Crisis frutícola: los sectores opinan sobre el momento que vive la actividad

Con un muy bajo nivel de autocrítica, referentes de la Cámara Empresaria, de la Federación de Productores y del gobierno provincial volcaron sus argumentos ante los problemas estructurales que sufre la actividad. Mucho diagnóstico y pocas ideas para revertir esta crítica situación que está viviendo el Valle de Río Negro y Neuquén.

Alberto Diomedi: “Hay que cuidar la información, para no perjudicar más de lo que estamos”

Diomedi defendió su gestión y no asumió ninguna responsabilidad por la crisis.

Alberto Diomedi no realizó una autocrítica a su gestión de ya cinco años en el gabinete, primero como secretario de Fruticultura y en la actualidad al frente de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro. Considera que “hay que cuidar la información” y analizar qué es lo que se publica en los medios “para no perjudicar más de lo que estamos. Nunca damos una buena noticia de la fruticultura. Sobre los reclamos de los productores aseguró que “es más de lo mismo” destacando que el “Frutazo” no suma a ningún tipo de cambio.

P: ¿Qué expresa el “Frutazo” en Plaza de Mayo para el gobierno rionegrino?

R: Es más de lo mismo. Hay cosas con las que no estoy de acuerdo. Hacer tanto diagnóstico, porque en definitiva siguen perjudicando. No es una cuestión interna que queda en cuatro paredes. Es una cuestión externa, que va al mundo y lo que habló el diario (NdR: el informe titulado “Réquiem por la fruticultura”), lo que fue el “Frutazo”, el mundo lo sabe. Mis amigos de Europa -con los que estudiamos juntos el tema frutícola- me escriben y yo me entero antes de las noticias por ellos, porque tienen cinco horas de diferencia. Toda la gente que está relacionada a la actividad -investigación, implantación, comercialización, industria- lee todas las noticias del mundo. Y está bueno que se lea, pero a nosotros nos desfavorece muchísimo el aspecto comercial, porque se habla de las variedades, de los problemas de sanidad, de los problemas de abastecimiento, de la decadencia del Valle, de tantas cosas que faltan…

P: ¿Y qué hay que hacer? ¿No hablar más de eso?

R: La medida es cuidar la información, para no perjudicar más de lo que estamos. Nunca damos una buena noticia de la fruticultura.

P: Porque casi no hay…

R: Yo creo que sí. Hay cosas que no se dan o a veces no se quieren hacer. Lo que quiero decir es que se están perdiendo negocios con Europa, con China no figuramos, bajamos más del 50% las exportaciones, las políticas nacionales que son las que complican esta situación, el puerto de San Antonio que pasó de 300 embarques a 34 y este año menos…

P: ¿Y eso se solucionaría si no se habla del tema en los medios?

R: No digo que no se hable. El problema es cómo llega la información. Y digo esto porque el problema con la frontera de Brasil tuvo dos componentes importantes: uno, lo que pasó realmente, pero también que el organismo de sanidad de Brasil consideró acreditado que había carpocapsa porque leyó declaraciones del presidente de la Federación de Productores. Lo expuso en el acto. Por eso digo que tengamos cuidado todos, si queremos ayudar. Y ahí está la pregunta clave: ¿queremos hacer los cambios que hacen falta?

P: ¿Hay alguien que no quiere? ¿Quién querría perjudicar a la actividad?

R: No hablo de hacer daño, pero son políticas cerradas. Lo dije en el Consejo Federal Agropecuario. Si no hacemos un cambio se va todo al diablo. Si un senador de la Nación me dice que tenemos que ser como Chile, que el senador de la Nación haga lo mismo que el senador de Chile. Los aportes y contribuciones míos son el 50% y el de un chileno el 2%. El rendimiento productivo en Chile es del 80%, el mío un 50%.

P: ¿Y qué no se hizo hasta el momento? El gobernador dice que la fruticultura es su tema pendiente…

R: ¡El mío también! Si me convocó a trabajar se entiende que es porque tengo mis cosas hechas, mi trayectoria y como productor no me va mal. Pero el tema es el conjunto. Si quieren hacer un cambio. ¿Los fruticultores están dispuestos a hacerlo? ¿Hay un programa nacional para hacerlo? Hay programas para cereza, para frutos secos… le pregunté a Etchevehere, a Sica ¿cuánto tenemos nosotros? No supieron responderme.

P: ¿Y el gobierno provincial hace una autocrítica? Usted fue secretario de Fruticultura y luego ministro. ¿En cinco años no se pudo hacer nada?

R: Nosotros pusimos muchísimo dinero, pero el efecto que esto tiene no sirve de nada. ¿Por qué? Primero regalábamos dinero, era un barril sin fondo y los actores se seguían cayendo, por la fuerte presión impositiva, por un no cambio en la fruticultura, y esto hacía que cueste más producir y estés menos presente en los mercados. Rusia pide fruta de calidad y Chile la tiene. Nosotros no, porque no hicimos el cambio. No hacemos el cambio porque no tenemos dinero. Entonces el gobierno de Río Negro qué hizo. El Libro Blanco, que fue un poco ‘la locura’ que le metí en la cabeza al gobernador. Era empezar de nuevo. Y no lo aceptaron. No lo aceptó la sociedad. Era promover lo asociativo, comprar máquinas en conjunto… un tipo de cinco hectáreas no puede tener un tractor que cuesta 50.000 dólares.

