Loli Molina en Festival Yo Como: el proyecto folclórico, las canciones de siempre y las nuevas por venir
La cantante, compositora y guitarrista se presentará el sábado 6 de diciembre en Bodega Canale. En una entrevista con Diario RÍO NEGRO habló sobre el set que ofrecerá en Roca y de su proyecto de raíz folclórica junto a Pedro Rossi.
Ya de entrecasa, en algún lugar de la Patagonia, Loli Molina recibió una noticia inesperada. Un regalo. O, en sus palabras, “un regalazo”: la invitación a cerrar la jornada del sábado 6 de diciembre del Festival Yo, que tendrá lugar en la Bodega Canale de Roca.
“Está buenísimo poder trabajar, está buenísimo compartir. Fue un año de muchos conciertos, de mucho viajar, mucho girar, pero no me tocó pasar por allá este año. Así que , de alguna manera también completa un poco el circuito”, dice Loli en un diálogo con Diario RÍO NEGRO, a propósito de su participación en el evento gastronómico.
La cantautora nacida en la ciudad de Buenos Aires acaba de terminar una intensa gira junto Pedro Rossi, su socio creativo y musical en un cálido proyecto de raíz folclórica, cuyo resultado fue Un cosmos que camina conmigo, un disco que combina clásicos del folclore argentino versionados de un modo original con composiciones propias.
“Vengo de terminar la gira de presentación de disco del proyecto folclórico que tenemos con Pedro Rossi, que es como mi segundo proyecto, además del de mis canciones. Además, estoy terminando mi próximo disco también, que está ahí en proceso de empezar la mezcla”.
“Así que sí, es como un momento de descanso y de pausa para empezar a llenar de nuevo el baúl de inspiración, de cosas lindas. Tengo ganas de poder pasar un verano recargando pilas, porque vendrán otros procesos también fuertes, así que ahí voy”, resume Loli.
Esta nueva edición del Festival Yo Como es organizada por Diario Río Negro, invita Bodega Humberto Canale y main sponsor Gobierno de la Provincia del Neuquén. Acompañan: Gobierno de la Provincia de Río Negro, Banco ICBC, Municipalidad de Neuquén, Pan American Energy, Instalaciones Comerciales, Callieri, Grym, Catedral Alta Patagonia, Casablanca Restaurante, el Instituto de Juegos de Azar del Neuquén, Pollolín, Nippon Car, Roca Refrescos Rocagua, Aspa y Sancor Seguros.
“Mi propuesta en general tiene una cosa muy introspectiva, que vamos a ver cómo se lleva con la propuesta del festival gastronómico”, cuenta la artista ganador, en 2009, del premio MTV Latinoamérica a Mejor Artista Nuevo. “Si va a haber mucha gente comiendo, mi música es una música muy tranquila, buena para la digestión”, sugiere entre risas.
Loli cuenta con un generoso cancionero, pero no piensa en ningún recorrido especial para la ocasión. “Cualquiera de todas las canciones que están en mi repertorio podrían funcionar como también no. Así que no elijo nada en especial, simplemente voy yo ahí con mi energía, con lo que sea, que también esté sintiendo que está pasando ahí. Me gusta pensar en las instancias de tocar como un momento de uno estar comunicándome con los que están alrededor. No es solamente que yo voy y te canto algo, sino ir y percibir qué es lo que está pasando y para qué estamos”. Lo que sí es seguro es que será ella y su guitarra eléctrica.
El origen del proyecto
Editado a mediados de 2024, Un cosmos que camina conmigo es el más reciente disco de Loli Molina, que registra el trabajo colaborativo junto a Pedro Rossi. Y como todo proyecto, tiene su historia.
“Pedro y yo nos conocemos desde hace muchos años, tenemos muchos amigos en común, pero hasta 2022 nunca habíamos tocado juntos”, revela Loli. “Yo venía hace mucho tiempo con ganas de hacer una inmersión en el folclore, por supuesto con todo el respeto y sabiendo que no vengo de ahí, que vengo de una tradición más de la canción o de las músicas de raíz. Y cuando nos encontramos a tocar con Pedro nos dimos cuenta que teníamos lenguajes desde la guitarra muy similares y una forma muy similar también de ver la vida, de ver las relaciones”.
