Cura acusado de pedofilia quedó libre con ayuda de un obispo

Pacheco está procesado por el delito de abuso sexual de un menor con “acceso carnal doblemente agravado en forma reiterada’’. Ahora, el obispado de Goya aporta el título de propiedad de una camioneta perteneciente a su propiedad para cubrir la caución de 50.000 pesos reclamada por la Justicia.

EL PAÍS

Un sacerdote argentino que estuvo preso durante dos años acusado de abuso sexual de un menor recuperó la libertad bajo fianza con la ayuda económica de un obispo de Corrientes.

El cura Domingo Pacheco, de 45 años, quedó libre la semana pasada luego de que el obispo Ricardo Faifer, de la ciudad correntina de Goya, aportara el título de propiedad de una camioneta perteneciente al obispado para cubrir la caución de 50.000 pesos reclamada por la justicia.

Pacheco está procesado por el delito de abuso sexual de un menor con “acceso carnal doblemente agravado en forma reiterada’’. Estará libre hasta que el 9 de diciembre comience el juicio oral en su contra.

“Lo hice en ayuda a un hermano’’, dijo el obispo Faifer en declaraciones difundidas por distintos medios de prensa de Corrientes.

El prelado explicó que “me llevó a ayudarlo el hecho de que pueda esperar con serenidad estos días y se prepare para el juicio… Hice este acto sin prejuzgar nada, respetuoso de la justicia. No hemos hecho nada para obstruir’’.

Pacheco fue denunciado en 2011 por Osvaldo Ramírez, quien declaró ante la justicia que el sacerdote lo había violado en reiteradas ocasiones ocho años antes.

El joven, hoy de 22 años, criticó la decisión de la justicia de liberar a Pacheco y se mostró indignado por la actitud del obispo Faifer.

“(Pacheco) es un tipo muy peligroso que no puede estar en libertad. El Papa (Francisco) está luchando por sacar a los pedófilos de la Iglesia y el obispo hace esto’’, expresó el declaraciones a radio Sudamérica de Corrientes.

Ramírez pertenecía al coro de la capilla de San Antonio, en la localidad correntina de Esquina, cuando conoció al cura Pacheco. Según el testimonio del joven, el religioso un día lo invitó a subir a su dormitorio con la excusa de mostrarle una computadora y que una vez allí lo encerró, apagó la luz y lo violó.

El denunciante relató que aguantó en silencio durante años los abusos del sacerdote porque los abusadores “son personas que tienen un trastorno de personalidad, psicopatía perversa. Tienen una personalidad doble. Este tipo venía a casa, cenaba con nosotros, para mis padres era uno más de la familia. Ellos confiaban en él’’.

“El me decía `a vos quién te va a creer si sos un loquito y yo soy un cura’. Me amenazaba siempre’’, contó.

Ramírez dijo que le escribió una carta al Papa Francisco para manifestarle su desazón por el papel de la Iglesia de Corrientes en su caso y advertirle que en esa provincia “cuidan a los pedófilos’’. (AP)


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