Confían en lograr una propuesta global

Distintos sectores tras "un proyecto de Nación". No asistieron representantes del FMI y el BM.

El diálogo social convocado por el gobierno nacional se puso ayer en marcha con una serie de reuniones entre el oficialismo, la Iglesia Católica, las Naciones Unidas, banqueros, sindicalistas, políticos y consumidores, con la expectativa que en dos meses culmine con con una propuesta «vinculante» que será elevada al Congreso para su tratamiento.

El anuncio lo hizo la representante de la Asociación de Consumidores Argentinos, Patricia Vaca Narvaja, quien aseguró que «la previsión del Gobierno es que en dos meses esté elaborada una propuesta global para ser presentada como nuevo proyecto de Nación», y enviada al Parlamento.

Los encuentros comenzaron en la mañana y estuvieron encabezados por el titular de Cáritas, Jorge Casaretto, junto a los obispos Artemio Staffolani (Río Cuarto) y Juan Carlos Maccarone (Santiago del Estero) durante un desayuno compartido con autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la sede de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, ubicado en Esmeralda 130 de esta capital.

En esa reunión participaron el director regional para el Cono Sur del BID, el brasileño Ricardo Santiago; y el representante para la Argentina de la entidad, Jorge Helena. Aunque estaba prevista la presencia de representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), los funcionarios no acudieron al encuentro y tampoco hubo una explicación oficial.

«La anarquía y la desestabilización es el mayor peligro que enfrenta la Argentina en la actual crisis», advirtió el titular de Cáritas al término de ese encuentro y señaló que el riesgo potencial de que los problemas se agraven «está en todas partes».

Casaretto comentó que encontró una «predisposición buenísima» por parte de las autoridades del BID y celebró que «hasta el momento» no vislumbró «ningún obstáculo» en las conversaciones que encabeza en busca de la unión nacional.

El objetivo de estos encuentros «es ver si podemos ganarle a la violencia latente», completó.

Posteriormente, el obispo se trasladó a la sede de Cáritas, donde continuaron las conversaciones con representantes de bancos y de consumidores.

Por el Gobierno, los interlocutores fueron el vicejefe de Gabinete, Juan Pablo Cafiero, y el diputado José María Díaz Bancalari. También estuvo presente, en rol de mediador, el coordinador del PNUD, el embajador español Carmelo Barturen.

El vocero del encuentro, el periodista José Ignacio López, precisó que el diálogo se llevará adelante bajo dos modalidades, «una propositiva, para escuchar a todos los sectores de la sociedad y otra informativa, para dar a conocer» la actual situación económica y social de la Argentina.

Cáritas funcionará como sede del equipo coordinador del diálogo, ya que cada obispo de los que conforman su cúpula, Casaretto, Staffolani y Maccarone, encabezarán grupos de trabajos que mantendrán reuniones simultáneas con los distintos sectores sociales. (Télam y DYN)

Las centrales sindicales fijaron sus posiciones

Las tres centrales sindicales analizaron, por separado, con representantes de la Iglesia, las Naciones Unidas y el Gobierno, alternativas para resolver la crisis, en el marco del diálogo social convocado por el presidente Eduardo Duhalde.

Del encuentro participaron la CGT oficial encabezada por Rodolfo Daer, y la CGT disidente, a través de Hugo Moyano y Julio Piumato, mientras que por la CTA estuvieron Víctor De Gennaro y Luis D»Elía.

Por el gobierno estuvieron presentes el vicejefe de Gabinete, Juan Cafiero, y el diputado nacional José María Díaz Bancalari, en tanto que en representación de la Iglesia asistieron los monseñores Jorge Casaretto, Juan Maccarone y Artemio Staffolani.

Al término de la reunión, De Gennaro precisó que «aquí lo único que hay que hacer es resolver ya el drama de la pobreza y la desocupación» y advirtió que «la primera concertación que el gobierno debe resolver es el Presupuesto», al sostener que la situación es «tremenda».

«Lo advertimos con toda claridad. No hay tregua, lo único que puede haber es un acuerdo y lo que se discute solamente puede terminar en un acuerdo», opinó el titular de la CTA.

Añadió que «no se puede decir que se va a resolver la pobreza y aprobar un presupuesto como exige el FMI o grupos económicos, que es dejar las cosas como están y ajustar. No hay diálogo si no se resuelve este tema» y dijo que, para la CTA, concertación significa «concertar el Presupuesto».

Por su parte, Moyano anticipó que la CGT disidente presentará en las próximas 48 horas una propuesta económica «que habla de la reactivación a través del aumento de los salarios y las jubilaciones que van a producir un shock de redistribución y consumo» y mnaifestó la predisposición del sector al acuerdo. «La condición es que nos escuchen, nos dejen hablar y que tengan en cuenta nuestra propuesta», destacó Moyano, quien afirmó su disposición a hacer «todos los esfuerzos necesarios para poder superar las circunstancias» y aclaró que el movimiento obrero «tiene gran voluntad de lograr algún consenso».


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