Cuando empezaron a tocar pensando en algo en común entre ambos, empezaron también a bucear en universo de la música popular de raíz folclórica en busca de un repertorio que los representara. “Yo quería justamente poder tomar esas canciones que por ahí a esta altura podemos pensar que son un cliché , pero para ofrecerlas desde otro lugar, poniendo a la canción y a la poesía por delante, más allá de la interpretación”.
Lo que nosotros queríamos era tocar esas canciones increíbles desde nuestros ojos, desde nuestras manos con la poesía por adelante”.
Loli Molina
“Y creo que es algo que logramos bastante bien, porque mucha gente que escucha el disco me dice ‘che, es la primera vez que realmente puedo escuchar la letra de Luna Tucumana’, revela Loli. “Para mí era eso, era dar nuestra interpretación respetuosa y muy amorosa de esas canciones increíbles que hablan de los paisajes, de los territorios y que son canciones que mueven muchas emociones también. Estoy muy contenta, es un proyecto súper inspirador y tocar con Pedro es lo máximo”, resume.
El disco incluye versiones de “Luna tucumana”, de Atahualpa Yupanqui; “Entre a mi pago sin golpear”; “Vidala para mi sombra”; y “Soy pan, soy paz, soy más”, entre otras; y las composiciones de Loli Molina “Brillo y relieve” y “Los andes”, esta última en colaboración con Pedro Canale.
Si algo caracterizó el proyecto es justamente la interpretación, el modo en que Loli y Pedro decidieron interpretar estas canciones de modo que la poesía dé un paso al frente. “Definitivamente hay una manera personal”, dice Loli al respecto. “Hay algo que a mí me gusta de este disco y de estas formas y es que no tiene pretensiones de hacer ninguna revolución, ni de ser moderno, ni de ser raro. Simplemente se trató de cómo podemos hacer para tocar estas canciones con la mayor belleza que quepa en nuestras manos y en nuestra voz. Y yo me siento muy contenta con eso, me parece que tiene una intención muy noble, muy transparente”.

La búsqueda del tono para cada canción se basó en el encuentro entre ambos, en mucho tocar juntos, no solo estas canciones, sino los años de hacerlo hasta dar cuenta de lugares comunes habitados por ambos, y de una complicidad evidente.
“Mucho juntarnos a tocar, mucho probar cosas”, revela Loli como fórmula. “También nosotros tenemos una muy buena y profunda comunicación. Nos gusta mucho hablar de qué nos pasa con las canciones, de qué imágenes nos traen. Pedro es una persona muy sensible, con una sensibilidad muy particular. Entonces, cuando nosotros pensamos en qué tocar, no estamos pensando solamente en las notas. Estamos pensando en otras cualidades, que no son musicales pero que permean la música.
“Es un trabajo que va muy desde la poesía, desde el gesto de los cuerpos sobre los instrumentos. La guitarra es un instrumento muy gestual, es un instrumento de madera que fácilmente uno puede afectar con el cuerpo, con los gestos del cuerpo. Entonces, ¿cómo estamos tocando esto? ¿A qué volumen? ¿Con qué definición? ¿Con qué claridad? Son como muchas capas de trabajo sensible y dedicado”.
El repertorio del disco y lo que vendrá
P: ¿Cómo eligieron las canciones? Hay dos tipos de canciones, las clásicas y dos que son de tu autoría. Vamos por la de los otros, ¿cómo eligieron esas otras canciones?
R: Bueno, en principio estaba bueno buscar un balance, hay un par de zambas, hay un par de chacareras, algunos huaynos. Buscar adentro del repertorio también como una especie de recorrido geográfico, ¿no? Como que se puede sentir que hay algo del litoral, pero que hay algo también de los Andes. Entonces, en un sentido, por un lado, ese balance. Y después, la verdad es que las canciones las elegimos porque son temones. Además, yo voy andando y cantando que es mi modo de alumbrar. En algún sentido son canciones con las que tenemos identificación. O sea, yo escucho esa línea y digo, claro, sí, ese es mi modo de alumbrar.
P: ¿Y las dos composiciones propias, «Los Andes» y «Brillo Relieve»?
