Culpan a barras bravas y policías por el fin de los recitales en los estadios
Las convocatorias a las “misas” del Indio Solari y sus bandas surgieron tras reiteradas denuncias de “pedidos de coimas de barras bravas y la policía bajo amenaza de plantarnos un muerto”.
El Indio Solari y sus compañeros en Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota realizaron shows en grandes estadios de la Capital Federal y alrededores como Huracán, Rácing y el Monumental de Ríver Plate en el 2000.
Pero constantemente Solari y la manager de los Redondos, Poli, se quejaron de “los pedidos de coimas de las barras bravas y la policía bajo la amenaza de armar lío y plantarnos un muerto”, situación que los obligaba a salir de la capital federal y buscar otros lugares.
Esta visión sobre los clubes de fútbol es compartida hoy por el más experimentado de los productores argentinos Daniel Grinbank, quien en 2016 le dijo a Télam que “no hago más conciertos en clubes de fútbol mientras las barras bravas mantengan su actual status quo”.
Según la mirada de grandes productores como Grinbank y José Palazzo, creador del Cosquín Rock, sólo quedan afuera del control de las barras, aquellos estadios que están manejados por gobiernos provinciales o municipales como el Único de La Plata, el Mario Alberto Kempes, de Córdoba, y el Minella, de Mar del Plata.
Al vivir en primera persona lo que ellos denunciaron “aprietes policiales y de las barras”, es que la producción de los Redondos pasó a realizar shows en Mar del Plata, o en localidades más pequeñas como Tandil, Olavarría o Villa María.
A pesar de que tales cantidades de gente hacen casi imposible observar o escuchar un show en buenas condiciones, los fans siguieron concurriendo por el solo hecho de participar en la “misa”.
Mayoría de provincia de Buenos Aires
En cuanto a la residencia de los heridos, la mayoría son de localidades de la provincia de Buenos Aires -como Ituzaingó, San Nicolás y Zárate-, pero también hay internados de otros distritos, como San Juan y Santiago del Estero.
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