Denuncia de intento de abuso a una nena en un barrio cipoleño

CIPOLLETTI (AC).- La presunta tentativa de abuso sexual que sufrió una nena de siete años del barrio Labraña de Cipolletti, generalizó el temor entre los vecinos de ese sector. Según dijeron, el mismo sujeto que habría intentado ingresar a su casa por la fuerza a esta menor, «manoseó a otros chicos del barrio». Pese a ello, reclamaron, sigue en libertad.

Por eso se están organizando para realizar una presentación conjunta «a fin de prevenir situaciones más graves». El caso que generó preocupación ocurrió el pasado lunes cuando una nena de siete años iba caminando por una de las angostas calles del barrio para buscar a su mamá. Poco antes de llegar a destino, habría sido interceptada por un sujeto de unos 45 ó 50 años, que la habría tomado con fuerza de los brazos para obligarla a ingresar a su vivienda.

«La nena pudo zafar», dijo la mamá ayer. «Llegó corriendo, llorando y me decía que el viejo la había agarrado y que la quería entrar a su casa», sostuvo.

La mujer aseguró que llamó a la policía «y lo llevaron», pero el martes por la tarde ya estaba otra vez en el barrio. Tuvo que llevar a su hija al hospital para que un médico la revisara porque estaba «con una crisis de nervios». «Tenía las manos del tipo marcadas en sus bracitos», afirmó. En el nosocomio le dieron un tranquilizante.

También fue a la División Judicial a radicar una denuncia penal. Según afirmó, en esta presentación detalló no sólo lo que le sucedió a su hija, sino además que no se trata del primer caso, que ya hubo otros «manoseos» a menores del barrio. En uno de ellos, la víctima habría sido una nena discapacitada. «Una tía de esa nena lo encontró y le pegó», sostuvo la mamá de la menor de siete años.

El sujeto, agregaron otros vecinos, vive solo «pero tiene juntas» en su casa. Afirman que se ven «situaciones desagradables». Por comentarios de una vecina dijeron que el sujeto -que sería alcohólico- tendría relaciones sexuales en el patio de su vivienda.

El episodio de la nena de siete años causó preocupación. «El tipo sigue viviendo en su casa como si nada hubiera pasado. Nos dicen que es porque no hubo violación. ¿Hay que esperar a que ocurra una violación para que hagan algo?», se preguntó un grupo de vecinos.

Dijeron que muchos padres temen dejar a sus hijos que vayan solos caminando por el barrio. Por eso se están organizando. Dicen que pedirán que la justicia les de mayor seguridad.