Congestión en el peaje complica el cruce del puente

CIPOLLETTI (AC).- El tránsito en el puente que une esta ciudad con Neuquén es cada vez más caótico. Nuevamente el peaje es motivo de queja para los automovilistas que tienen que sortear largas filas para poder ingresar a la vecina provincia.

La situación está igual que hace casi 10 años cuando sólo existía un puente y no se cobraba peaje comentan, no sin ironía, los vecinos que cotidianamente deben transitar entre ambas ciudades.

Bocinas, roces entre automóviles, filas de casi un kilómetro, quejas y algunos gestos poco amables, recuerdan los días en que cruzar el puente era casi una odisea.

Por ello, los automovilistas reclaman cada vez con más insistencia que la concesionaria Caminos del Valle levante las barreras durante las horas de mayor congestionamiento. Estas coinciden con los horarios en que vecinos de las ciudades del Alto Valle se trasladan a sus trabajos o vuelven a sus domicilios.

Entre las 7 y las 9 de la mañana; al mediodía y entre las 18 y las 20, el puente es casi intransitable.

Esta situación genera roces e incluso accidentes de tránsito que, si bien no llegan a ser graves, generan malestar y mayores demoras.

En cuanto a los reclamos, la empresa informó que el levantamiento de las barreras no está previsto en el contrato de concesión que tiene Caminos del Valle. Esta medida «sólo rige en los accesos a la provincia de Buenos Aires y estipula que deberá concretarse cuando hay una demora de 5 minutos o más de 15 automóviles por cabina», aseguró Pablo Sabalich, vocero de la firma.

Para la empresa, el tránsito se agilizaría si mayor cantidad de automovilistas adhieren al telepeaje. Para ello, aseguró Sabalich, el costo del dispositivo bajó de 90 a 15 pesos e incluso quienes utilicen el sistema pagarán una tarifa menor ya que «superando los 20 viajes hay un descuento del 10 por ciento».

Lo cierto es que actualmente no hay muchos adeptos al telepeaje y el problema pareciera no tener solución en el corto plazo. El tercer puente, que podría descongestionar algo la situación, recién estaría habilitado en el 2008, sólo si se cumple con los plazos previstos por la Nación para construir y habilitar los accesos tanto desde Cipolletti como desde Neuquén.

Las mayores dificultades se producen en el acceso a la rotonda, porque al no haber una circulación fluida en las cabinas, se congestionan los dos carriles de acceso. Lo mismo ocurre a la salida del peaje e ingreso al puente nuevo. Varios automovilistas que salen al mismo tiempo deben encarrilarse en sólo dos vías.

El aumento del tránsito en los puentes es producto de varios factores, pero básicamente tiene que ver con el crecimiento del parque automotor en las ciudades del Alto Valle, la transformación de Neuquén en un centro cultural, social y comercial de envergadura y porque muchas personas que trabajan en la vecina capital prefieren a Cipolletti como lugar de residencia.

La odisea en el peaje no sólo la padecen los automovilistas sino también quienes se movilizan en micros interurbanos. En los horarios claves, más de una vez los pasajeros no pueden llegar a horario a sus lugares de trabajo por las demoras que se generan en las cabinas.