Estreno de teatro en Neuquén: “Su última voluntad”, es el pasado que siempre vuelve

La obra de Julián Moldavsky estrena este sábado en Deriva Teatro, con una puesta local dirigida por Gustavo Lioy. El director y el dramaturgo hablaron con Diario RÍO NEGRO sobre este drama con sutiles trazos de tragicomedia.

Tres hermanas que han vivido distanciadas durante muchos años se reúnen tras la muerte de la madre en la playa donde alguna vez fueron felices, con el fin de arrojar sus cenizas al mar. Las tres enfrentan un complejo presente, producto de situaciones vividas en la niñez. El hablar del pasado, luego de negarlo tanto tiempo, les aliviará el dolor, iniciando tal vez un camino de sanación. La madre les ha dejado escrita su última voluntad, aspirando a que se unan otra vez, pero las diferencias entre ellas son demasiadas. Porque, como (nos) dirá estas tres hermanas tan particulares, el pasado no siempre puede ser enterrado en la arena.


Hablamos de “Su última voluntad”, la obra de Julián Moldavsky, que estrenará este sábado en Deriva Teatro bajo la dirección de Gustavo Lioy y las actuaciones de Estefanía Martínez, Luján Urreaga e Irma Tomasczik. “Su última voluntad” podrá verse los sábados de abril, a las 21:30, en la sala neuquina de Sarmiento 841. Las reservas y anticipadas pueden hacerse al teléfono 2995307602 y el valor de las entradas es de 5000 pesos. En diálogo con Diario RÍO NEGRO, Gustavo Lioy contó detalles de esta puesta en escena.

P: ¿Cuánto tiempo de ensayo demandó?
R:
Empezamos a ensayar en octubre del año pasado, hicimos un corte durante las vacaciones de verano y retomamos hace un mes y medio para llegar bien al estreno.

P: ¿Sobre qué cuestiones del texto hiciste hincapié?
R:
Hace mucho que elijo los materiales que cuentan historias que quiero ver y escuchar. En este caso y siguiendo la línea de “Martín”, mi último estreno, elegí una obra que habla sobre las relaciones familiares. Hermanas, en este caso. Pero también estas hermanas tan particulares y su madre, ya fallecida, y todo lo que le reclaman sobre lo que fue su niñez. El foco está puesto en el pasado, lo no-dicho, los traumas de la niñez con los que cargamos hasta el presente y del que muchas veces no nos queremos hacer cargo.

“Cada una de las hermanas tiene su versión de lo que pasó y cada una lo procesó como pudo y de una manera completamente diferente”, dice Gustavo Lioy..

P: ¿Cómo se desarrolló tu vínculo con las actrices?
R:
Honestamente, el vínculo fue muy armonioso y profesional desde el primer día, con la primera lectura. Teníamos claro el camino por delante y la profundidad del texto. Fluimos de una manera muy hermosa, cosa que se agradece mucho como director de un proyecto.

P: ¿Cómo fue la elección de las actrices, por qué ellas para esta obra?
R:
En el caso de Irma, venimos trabajando juntos en mis ultimas puestas, entonces el desafío fue encontrar un personaje donde pueda mostrar una cara distinta a lo que ya hemos jugado. A Luján y a Estefi las conocía de verlas sobre el escenario en producciones con otros directores y siempre quise trabajar con ellas. Las convoqué y aceptaron de entrada a mi propuesta, y así arrancamos la preproducción. Fue un enorme aprendizaje el compartir este proyecto con cada una de ellas, por la forma en se apropiaron de sus personajes. Hoy no imagino otras actrices para estas tres hermanas tan particulares.

El pasado y lo no-dicho, allí está puesto el foco sostiene el director de la obra.

P: ¿Cómo pensaste la escenografía tan particular de esta obra?
R: La obra transcurre en una playa frente al mar. .. Entonces pensamos en cómo recrear ese espacio y decidimos que fuera arena de verdad sobre el escenario, para que las actrices pudieran jugar con ella y sentirla en sus pies. Además esta arena modificó el caminar de ellas en la escena, por la dificultad que el elemento genera, algo que fue muy interesante para lograr el clima deseado.

P: ¿Cómo trabajaste eso de “revolver el pasado”?
R:
El pasado es lo único que podemos cambiar. Podemos adornarlo con detalles que no estaban y los agregamos; podemos alterar ciertos recuerdos de una manera inconsciente para hacer mucho más fácil el tránsito hasta el hoy. Cada una de las hermanas tiene su versión de lo que pasó y cada una lo procesó como pudo y de una manera completamente diferente. Y como si fuera poco, la madre deja una carta contando algo que ellas no sabían… Esto es lo que hace más emocionante a esta obra. Por más que queramos evitarlo, el pasado vuelve una y otra vez, y hay que enfrentarlo.

P: ¿Habrá música esta vez?
R:
Siempre. La música forma parte activa de mis producciones y son un elemento semiótico que me sirve para contar eso que no está en el texto escrito. Acompaña, pero también dice mucho sobre la historia. Nosotros estamos muy contentos con el producto final que es esta obra. Ahora es tiempo de que el público disfrute. Los esperamos con muchas ganas a todos, porque el teatro es la mejor alternativa, siempre.

Funciones : sábados de abril, a las 21:30.
Entradas: $5000.
Lugar: Deriva Teatro (Sarmiento 841, Neuquén).
Reservas y anticipadas al +542995307602.


La clásica relación de amor y odio

Consultado por Diario RÍO NEGRO, Julián Moldavsky, autor de “Su última voluntad”, reveló los orígenes de esta obra, del modo en que trabajó el pasado de sus protagonistas y de por qué también es una comedia.

P: ¿Cómo apareció la idea de esta obra?
R:
La idea de la obra fue tratar el vínculo fraternal y los vínculos disfuncionales de las familias en género de comedia, pero al avanzar en la escritura y empezar a ahondar en la fibra de los personajes, me sentí con la necesidad de llevar la historia por un lado más dramático.

P: ¿De qué manera se da el vínculo entre las hermanas?
R:
Las hermanas están distanciadas. La separación que tienen es esporádica y les colabora para poder evitar tratar temas que de alguna manera u otra desean evitar. Es una clásica relación inimputable de amor y odio donde casi todo tipo de trato está permitido. Pero en el fondo se necesitan y existe el amor profundo.

Tirar las cenizas para unas pueden ser perder, otras liberarse un poco o creer que podrá hacerlo, pero las cenizas no arrastran el pasado y no las libera.

Julián Moldavsky, autor de «Su última voluntad»

P: ¿Cómo fue el trabajo de “revolver el pasado”? Al dolor de arrojar las cenizas de la madre muerta…
R:
Revolver el pasado es justamente lo que intentan evitar o no pueden hacer. Terminan haciéndolo porque una circunstancia las enfrenta al recuerdo que las inunda como si fuera una ola inesperada y para salir tienen que nadar en la memoria. En cada caso, sus formas de ser, les permiten hacerlo de esas tres maneras distintas.

P: ¿Aparecen otros dolores del pasado?
R:
Tirar las cenizas para unas pueden ser perder, otras liberarse un poco o creer que podrá hacerlo, pero las cenizas no arrastran el pasado y no las libera.

P: ¿Cómo los trabajaste en cada caso? Supongo que aparecen ironías, malestares, broncas, lindas remembranzas y así.
R:
¡Claro! Se mezcla todo. Por eso algunos tintes de comedia.

P: ¿Logró su madre su último deseo de ese modo?
R:
La madre sí, se libera con su propia muerte y de alguna manera anticipa que el dolor nos acompaña hasta el último respiro.

Moldavsky recordó una pregunta que le hicieron en una radio sobre cómo se le ocurrió la obra y contestó: “No sé, no tengo claro el proceso creativo. Es como si soñase despierto. Es como una película. A medida que voy escribiendo, voy reescribiendo. Se van profundizando los detalles de los sucesos con los que yo me siento más cómodo y así avanzo con los castings, las convocatorias y los ensayos. A veces se terminan reescribiendo las cosas”.


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