Coronavirus: »es incontable la cantidad de gente que tosía en el avión»
El basquetbolista que milita en España es el primer deportista con coronavirus en territorio nacional, aunque ya no tiene síntomas. Contrajo la enfermedad en Europa y luego viajó a Argentina. Según contó, en su vuelo había muchos más pasajeros con síntomas de los que habían avisado.
El caso de Facundo Corvalán es significativo por la varias razones. Además de ser el primer deportista nacional que da positivo de coronavirus en suelo argentino, contrajo la enfermedad en España. El basquetbolista está afectado por el brote que puso en alerta sanitaria a todo el mundo, luego de arrojar resultado positivo el examen que le practicaron en el Instituto Malbrán.
El jugador, de 21 años y oriundo de la ciudad bonaerense de Junín, había regresado al país la semana pasada, procedente de Europa, donde se desempeña en el Real Canoé de la Liga LEB Oro del ascenso español. El base juninense regresó a Buenos Aires y fue directamente a internarse al hospital Abraham Piñeyro, de su ciudad natal, a partir de experimentar cuadros de fiebre alta y síntomas propios de la pandemia.
Es uno de los contagiados entre los 18 que se comprobaron durante la jornada del miércoles, según lo informado por el Ministerio de Salud de la Nación.
Su madre, Silvina Pascucci, se sometió a los mismos exámenes y no está afectada.
Corvalán, que surgió en la Liga Nacional en Ciclista Juninense y debutó en la temporada 2014-2015. El base, que pasó por la selección argentina, también vistió la camiseta de Bahía Basket entre 2015 y 2019, antes de partir hacia España, donde fue fichado por Real Betis, que luego lo prestó al Canoé.
Tras arribar desde España, Corvalán se sometió automáticamente al protocolo de aislamiento que aconsejan las autoridades sanitarias en estos casos. Lo mismo ocurrió con su madre. Ambos pasaron internados, aislados y sin fiebre, en los últimos dos días.
El jugador se expresó a través de sus redes sociales y dejó un testimonio preocupante: “Estoy orgulloso de mi mamá y de mi, por que los médicos, infectólogos y demás profesionales de la salud nos felicitaron por la forma en la que actuamos. Les pido que se preocupen por la gente que circula sin mencionar sus síntomas y no en las personas que cumplimos las prevenciones para cuidarnos y cuidar de todos. Por ejemplo, en el vuelo en el que llegué, fue incontable la cantidad de gente que tosió durante todo el viaje. En la declaración jurada, solamente 4 fuimos sinceros avisando de nuestros síntomas y aceptando hacernos controles una vez aterrizados en Ezeiza”.
Una historia que preocupa a todos y probablemente no sea la única con estas características.
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