50 años de “Rock ‘N’ Roll”: la historia del disco que John Lennon grabó para pagar una vieja deuda
Editado el 17 de febrero de 1975, fue la solución a una disputa legal que el exBeatle tenía por “Come Together”.
El 6 de octubre de 1969, The Beatles editaron en Estados Unidos el single “Come together” con “Something” del Lado B. Ambos temas eran parte del disco Abbey Road, publicado un mes antes. Lo que nadie supo entonces fue que aquel día de octubre comenzaba a gestarse un disco solista de John Lennon.

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Apenas editado “Come together”, el editor discográfico Morris Levy notó de inmediato que la exitosa canción de The Beatles bastante parecida en varios aspectos a You Can’t Catch Me”, compuesta por Chuck Berry en 1956 y cuyos derechos le pertenecían.
Levy comenzó a hostigar judicialmente a Lennon, quien negaba tal parecido, aunque nunca dejó de reconocer que algo de “You Can’t Catch Me” había en su “Come Together”.

En la célebre entrevista con la revista Playboy, John Lennon decía al respecto que “Come Together es yo, escribiendo oscuramente alrededor de un viejo tema de Chuck Berry. Dejé la frase ‘Here comes old flat-top’. No se parece en nada a la canción de Chuck Berry, pero me llevaron a juicio porque admití la influencia una vez hace años, podría haberla cambiado por ‘Here comes old iron face’, pero la canción sigue siendo independiente de Chuck Berry, o de cualquier otro en la tierra”.
En su momento, cuando Lennon le mostró a McCartney su composición para Abbey Road, el bajista le hizo notar a su compañero cierto parecido entre “Come Togheter” y el clásico de Chuck Berry. Lennon ralentizó el ritmo de la melodía y «Macca» le agregó una original línea de bajo. Pero los arreglos no fueron suficientes para que Levy dejara de insistir con el parecido.
Ante la posibilidad cierta de llegar a la Corte por este asunto, Lennon le propuso a Levy un acuerdo extraoficial: grabar tres canciones de su catálogo en un próximo disco solista. Levy aceptó, pero el disco recién saldría varios años después y luego de una serie de inconvenientes, algunos de ellos inverosímiles, pero muy acordes a la vida que llevaba Lennon a mediados de los ‘70.
A fines de 1973, tras editar su cuarto álbum de estudio “Mind Games”, que fue muy criticado, por cierto, Lennon se separó de Yoko Ono y se mudó a Los Ángeles dando comienzo a una larga temporada de caos y creación en la Costa Oeste. Aquellos dieciocho meses a los que el propio Lennon llamó “Fin de semana perdido”, el exBeatle grabó dos discos por su cuenta, produjo discos de Ringo y Mick Jagger, se reencontró con Paul McCartney y se revinculó con Julian, su primer hijo.


Todo ese tiempo Lennon estuvo acompañado por su asistente personal y amante May Pang, quien, bajo la supervisión de Yoko, trató de encausarlo para recuperar su matrimonio, algo que finamente sucedió.
Pero volvamos a los caóticos, etílicos y narcóticos días de 1973. Cuando Lennon se dispuso a cumplir con el acuerdo, revisó el catálogo de Levy para seleccionar las tres canciones acordadas y se dio cuenta de que el estilo de aquellas viejas canciones nada tenían que ver con cualquier idea suya para un disco actual, por lo que resolvió hacer un disco completo de clásicos del rock and roll de los ‘50.
Lennon convocó al excéntrico productor Phil Spector, quien había estado a cargo de Let it Be, de Los Beatles; y del os primeros discos solistas de Lennon, Imagine entre ellos. A cambio, Spector pidió el control absoluto sobre el disco. Lennon aceptó y fue el segundo error. El primero había sido contratar a Spector.
Y Spector reunió verdadero dream team de músicos sesionistas de la época: los guitarristas José Feliciano, Steve Cropper y Larry Carlton; los tecladistas Leon Russell y Dr. John, los saxofonistas Bobby Keys, Jim Horn y Plas Johnson, junto con los bateristas Jim Keltner, Jim Gordon y Hal Blaine.
Todo anduvo más o menos bien hasta que, como era de esperarse con Spector de por medio todo comenzó a andar más o menos mal. Las grabaciones comenzaron a ser todo lo caóticas que podrían serlo tratándose de Spector y con un Lennon desbordado. Tan descontrolado resultó todo que un día Spector desapareció no sin antes llevarse con él todas las cintas grabadas hasta el momento. Todo aquello resultó un completo fracaso.
Para peor, porque todo podía ponerse peor aun, en marzo de 1974, poco tiempo después de desaparecer del estudio y de todos lados, Spector tuvo un accidente que casi le costó la vida dejándolo en coma por un buen tiempo. El disco que Lennon necesitaba para saldar aquella deuda con Levy había desaparecido.
Mientras trataba de dar con el paradero de su productor (y del material grabado), Lennon regresó a Nueva York y comenzó a trabajar en un disco con canciones propias, Walls and Bridges. Editado en octubre de 1974, fue el más exitoso de su etapa solista. El disco incluye el hit “Whatever Gets You Through The Night”, en colaboración con Elton John, un buen amigo de Lennon de aquellos tiempos.

Al poco tiempo de comenzadas las sesiones de “Walls and Bridges”, Capitol Récords recuperó las cintas de Spector previo pago de 90 mil dólares y de asegurarle al productor el 3 % de regalías de las canciones. Pero Lennon estaba muy en otra: dejó el proyecto de clásicos del rock and roll para otro momento y siguió con su disco.
Pero el lanzamiento de “Walls and Bridges” incumplía el acuerdo con Morris Levy al no incluir tres canciones de su catálogo, por lo que amenazó a Lennon con una nueva demanda. Lennon cerraba aquel disco con una versión algo juguetona de apenas un minuto de “Ya Ya”, pero nada tenía que ver con el acuerdo original.
El 21 de octubre, Lennon regresó a los Récord Plant Studios de Nueva York y completó el álbum en cuatro días. En verdad, lo hizo de nuevo porque poco y nada de lo trabajado con Spector en los días salvajes de Los Ángeles servía.
El disco incluyó, entre otros los clásicos “Be bop a Lula”; “Bonnie Moronie”, cuya versión en castellano es Popotitos; “You Can’t Catch Me”, por supuesto “; y “Stand by Me”, único corte del disco y una de las más reconocibles de la etapa solista del beatle.
Lennon le entregó a Levy las cintas crudas, sin mezclar ni masterizar, para mostrarle el progreso en el trabajo y tranquilizar al productor. Pero este aprovechó ese material entre sus manos, imprimió copias de esas cintas y las editó bajo el nombre Roots: John Lennon Sings the Great Rock & Roll Hits. Capitol tuvo que adelantar el lanzamiento del disco.
Editado el 17 de febrero de 1975, “Rock ‘N’ Roll saldó algo más que una deuda por derechos de autor. Fue la oportunidad de reencontrarse con la música que lo habían formado. No por nada la fotografía que eligió para la tapa del disco es él mismo en la puerta de un edificio de Hamburgo tomada en 1961, lugar y tiempo en que The Beatles se curtieron como auténticos rockers con muchas de las canciones que reinterpretaría en Rock ‘N’ Roll.
El 6 de octubre de 1969, The Beatles editaron en Estados Unidos el single “Come together” con “Something” del Lado B. Ambos temas eran parte del disco Abbey Road, publicado un mes antes. Lo que nadie supo entonces fue que aquel día de octubre comenzaba a gestarse un disco solista de John Lennon.
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