Condomí, inspirada y original
"Cielo arriba" hay todo un camino del que Verónica Condomí ha dado sólo su primer paso con este disco solista en el que tuvo la excepcional compañía de Ernesto Snajer y Facundo Guevara.
Sentimientos, que se desnudan en una voz que las décadas que lleva arriba de los escenarios, desde su adolescencia, parecen haber madurado. Sentimientos, que no esconden un registro limpio, pero que le permiten a Verónica Condomí internarse en los temas que interpreta hasta encontrarles el alma y compartirla con quienes la escuchan.
«Cielo arriba» se llama su disco solista y en él se funden las músicas de América, tamizadas por distintas influencias que les dan un sabor diferente y original y para el que recurrió a dos músicos como el guitarrista Ernesto Snajer y el percusionista Facundo Guevara, que aportan vuelo y solidez, luciéndose en varios de los temas.
La selección de las 13 composiciones que realizó Condomí permite un acercamiento al folclore argentino, a ritmos cubanos, guatemaltecos y brasileños sin estridencias, en versiones donde prima la calidez y en las que sigue en el camino de la renovación folclórica que la tuvo como vocalista del recordado Músicos Populares Argentinos (MPA) que liderara el Chango Farías Gómez.
Grabado en vivo, salvo tres temas, «Cielo arriba» es uno de los mejores discos del género editados este año. Segura de lo que hace Verónica se atreve a jugar con el blues en una versión única de «Zamba de Lozano», y con el jazz en fragmentos de «Para un amanecer», en la que Javier Malosetti aporta la sonoridad del contrabajo. Una introducción inspirada de Snajer sirve de apertura para la fuerza, sin gritos, de «Chacarera de las piedras» y la emoción se derrama en «Zamba para la guagüita» que su padre, desaparecido en 1976, le escribió a Verónica cuando era una niña y en el homenaje a Jacinto Piedra que es su interpretación de «Te voy a contar un sueño».
No hay un tema que sea olvidable en esta placa, pero sin dudas hay uno que sobresale del resto. Es que si ella ya había cortado la respiración de muchos cuando comenzaba a cantar «Recuerdos de Ypacaraí» con MPA, ahora la retoma y logra lo que parecía imposible: superarse a sí misma, y a la calidez melancólica de la anterior le agrega sensualidad. (S.F.).
Sentimientos, que se desnudan en una voz que las décadas que lleva arriba de los escenarios, desde su adolescencia, parecen haber madurado. Sentimientos, que no esconden un registro limpio, pero que le permiten a Verónica Condomí internarse en los temas que interpreta hasta encontrarles el alma y compartirla con quienes la escuchan.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios