Cristina y Lugo inauguraron cota de 83 metros de Yacyretá

La presidenta Cristina Fernández y su par paraguayo Fernando Lugo inauguraron ayer el nivel definitivo de la central hidroeléctrica de Yacyretá en la cota 83, luego de 37 años de la firma del Tratado Binacional y 27 del inicio de las obras del emprendimiento argentino-paraguayos, definido en su momento como un “monumento a la corrupción”.

El acto oficial estuvo rodeado de protestas y movilizaciones en ciudades paraguayas cercanas a la represa y en Misiones. Vecinos y grupos sociales alertaron por las inundaciones que originó y la falta de obras de atenuación de crecidas de los ríos. (Ver recuadro)

La primera mandataria destacó la obra como “muy importante, definitoria para ambos países”, ya que permitirá “producir energía para sostener el crecimiento económico”.

“Sin energía no vamos a poder seguir creciendo a este ritmo”, puntualizó la presidenta, para agregar al respecto que, además de Yacyretá, en setiembre de este año se inaugurará la central nuclear de Atucha II.

Fernández y Lugo arribaron a Misiones, donde fueron declarados “visitantes ilustres” por el gobernador Maurice Closs, luego de participar en Buenos Aires de la inauguración de la “Casa de la Patria Grande Néstor Kirchner”.

Del acto, llevado a cabo en la costanera de la ciudad de Posadas, también participaron, además del anfitrión Closs, los gobernadores de Corrientes, Ricardo Colombi, y de Formosa, Gildo Insfrán, además del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y los ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y Economía, Amado Boudou.

“Es sorprendente que hayan debido transcurrir 37 años de la firma del tratado”, indicó la presidenta, quien consideró a Yacyretá “una parábola de lo que nos ha pasado a los argentinos, los paraguayos y a la región” que “estuvo parada durante años, porque un país que no produce, que no tiene obreros ni industria, no necesita energía”, en referencia a la década de los ‘90.

La presidenta aseguró que por las demoras en la elevación de la cota al nivel definitivo de 83 metros se corrió el riesgo de un deterioro irreversible de las turbinas.

Yacyretá (del guaraní “tierra de la luna”) pudo ser finalizada a más de 27 años del inicio de las obras y 37 de la creación de la Comisión Técnica Mixta, en un proceso criticado por haber representado un costo notoriamente superior al previsto, lo que dio lugar a que el ex presidente Carlos Menem llamara a la central “el monumento a la corrupción”.

El funcionamiento a pleno de Yacyretá permitirá ahora producir casi 60 por ciento de la generación hidroeléctrica de la Argentina (22 por ciento del total de la electricidad que se consume al año) y atender un nivel similar de la demanda del Paraguay.

De acuerdo con lo señalado por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el avance de la cota 76 a 83 permite “un adicional de 8000 Gigavatios h/año de energía que se entrega a los Sistemas, y un plus de 1600 megawats de potencia”.

La potencia adicional “equivale en 1,2 veces al Complejo Hidroeléctrico que comprende las centrales El Chocón y Arroyito”, añadió la EBY.

Años de demora

La central hidroeléctrica, con 20 turbinas, debió esperar hasta este mes para poder producir a pleno los 3.100 megavatios (MW) por hora de potencia instalada gracias a la elevación de la cota de su embalse a 83 metros sobre el nivel del mar.

“Como es energía hidroeléctrica contribuye a diversificar la matriz primaria y eléctrica que depende mucho de los hidrocarburos.

Desde el punto de vista regional es una obra relevante de integración que debe ayudar a madurar acuerdos para otras obras binacionales de energía hidro como Corpus (con Paraguay) y Garabí (con Brasil)”, declaró a dpa el ex secretario de Energía Daniel Montamat.

Según el ex funcionario, Argentina necesita incorporar alrededor de 1000 MW de potencia por año para acompañar el crecimiento económico.

El costo de la monumental obra multiplicó varias veces el presupuesto original y según estimaciones de la prensa argentina habría superado los 13.000 millones de dólares.

(DyN/AFP y AP)

Argentina y Paraguay inauguraron la obra de elevación del embalse a su cota máxima: 83 metros.