Condenaron a 36 años al panadero Domínguez
En junio del 2001 el hombre mató en Plaza Huincul a tres miembros de una familia e hirió a otros tres
El condenado ultimó a balazos a sus vecinos Margarita Mardones, Pamela y Cristina Cofré e hirió a Omar, Brian y Magaly Cofré. El fiscal Oscar Domínguez había solicitado una pena de 39 años de cárcel mientras que el defensor, Miguel Valero, se había pronunciado en favor de la absolución de su cliente aduciendo que sufrió un trastorno mental transitorio al momento de cometer los crímenes.
Domínguez, permanece alojado en la Unidad de detención 31 de esta ciudad. Según quedó establecido durante el debate, Domínguez mantenía una antigua disputa vecinal con la familia de Omar Cofré. Insultos, piedras en los techos y amenazas cruzadas eran moneda corriente en una relación que varios testigos consideraron «enfermiza».
De acuerdo con el relato de personas que desfilaron frente el tribunal, el panadero Domínguez vivía en medio de una crisis de nervios permanente desde que, en diciembre de 2000, recibiera una presunta amenaza de parte de los familiares de Margarita Mardones. «Te vamos a quemar la casa con tu familia adentro» le habrían dicho. Desde ese momento, Domínguez abandonó toda vida social y se limitó a quedarse siempre en la vivienda. «De noche no podía dormir y ponía tarros con agua cerca de las ventanas por si cumplían la amenaza» contó la esposa de Domínguez ante los jueces.
Según quedó acreditado en la causa, Domínguez recurrió a numerosas consultas con la justicia para poner freno a la situación pero nunca logró soluciones desde ese ámbito.
«Esto no tiene solución me voy a mandar una c…» le dijo a principios de 2001 al fiscal de Cutral Co, Santiago Terán.
Finalmente el sábado 21 de junio se produjo el último y más bestial encontronazo entre Domínguez y los Cofré. Con los dos grupos familiares en la vereda un intercambio de insultos y una pedrada que habría impactado contra su esposa desataron la violenta reacción del panadero. Tomó su arma 9 milímetros y comenzó a disparar contra Margarita Mardones a quien abatió casi en forma instantánea. Víctimas de la furia vengadora de sus balas también cayeron Cristian y Pamela Cofré mientras que Omar, Brian y Magaly salvaron su vida milagrosamente. Hasta el chapista Oscar Gómez, ocasional testigo ocular, casi sufre las consecuencias de los disparos. «Dejen que lo mate a este, total ya estoy jugado» les dijo Domínguez a los policías que procuraban detenerlo.
En el debate la defensa intentó centrar la acción de Domínguez en el marco de un trastorno mental transitorio. Para ello se destacó el peritaje realizado sobre el imputado y los propios dichos de Domínguez.
El defensor Miguel Valero cuestionó severamente la falta de acción de la justicia frente a las denuncias y subrayó los permanentes intentos de su defendido por recurrir a instituciones de mediación para evitar que el conflicto se agravara y tomara ribetes trágicos como finalmente sucedió.
Domínguez fue condenado también por las lesiones que le provocó al joven Pablo Velani al cual le aplicó un golpe de puño en medio de una discusión varios meses antes de la tragedia.
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