P: Entonces es un problema de comprensión de la sociedad ante el plan del gobierno. ¿No hay autocrítica?

R: Lo que sucede es que pusimos muchísima plata, pero se necesita mucha más. El Libro Blanco eran 500 millones de dólares. 100 millones por año y empezamos a hacer el circuito, para que el primer préstamo tenga devolución a los cinco años y con eso seguíamos. Y no lo quisieron tomar. Nadie lo aceptó.

P: ¿Quiénes?

R: El conjunto de los productores, el conjunto de CAFI. Pero tampoco tomaron el que hizo Cristina, el que hizo De la Rúa. Nunca tomaron nada. Entonces la pregunta es ¿lo quieren hacer? Por eso ahora nos concentramos en los que quieren avanzar, con líneas de crédito blandas para reconversión e insumos.

P: Lleva cinco años en el área, llevó al gobernador “la loca idea” del Libro Blanco, todo el arco político lo rechaza… ¿cómo hace para seguir? ¿tiene pensado seguir en el ministerio?

R: No se quieren sentar todos los actores. La Federación no se quiere sentar con CAFI a discutir el futuro de la fruticultura. Hay que sentar al gremio de la Fruta, al gremio del Hielo, UATRE, las universidades, el INTA… hacer un acta y decir “este es el norte” y que nadie se salga de ahí. Es lo que intenté hacer desde el primer día y no se logra porque no se quieren sentar entre ellos. Entonces lo que vamos a hacer es pedir el cambio impositivo, que es lo que nos está asfixiando.

P: Decía recién que le fue bien a nivel personal como productor. ¿Qué no hizo bien el resto que hoy tenemos tantas chacras abandonadas?

R: Es un proceso de 30 años atrás o más. La cuestión etaria es un tema complejo. Por otro lado, nunca tuvimos una política clara para definir a dónde vamos. Yo veo que el gobernador quiere ir para un lado, con la ganadería, el forraje, a la forestación, a la horticultura, todo va. Y esto no va.

P: Pero esto es mucho más serio. Es la actividad con más mano de obra intensiva.

R: Está bien, pero esta fruticultura tiene que tener menos manos de obra intensiva y más mano de obra calificada, que es lo que no se quiere hacer. Por eso quiero sentar a los gremios.

P: ¿Quién resuelve todo esto? ¿Nación? ¿Ahí está la llave?

R: Son políticas de Estado para hacer. La fruticultura en el mundo crece. El único valle que se está autodestruyendo es el nuestro. Por más que se vaya a Buenos Aires, que se haga un “Frutazo”, si no hay un acuerdo entre todos para ir adelante, no vamos a salir.

P: No me contestó si va a seguir o no en el gobierno. ¿Tiene intenciones de continuar?

R: Si, tengo ganas, pero sé que mi fecha de vencimiento es el 10 de diciembre. Si me convoca la nueva gobernadora estaré. Pero como productor, cerrar una carrera con un cargo tan responsable como este y recorriendo la provincia como la recorro y los cambios que hemos hecho, la verdad que es excelente. Mi asignatura pendiente es esta, pero le hemos puesto muchísimas fichas.

PERFIL

Alberto Diomedi es un productor de Allen que proviene de una de las familias tradicionales del sector. Se ligo a la política en septiembre de 2014 cuando el gobernador Weretilneck le ofrece el cargo de secretario de Fruticultura. Tiempo después, en febrero de 2017, asume como ministro y hasta el día de hoy mantiene el cargo. Su gestión coincide con el peor momento de la fruticultura del Valle de los últimos tiempos, con el abandono masivo de chacras y expulsión masiva de productores del sistema.


Horacio Pierdominici: “Tendríamos que haber dejado todo en la planta ver si reaccionaban”

Pierdominici, crítico con todo el arco político provincial y nacional.

De cara a un futuro que ven “muy sombrío”, los productores suman días de reclamo en Buenos Aires. Esperan ser recibidos, respuestas, soluciones. “La semana que viene tenemos que empezar con los trabajos culturales y no tenemos fondos para encarar eso. Es histórico la primera falencia es la falta de rentabilidad de la actividad”, subrayó.

P- ¿Una autocrítica?

R- El haber cosechado. Tendríamos que haber dejado todo para ver si reaccionan. Decir aquí no hay fruta para nadie y que se sumen 60 o 70 mil desocupados más. Ahora, ¿De qué sirvió cosechar si no tenemos un peso y tenemos deudas? Decir basta, no va a haber más trabajo para nadie y que vaya toda la gente a pedir plata al Estado. Eso es una medida contundente. Hay que hacer cosas de fondo. Cortar una ruta o traer fruta a la plaza, eso no sirve. Acá los políticos quieren ganar elecciones, no hacer políticas.

