“Un simio oscuro” de Neuquén ¿llegará a Cosquín?
La obra de María Rosa Pfeiffer cumple 20 años ininterrumpidos de subirse a escena en Neuquén. Lo festeja con una nueva función el próximo 14 de septiembre en Teneas.
“Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero mirada de lejos, parece una comedia”, aseguró alguna vez el rey del cine mudo, Charles Chaplin. Y quizás por esos lares andan Rauli, Abelino y Caña, tres entrañables folcloristas salidos del hermoso pueblo Humboldt, provincia de Santa Fe, que siendo amigos con diferentes trabajos abrigaban una pasión y un deseo en común: hacer folclore y participar del Festival de Cosquín. Tal vez grabar un disco y por qué no llegar a los umbrales de la fama y salir en la tele.
Entre un corralón de materiales, una estación de servicio y las visitas médicas, entretejían sus sueños con la vida cotidiana. Todo transcurría con aciago, aunque las guitarras no dejaban nunca de sonar. Hasta que apareció él, “el productor de la capital” que más tarde se transformaría para ellos en “Un simio oscuro”.
Es el mismo nombre que lleva la obra de autoría de María Rosa Pfeiffer, que encarnada por Gustavo Azar, Dardo Sánchez y Javier Santanera, cumple este fin de semana 20 años de permanencia absoluta en los escenarios de la región, con una multitud de galardones de la crítica y del público.
Y para celebrarlo, el elenco se subirá a las tablas el próximo 14 de septiembre, a partir de las 20, en Teneas, ubicado en Leguizamón 1.701 de la ciudad de Neuquén.
La pieza está basada en una historia real y si así no lo fuera, de todos modos, se encontraría en sus textos miles de similitudes con la vida cotidiana de viles mortales. Sus autores sostienen que es la historia de un fracaso”.

“La obra tiene una fuerte identificación con el público porque quien más, quien menos, todos quieren lograr un sueño que no siempre se da”, aseguró Gustavo Azar, uno de los actores.
Los tres personajes de «Un simio oscuro» quieren triunfar en el escenario de Cosquín. Venían de grabar un par de discos, pero sobre todo soñaban con salir en la televisión. Pero el infortunio, o mejor dicho, una fuerte tormenta que se desencadenó el día que les tocaba subirse al Próspero Molina, les impidió lograrlo. Regresaron a su pueblo, sin que nadie los viera más como un simple vecino.
Y a partir de allí se deshilvana un hilo de vivencias y sentimientos, contados desde el humor y la ternura.
¿Cuál será el final definitivo de estos tres músicos soñadores que pensaron ser famosos? Los actores no lo saben pero sí están convencidos de que la narrativa y la historia en sí misma fueron los ingredientes necesarios para convertirse en una de las pocas obras teatrales de Neuquén con mayor permanencia en las tablas.
“Un simio oscuro” se estrenó en 2005, en el marco del Festival de Teatro de Humor de Zapala. Llevan realizadas más 300 funciones.

Azar dio la fórmula del éxito: “Tiene algo de la idiosincracia del argentino y tiene que ver con un teatro popular que cuenta historias que son muy reconocibles por el público. Existe esa fuerte identificación directa porque habla de lo que nos pasa”.
Esta obra forma parte de una saga. Después del simio oscuro, vino el simio claro y en octubre se viene el rojo; todas historias de personajes que evolucionan. Primero habrá que ver UN simio oscuro que se presentará por única vez y luego reservar lugar para el rojo que se viene en breve.
“Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero mirada de lejos, parece una comedia”, aseguró alguna vez el rey del cine mudo, Charles Chaplin. Y quizás por esos lares andan Rauli, Abelino y Caña, tres entrañables folcloristas salidos del hermoso pueblo Humboldt, provincia de Santa Fe, que siendo amigos con diferentes trabajos abrigaban una pasión y un deseo en común: hacer folclore y participar del Festival de Cosquín. Tal vez grabar un disco y por qué no llegar a los umbrales de la fama y salir en la tele.
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