” podrían estar vendiendo drogas. Los seguimientos de los sospechosos en Bariloche, Ezpeleta, Tigre y Buenos Aires fueron fundamentales. Pero las intervenciones de las comunicaciones y mensajes de texto que los imputados intercambiaron durante meses fueron claves.
“Va para dos meses haciéndose el güebón y parado, pero de ahí pa’ atrás, usted trabajó todo el tiempo bien y siempre fueron dos visitas mensual, si usted en cada visita si no le quedan por lo menos veinte lucas no está haciendo un culo y yo sé que se le pueden quedar más”. La acusación fiscal atribuyó esa conversación telefónica al líder de la banda, quien le reprochaba a David Vanegas Ruiz, alias “Enano”, su inactividad en Bariloche.
La investigación estableció que Vanegas Ruiz traía la droga y se ocupaba de reunir el dinero en Bariloche para enviárselo al líder. En marzo o abril se radicó en esta ciudad hasta que su detención.
Los imputados identificaban como “recargas” a la comercialización de drogas. También le decían “melodía” y “discos” a la entrega de estupefacientes.
La novia del líder declaró en indagatoria que ingresó al país en febrero de 2013 con 9.000 dólares producto de su trabajo como modelo en Ecuador y que se mantenía con sus ahorros. Salió del país el 27 de junio pasado y estuvo en Ecuador y Colombia y regresó con 4.000 dólares.
La acusación indica que Facundo Fernández Quinteros vendía al menudeo o en cantidades mayores en Bariloche y respondía a los líderes colombianos. Jonathan Miranda Paillan trabajaba en el aeropuerto y vendía al menudeo. Le compraba la droga a Fernández Quinteros, según el procesamiento. También Eduardo Jasinsky y Juan José Bonich eran vendedores. Los colombianos Orlando Guzmán Sepúlveda y Rubén Guarnizo Martínez y el dominicano Raúl Romero Arias preparaban en Buenos Aires telas, papel y cartón impregnados con cocaína para su contrabando a Europa.
La investigación desbarató un invernadero que montaban en el oeste de Bariloche para producir marihuana. El predio es de Juan Bonich. Una mujer de uno de los imputados declaró que Vanegas Ruiz la convenció de que quería producir aloe vera.
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