R: Son canciones que ya tienen unos años, que de hecho están grabadas en otras versiones. De mis canciones hay algunas que tienen este tinte folclórico, como ese aire de baguala, ese aire de huayno. Entonces me parecía lindo que en el proyecto ese también estuvieran mis composiciones, porque en definitiva eso es lo que yo hago.
No me dedico a ser un intérprete de folclore, más que nada soy compositora y hasta ahora lo que construí tiene que ver con eso. Y me encanta poder pasar mis canciones por el filtro del proyecto. Porque me da cuenta de que, sin querer queriendo, yo igual ya estaba adentro de este lenguaje.
P: Decías que vos venías de otro lado, ¿de dónde venías para estas canciones, cuál fue tu punto de partida?
R: En principio yo crecí a finales de los ochentas, noventas, donde la radio era un espacio. Pasaban grandes canciones pop, o sea, en ese momento pop era Michael Jackson, los discos de Paul McCartney, Soda Stereo… entonces tengo como un cerebro musical que fue muy configurado por el formato de las canciones, desde muy chica, justamente por estar muy en contacto con lo que había en la radio. Y después estudié música siempre desde muy chica y en un momento me dediqué a estudiar guitarra clásica.
Quería ser concertista y estudiar música barroca y durante unos años estuve ahí. Y después empecé a escribir mis canciones, después agarré la guitarra eléctrica y pasé por escuelas donde se estudiaba un poco de jazz, un poco de blues, me gusta la música de África, los guitarristas africanos, todo ese mundo del desert blues. Entonces, de alguna manera, el hilo de las canciones atraviesa todos estos lugares por donde fui.
Pero vengo de muchos lugares y sobre todo nací en Buenos Aires y siempre viví en ciudades grandes. Entonces eso también me predispone a una apertura o a un estar recibiendo los estímulos que tienen más que ver con la vida en las grandes ciudades.

P: Mencionaste tu próximo disco, ¿de qué va la cosa en este disco por venir?
R: Es un disco que me pone muy contenta. Para mí, hasta ahora, es de mis trabajos más refinados, de mis mejores composiciones. Estuve grabando en Brasil con un productor muy bueno que se llama Tó Brandileone. Es un giro también en cuanto al sonido y a la apertura que tienen las composiciones. Tiene mucho que ver con muchas lecturas y mundos por donde anduve investigando. En general, tengo un compromiso cada vez que hago un disco con que sí o sí tiene que ser diferente a lo que hice antes.
También es como un compromiso con las personas que me escuchan. No vas a venir a comer a mi casa y te voy a dar de comer siempre lo mismo. Entonces, es un lindo paso para mí. Es una música diferente, más arriesgada, con muchos arreglos. Y estoy contenta.
P: En este caso, ¿hacia dónde gira el sonido?
R: Es muy difícil de decir. De momento, no sabría. El disco va a salir recién el año que viene, en algún momento, en el primer semestre. Todavía falta un poco, pero sí puedo decir eso. Estoy contenta.
P: ¿Instrumentalmente cómo te acompañaste en esas canciones o cómo lo estás haciendo?
R: Yo escribo siempre desde la guitarra porque es mi instrumento principal. Es el lugar desde donde escribo. Y el disco está apoyado en la guitarra, pero no es el único instrumento que hay. Mi último disco de estudio, que es Lo Azul Sobre Mí (2019), era un disco de guitarra española y cuerdas, claramente. Este disco va mucho más allá. Obviamente la guitarra es una especie de columna vertebral, pero es un disco que tiene más capas.
P: ¿Vas a ir soltando singles del disco, vas a ir cortando canciones?
R: No lo sé. Pero en general no admiro mucho a cómo la música es servida. No me interesa tanto eso. En realidad voy a pensar en qué es orgánico para mí, cómo quiero yo ir contando esa historia. No sé, hay tiempo todavía para pensar.
Ya de entrecasa, en algún lugar de la Patagonia, Loli Molina recibió una noticia inesperada. Un regalo. O, en sus palabras, “un regalazo”: la invitación a cerrar la jornada del sábado 6 de diciembre del Festival Yo, que tendrá lugar en la Bodega Canale de Roca.
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