Con acento argentino: Gardel, el Che, Evita y Maradona

Argentina será esta semana el corazón de la literatura mundial al protagonizar como invitado de honor la Feria del Libro de Fráncfort, la cita editorial más importante del planeta y, desde esta edición, un foro de referencia para debatir sobre nuevas tecnologías en el sector.

Cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner asista mañana a la apertura oficial, estará dejando atrás dos años de complejos y por momentos muy polémicos preparativos para inaugurar cinco días en los que los ojos de la cultura mundial se orientarán hacia Argentina. Y no sólo hacia su literatura.

La Feria del Libro de Fráncfort (del 6 al 10 de octubre) “es el espacio idóneo para mostrar cómo es un país y la imagen que quiere dar hacia el exterior”, señaló su director, Jürgen Boos, al presentar la edición 62 del evento.

Las cifras explican por qué: Fráncfort es un inmenso escaparate global al que acudirán más de 250.000 visitantes, la mayor parte de ellos profesionales del sector dispuestos a hacer negocios, y unos 12.000 periodistas de más de 90 países.

¿Cómo responder a esa expectativa?

En el año de su bicentenario, Argentina lo intentará con un ambicioso programa que va más allá de las letras y que busca exponer su cultura “en un sentido amplio, abarcando desde sus paisajes culturales hasta su tecnología”, según el comité organizador creado en el país para el evento, COFRA.

Cerca de 60 escritores y 200 libros participan en el proyecto bajo el lema “Cultura en movimiento”. Nunca antes un país invitado había llevado tantos autores y novedades.

Figuras como el premio Cervantes Juan Gelman, los premios Herralde Martín Kohan y Alan Pauls o los narradores Pedro Mairal y Pablo De Santis se complementarán con veladas de tango, 12 exposiciones temáticas, un ciclo de cine móvil y una gala lírica a cargo del director argentino-israelí Daniel Barenboim y el bandoneonista Rodolfo Mederos.

El núcleo de toda esa actividad estará en un pabellón de 2.500 metros cuadrados configurado como un laberinto “sin un orden preestablecido ni unas pautas claras”, según los arquitectos a cargo, que quisieron reflejar así la experiencia de “ser argentino”.

“El trayecto es impredecible: no saber qué puede pasar es parte de nuestra angustia y de nuestra esperanza, de nuestra virtud y espontaneidad, de nuestro ingenio para improvisar”.

Descripción aplicable también al camino cargado de polémicas que recorrió Argentina hacia la feria y que comenzó hace dos años, con el anuncio de los iconos que serían su carta de presentación en el evento: Carlos Gardel, Ernesto “Che” Guevara, Evita Perón y Diego Maradona. Cuatro figuras controvertidas y, en cualquier caso, no específicamente literarias.

Las fuertes críticas que surgieron de inmediato hicieron que pronto se sumaran a la nómina los dos principales escritores del país, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, y que los cuatro nombres iniciales fuesen diluyéndose en el programa.

Pero la mecha estaba encendida y marcó el resto de preparativos. “Siempre terminamos por crear dos grupos y enfrentarnos entre nosotros”, lamentó en diálogo con dpa un editor que decidió no viajar a Fráncfort.

El resultado fue cierta incertidumbre que sorprendió a los siempre organizados alemanes. “¿Qué autores argentinos vienen?”, se preguntaba el blog oficial de la feria hace menos de un mes. “Es la pregunta más frecuente entre los periodistas cuando se trata del invitado de honor Argentina”.

Improvisación y genio. Espontaneidad y potencia creadora. Se trata de “la gran diversidad” de la cultura argentina, compleja, contradictoria y “rica en conflictos, pero también en obras y talentos”, como explicó la presidenta de COFRA, Magdalena Faillace, al presentar el programa.

Más allá de la programación argentina, esta edición de la Feria de Fráncfort ofrecerá otras novedades, comenzando por una fuerte apuesta por las nuevas tecnologías en el sector editorial. “La actual edición será más digital que nunca”, prometen los organizadores.

Bajo el lema “Contenido y tecnología”, el evento estrenará así el concepto “Frankfurt Sparks”, formado por dos apartados.

El primero consiste en un ciclo de conferencias multidisciplinarias sobre la variedad y actualización de los diversos soportes creativos.

El segundo está integrado por los llamados “Hot spots”, seis plataformas temáticas distribuidas en todo el recinto y dedicadas a diversos aspectos del mundo digital.

Figuras de fama internacional como Günter Grass, Ken Follet, Jonathan Franzen o Bret Easton Ellis completan un apretado programa cultural que supera los 3.000 actos y que durante cinco días reúne en un solo recinto a todo el mundo editorial.

Una oportunidad inmejorable para que Argentina deje atrás divisiones internas y asuma su papel de potencia literaria mundial. (DPA)