Coronavirus: para evitar aglomeración, Bariloche cambia el sistema de atención

En las últimas horas, el centro de Bariloche ofrece otra postal.

Un kiosco ubicado a pocos metros del Centro Cívico modificó el régimen de atención. «Abierto! por ventanilla», se lee en un cartel pegado sobre una reja en la entrada que separa a los empleados de los clientes.

«Buen día. ¿Qué le doy?», dice un joven con barbijo y guantes de látex a una mujer. Busca lo solicitado, recibe el dinero de la mujer, se lo alcanza a otra empleada que rápidamente le entrega el vuelto que le da a la mujer. La escena se repite una y otra vez.

«Estimados clientes: por razones de público conocimiento respecto a la emergencia sanitaria, los trámites presenciales solo serán para la entrega de tarjetas de crédito, débito y plazos fijos», dice un cartel en el Banco Nación en la calle Mitre donde decenas de personas forman una hilera.

Una policía de Río Negro en la puerta de la sucursal bancaria de la calle Mitre permite pasar a la gente que aguarda afuera cada vez que sale alguien. «Adentro solo puede haber 10 clientes», explicó.

La siguiente en entrar al banco es Griselda. «Hace una hora que estoy esperando y hace mucho frío. Nos hacen esperar afuera donde también estamos expuestos a todo. Yo vine con mi nene que es chiquito y hay mucha gente mayor», dijo la mujer.

Más atrás, María reconoció que concurrió al banco sabiendo que debería esperar. «Estoy acá desde hace una hora y media pero es para cuidarnos», planteó.

Detrás, Jorge coincidió: «Todo lo que sea preventivo bienvenido sea. Hace frío pero hay que salir abrigado. Me parece que la medida es correcta».

En el edificio de Aerolíneas Argentinas, una agente de la Policía Federal restringe el ingreso. La gente también aguarda afuera a una distancia considerable.

«Solo tres personas pueden ingresar porque hay tres empleados atendiendo», explica la policía.

Mariana espera su turno junto a su novio. Son turistas de Capital Federal y ante la situación de emergencia sanitaria, decidieron adelantar el regreso. «Venimos a ver si podemos cambiar los pasajes. Nos agarró todo esto acá y preferimos volvernos», dijo la mujer.

Su pareja agregó: «Llegamos el sábado a la noche así que poco y nada pudimos hacer. Sólo subir al cerro Campanario. Está bien. No es aconsejable la concentración de gente por eso queremos volver».

En muchos comercios, el alcohol en gel se ofrece en los mostradores.

«¿Cuándo se podría hacer la excursión a Isla Victoria?», pregunta una mujer en una agencia de turismo. «Nadie puede saberlo, señora», le responde con amabilidad una empleada.

«Hoy resultó un poco mejor pero ayer la gente se enojaba con nosotros por la decisión de Parques Nacionales de cerrar el parque. Hoy vinieron muchos a preguntar qué otras opciones hay. Quieren hacer algo pero no se puede», explicó la mujer.