Cuando la vida es color gris

Tienen dificultades para diferenciar el blanco del negro.

De ellos se suele decir que siempre ven el medio vaso vacío, o que lo ven todo gris. Pero lo que hasta ahora parecía sólo una frase, encierra una verdad.

Al menos eso sostiene un estudio reciente de la Universidad de Friburgo (Alemania), que reveló que la retina sufre ciertos cambios cuando los individuos se encuentran deprimidos. Y esos cambios son lo que generan que no vean el mundo como lo ven las personas optimistas o más alegres.

Según este informe, la depresión es un trastorno del estado de ánimo cuyos síntomas más habituales son el abatimiento y la infelicidad. El hecho de que las personas deprimidas vean el mundo gris, realmente depende del cristal con que lo miran: la retina. Los pacientes con diagnósticos depresivos presentan dificultades para diferenciar entre el blanco y el negro.

En un informe que publicó el diario “Clarín”, el doctor Gustavo Corra, de la Asociación Psicoanalítica Argentina, explicó: “alguien deprimido no sólo cerrará su percepción a los colores brillantes sino que estará cerrado a toda percepción que no refleje su depresión. Se verá más atraído por una música triste que por una alegre, y posiblemente la tragedia le interese más que la comedia”.

Los científicos alemanes combinaron técnicas de neuropsiquiatría y oftalmología para intentar descubrir porqué la gente deprimida “ve el mundo gris”.

El estudio se llama electrorretinograma, una prueba equivalente al electrocardiograma para las mediciones del corazón, que consiste en registrar los cambios de potencial eléctrico que sufre la retina cuando recibe estímulos luminosos.

Realizaron este estudio a 80 personas, 40 depresivas y 40 sanas, constatando un menor contraste retinal en los pacientes depresivos.

Para el doctor Harry Campos este estudio “demuestra que el gris y la vida sin color, no serían simples metáforas de los artistas. Más bien parece ser la descripción más ajustada de lo que el hombre embargado por la melancolía ve efectivamente”.

Campos insiste, además, en que el avance más importante puede ser a futuro. “Tal vez la mensura de la magnitud del color perdido pueda dar cuenta de la intensidad de un cuadro depresivo y darnos una expectativa con respecto a la posible evolución”, aventura.

Los psicólogos coinciden en que la depresión es de los “flagelos más grandes del último tiempo”.


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