Cómo mantener sana la microbiótica intestinal

Tiene funciones específicas que resultan claves en el mantenimiento de una buena salud. Del tema opinó Samuel García, coodinador de Punto Saludable.

Se conoce como microbiótica intestinal a las decenas de millones de microorganismos y bacterias que conviven en el cuerpo humano, cada una con una función importante que muchas veces influye en el estado de salud.
Samuel García, coordinador de Punto Saludable del Ministerio de la Provincia de Neuquén, explica que la dieta es fundamental para mantener la microbiótica intestinal sana.


Comer alimentos con bajo aporte energético, ricos en fibras y vegetales, garantiza el mantenimiento de la diversidad y el buen funcionamiento de la flora intestinal. Por lo tanto, adquirir hábitos alimentarios saludables genera una mejora al alterar significativamente la composición de la microbiótica.


El especialista detalla cuáles son los alimentos beneficiosos que la mantienen sana:


Alimentos de origen vegetal como frutas y verduras, que aportan polifenoles con función antioxidante que sirven para mejorar la composición de la microbiótica y su función intestinal.


Alimentos con fibra soluble, prebióticos. Cuando es digerida por los microorganismos del tracto digestivo promueven el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas. Esa fibra se encuentra en el ajo, cebolla, puerro, espárragos, tomates, o ciruelas, así como en cereales como el salvado y en frutos secos como las almendras. También en los productos integrales como el arroz, la pasta o el pan.


Alimentos fermentados con probióticos, porque tienen bacterias y hongos que favorecen la microbiótica intestinal, como es el caso del yogurt, aceitunas, pepinillos agridulces, chucrut, kéfir.

García explica que para mantenerla sana es necesario evitar productos industrializados, comidas congeladas y prefabricadas ya que promueven una microbiótica menos variada y con predominio de bacterias más putrefactivas.
Además, aconseja dejar de lado los alimentos con grasas saturadas y azúcares simples van desde los dulces, los panificados industriales y las bebidas azucaradas. También a las carnes rojas, los embutidos y los alimentos ultraprocesados, ya que son ricos en aditivos, emulgentes y pobres en fibra.


El profesional asegura que la pérdida de la diversidad microbiana está directamente vinculada a un aumento de las enfermedades metabólicas, inmunitarias y cognitivas como la obesidad, el asma, la enfermedad inflamatoria intestinal o trastornos mentales. Por eso, recomienda seguir una dieta sana y equilibrada.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios