Crece el escándalo por la toma de la comisaría

La jueza de instrucción María Angélica Crotto le exigió ayer a la Procuración General que «aparte» de las causas en las que ella interviene a los fiscales José Campagnoli y Norberto Quantin, quienes, como ex funcionarios del Gobierno, quedaron sospechados de haber desoído su orden para desalojar la comisaría 24, tomada por un grupo de piqueteros el pasado 26 de junio.

Sin embargo, el procurador general Esteban Righi ignoró anoche el pedido de la magistrada y le recomendó excusarse si siente algún inconveniente que le permita trabajar con esos funcionarios del Ministerio Público.

Por eso, la propia jueza admitió que se alejará por «violencia moral» de todas las causas que deban compartir, ya que esos fiscales habían puesto en duda su desempeño.

No obstante, Crotto dejó en claro que esta situación «repercutirá inevitablemente en desmedro del justiciable y de una mejor y más pronta administración de Justicia» para la ciudadanía.

Así, la Justicia abrió un nuevo capítulo en la polémica causa por el copamiento de la comisaría 24, en la que están imputados Campagnoli, Quantin, el comisario desplazado Cayetano Grecco y el piquetero D'Elía, entre otros.

Tras el abrupto alejamiento de Beliz del Ministerio de Justicia, Quantin y Campagnoli volvieron a sus puestos como fiscales.

El primero -quien fue secretario de Seguridad Interior- regresó a su cargo ante la Cámara del Crimen porteña, mientras que Campagnoli -el ex subsecretario de Seguridad que negoció con los piqueteros dentro de la comisaría- fue asignado ahora a la fiscalía de La Boca.

Justamente, el juzgado de Crotto entrará «en turno» el lunes próximo con la comisaría 26, que depende de la fiscalía de La Boca. Y así se repetiría entonces el escenario judicial que se vivió en la noche del 26 de junio, cuando el piquetero Martín Cisneros fue asesinado en su casa y un grupo de sus aliados copó la seccional 24 exigiendo la detención del homicida.