Con el estrés de la pandemia crecieron las consultas por «dientes apretados»

Por el estrés, la angustia, el miedo, la mayoría muerde con fuerza o hace rechinar los dientes al dormir. Las consultas odontológicas por este tema aumentaron desde que comenzó la pandemia. Requiere tratamiento.

Aprietan los dientes y esperan que la pandemia pase, pero el coronavirus no se va. Los aprietan más fuerte para resistir los problemas económicos, la angustia de no ver a los afectos, las peleas entre los integrantes de la familia cansados del encierro. Aprietan tan fuerte, que todo comienza a doler y la tensión aparece reflejada el aumento de las consultas odontológicas por bruxismo en este periodo de aislamiento.

“Llegan muchos pacientes con este problema. Por lo general, de 10 pacientes, 8 bruxan en alguna medida. Algunos son más sintomáticos que otros, pero en este tiempo, el estrés, los problemas económicos y demás, lo acentúan”, explicó la odontóloga Verónica Fernández y agregó que la mayoría de los casos, tienen un origen emocional, pero también una mala oclusión, o falta de piezas dentarias en la boca, pueden potenciar el problema.

El bruxismo es una patología en la cual se aprieta la mandíbula con fuerza de manera involuntaria, produciendo daño en los dientes, la articulación y los tejidos implicados. Según la odontóloga, hay un bruxismo céntrico, en el que solo aprieta los dientes, y otro que hace rechinar los dientes, con más desgaste. Los dos tipos, requieren tratamiento.

En los niños, es frecuente escuchar el rechinar de los dientes, pero en el caso de ellos es fisiológico, porque están en una transición entre a dentición temporaria y permanente. En ellos, es normal, pero en los adultos es patológico, señala la especialista.

Durante la noche es cuando, por lo general, se aprieta la mandíbula con fuerza de manera involuntaria y provocando daños.

La solución son las placas miorelajantes, dispositivos, que cada vez tienen más demanda. Se usan para devolver los mecanismos de protección al sistema masticatorio.

“Por lo general, el paciente llega con dolor de cabeza, dolor en los dientes, en el cuello, también ruidos articulares (que abre la boca y hace ruido), hasta dolor en el oído. La mayoría lo padece, pero también están los que no tienen síntomas y al revisar la boca, los dientes están gastados por bruxar”, dijo la doctora.

En este sentido, las consecuencias son desgastes dentarios, afecta a la estructura más débil, puede ser el diente, la estructura de sostén del dientes, que es el periodonto. En casos más complejos a la Articulación Témporo Mandibular (ATM), y es un bruxismo muy crónico que requiere de otras terapias.

La placa miorelajante se debe lavar con agua fría y un cepillo dental.

“Para esos casos, cuando el paciente está con mucha sintomatología, se recomienda kinesiología. Los músculos que mueven la boca se palpan y hace un en masajes intrabucal para relajar”, dijo Fernández.

En todo tratamiento, la placa es fundamental, porque si se hace masaje, y no se usa la placa, se vuelve a contracturar. Eso protege las piezas y además relaja los músculos y genera un alivio inmediato.

“En el bruxismo se hace una fuerza muy superior a la que se puede hacer en forma consciente, si les digo ‘aprieten los dientes todo lo que puedan’. Y no solo se bruxa de noche, aunque es lo más habitual. Hay gente que bruxa de día y también se les recomienda usar la placa para el día, mientras trabaja”, explicó Verónica.

Hay casos en los que la destrucción dentaria, producto del bruxismo es muy grave y las coronas, los implantes, son las que más están en riesgo, porque no tienen un soporte natural.

Tengo bruxismo ¿Qué hago?

– El bruxismo debe ser tratado, de lo contrario puede ocasionar daños en los dientes, articulación y músculos involucrados.

Rechinamiento de los dientes y ruidos nocturnos, son algunos de los signos que ponen de manifiesto el problema.

– Usar placas de miorelajación, correctamente diseñadas para dormir, y si el profesional lo indica también en el día.

– Dado que su origen puede ser psicológico o emocional, la psicoterapia puede ser un tratamiento adecuado pero debe ser abordado de forma integral desde varias áreas.

– De acuerdo a la gravedad, también se pueden sugerir la consulta con un kinesiólogo. En este sentido, la kinesiología trabaja de cerca con la osteopatía u otras terapias complementarias para la rehabilitación cráneo-sacra (con maniobras intrabucales que relajan al paciente).


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