P- ¿Se considera formar asociaciones para cerrar acuerdos y comercializar ustedes mismos?

R- Antes había cooperativas y se peleaban los socios. Hoy tenés que armar algo serio: alquilar un galpón, hacer el servicio de galpón, pero el Estado tiene que hablar con los gremios. Otro tema es tener la fruta, comercializarla… y en el valle tenemos gravísimos problemas de sanidad.

P- ¿Por qué no se puede cerrar un acuerdo con el gobierno provincial para activar un plan de frutas para escuelas, tal como se hizo con Buenos Aires?

R- El gobierno radical compraba la fruta a Mendoza. Acá hay muchos interesados. Ojalá que dure el comercio con Buenos Aires. Hay que hacer las gestiones, pero todo lleva tiempo. Está en agenda de la Federación.

P- ¿Un plan B para continuar la lucha?

R- Ponerse firmes para que el gobernador nos acompañe a Buenos Aires, de otra forma no nos van a atender. El gobernador dijo que era una materia pendiente la fruticultura, tendría que estar con nosotros acá. Sino iremos a Viedma y a Neuquén a hacer reclamos también.

PERFIL

Horacio Pierdominici es Presidente de la Cámara de Cipolletti y protesorero de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén 56 años Segunda generación familiar de chacareros. Produce pera y manzana en 65 hectáreas en Cipolletti y comercializa la mayor parte de ella en forma particular.

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Agustín Argibay: “Los gobiernos provinciales son los que tiene que tomar la iniciativa”

Argibay fue muy crítico con los gobiernos provinciales.

“Todos los actores conocen lo que está pasando. Es el momento en que pasen a la acción”, remarcó Argibay desde la CAFI. Para dicha cámara, “los gobiernos provinciales son los que tienen que tomar la iniciativa, principalmente el de Río Negro. No pueden mirar al costado mientras se derrumba la principal actividad económica de la región que más empleo genera. El gobierno provincial tiene que hacer un plan para todos los actores reales en condiciones de continuar. Todos los actores tenemos que trabajar en conjunto, se deben superar los prejuicios. La crisis pega a todos por igual, no hay salvatajes individuales.

P- ¿Por dónde consideran que se debería comenzar a atacar para enfrentar y superar la crisis?

R- Para nosotros tenemos tres temas esenciales que se deben atacar. El primero: la recuperación de la rentabilidad del sector, la eliminación de los derechos de exportación y la baja de impuestos. El segundo es un plan sanitario integral que ataque a toda la región productiva. Que sea drástico y definitivo. Y tomar conciencia de que el abandono de uno perjudica a todos. El tercer tema es abrir nuevos mercados como china e India. Y mantener los mercados abiertos como Brasil.

P- ¿Una autocrítica?

R- El país no pone las condiciones necesarias y esto viene hace años en decadencia. Hay gente que está trabajando bien, y otras que han quedado y no van a poder seguir. Eso hay que reconocerlo. La CAFI tiene el desafío de mantener la existencia de la empresa y la responsabilidad enorme de subsistir por sus trabajadores. No se pueden crear enemistades entre los actores.

P- ¿Tener atomizadas las organizaciones no los hace perder poder? ¿Se analiza unificarse con otros productores del país?

R- Estamos en diálogo con productores de cítricos, cereza, arándanos en forma permanente. Hacemos planteos en conjunto, pero la situación del valle es propia. La realidad está apretando y tenemos que ponernos en marcha ya.

P- ¿Por qué se da esta dicotomía entre ganadores y perdedores?

R- Pasa en todo el mundo y en todas las actividades. Hay sistemas productivos que han evolucionado y otros que no. Es una actividad compleja. Hay empresas que no están más y si no existe, no compra fruta. Algunas caen y otras siguen adelante. La realidad es que hoy la principal empresa no está. Expofrut compraba la mitad de la fruta del Valle, eso es un drama. Y lo mismo pasó con Moño Azul y otras más. 

 P- ¿Considera que la CAFI tiene responsabilidad a la hora de negociar los incrementos salariales y que se llegue acuerdos desmedidos?

R- No fue desmedido. La inflación en la zona fue del 50% y del incremento salarial del 43%. Uno trabaja con personas que hay que respetar y un sindicato que tiene sus pautas. Tenemos que negociar contrarreloj porque se tiene que hacer la cosecha. Hemos arreglado por debajo de la inflación. Tenemos gente que tiene que comer y no son ingresos altos. Nosotros trabajamos con una espada en la cabeza que es la cosecha, si se pierde fruta o no entra en los frigoríficos, el mal es mayor. Es una solución más difícil cuando hay conflicto, y lamentablemente vivimos en un país con inestabilidad en su moneda.

PERFIL

Agustín Argibay es Presidente de Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) desde el año pasado. Vive en Cipolletti y iene 72 años, 36 años vinculado a la actividad siendo gerente de la firma Kleppe durante décadas. Es Licenciado en Economía.

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