Cómo digitalizar discos de vinilo y cassettes

Ideal para quien quiera conservar de forma duradera sus canciones favoritas.

MUSICA

Pese al CD, el MP3 y los servicios de streaming cada vez más nuevos, el viejo disco de vinilo no está muerto, ni mucho menos. En Alemania, las ventas de discos de vinilo, que habían aumentado un 40 por ciento en 2012, se incrementaron en 2013 incluso en un 47,2 por ciento, hasta un total de 29 millones de euros, según datos de la Federación alemana de la Industria Musical.

Los amantes de la música aprecian la óptica de los grandes discos negros de vinilo y el sonido característico. Sin embargo, quien quiera conservar de forma duradera para el futuro sus canciones favoritas o disfrutar de ellas también en el camino no puede evitar la necesidad de digitalizar discos de vinilo o cassettes de música. Esto permite llevar a cualquier parte las grabaciones en reproductores MP3, el smartphone, la notebook o un CD.

“Muchas veces basta con usar el hardware disponible”, dice Michael Eckstein, redactor de la revista especializada alemana “Chip”. Se necesita:

> una computadora con tarjeta de sonido,

> un adaptador para un miniconector estéreo (3,5 milímetros),

> un conector RCA,

Conectar la pletina de cintas o el tocadiscos con la entrada de línea de la tarjeta de sonido. Si la calidad no es satisfactoria, se puede usar un transductor externo de audio USB, que realiza la conversión de analógico a digital.

Como alternativa son útiles las pletinas de cintas, tocadiscos o unidades compactas con un convertidor integrado y conexión USB. Pulsando un botón, los dispositivos todo en uno convierten a partir de unos 100 euros la música de los discos de vinilo y las cintas en archivos MP3. “Sin embargo, la adquisición de esos dispositivos solo merece la pena si usted ya no tiene reproductores para fonogramas análogos y los quiere volver a usar”, matiza el experto.

Para grabar y editar los archivos de audio en el PC, Eckstein recomienda el software gratuito “Audacity”. Este programa también se ejecuta rápidamente en computadoras más viejas. Antes de iniciar la grabación, hay que establecer, además de la fuente de audio, los parámetros de grabación.

Para que no se pierdan detalles de la música reproducida, debería optarse por una calidad CD, es decir, 16 bits y 44,1 kilohertz. También es recomendable crear una pista estéreo. El copiado se pone en marcha después de pulsar el botón de grabación del software y después de que el cassette o el tocadiscos se haya puesto en marcha.

Una vez que la música está grabada en el disco duro con la forma de bits y bytes, vale la pena tomarse algún tiempo para perfeccionar la acústica. Generalmente, el sonido de los cassettes de música que se guardan durante mucho tiempo se vuelve opaco. Una característica molesta de los discos de vinilo suelen ser los chasquidos. “Con Audacity, usted puede renovar sus grabaciones y liberarlas de esos chasquidos”, asegura Eckstein.

Mediante el ecualizador se puede dar nueva vida a grabaciones opacas aumentando las altas frecuencias. Aquí es necesario asegurar la dosificación correcta para que no puedan surgir ruidos adicionales. Los chasquidos en grabaciones de discos de vinilo se pueden eliminar acercándose con un clic del ratón a la banda sonora y examinándola paso por paso.

En el lugar donde aparece un chasquido se puede marcar la oscilación ópticamente visible y eliminarla con la tecla “Suprimir”. Para hacer una edición más sencilla, es mejor subdividir la grabación en su conjunto en las diferentes canciones y guardarlas con nombres claros. Finalmente, hay que exportar la canción editada al formato deseado, por ejemplo MP3.

Si quiere transferir sus canciones favoritas del CD al disco duro de la PC para después copiarlas en reproductores móviles, puede usar herramientas como Windows Media Player o iTunes de Apple. Más cómodo es usar programas de Internet como “CDex Portable” o “FairStars CD Ripper”. Estos programas descargan de la red, entre otras cosas, informaciones de las pistas del CD como datos sobre los artistas, el álbum y el año de publicación y permiten convertir WAV al formato MP3 o WMA.

Igualmente popular es la herramienta gratuita “Exact Audio Copy”. Como la capacidad del disco duro cuesta cada vez menos y actualmente ya no es ningún problema, Michael Metzler, redactor de la revista “PC Magazin”, recomienda, para no perder calidad, copiar los CD de audio con FLAC (Free Lossless Audio Codec).

A base de estos archivos FLAC se pueden elaborar rápidamente otros formatos como MP3 o quemar nuevamente un CD de audio”, explica el experto. Con FLAC caben en un disco duro de un terabyte poco más de 2.000 CDs de música copiados: “Esto debe ser más que suficiente. Solo pocos usuarios tienen una colección de CDs más grande”.

DPA.-


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