Los españoles volvieron a ganar y marcan el ritmo de la Regata

La dupla española volvió a dominar en el río Negro y se quedó con la tercera etapa de la Regata, que conectó el balneario de Beltrán con el de Choele Choel. Hoy los palistas descansarán.

Para esta edición 2019, la Regata Internacional del río Negro decidió abandonar su lado salvaje. La organización de la prueba desestimó esta vez de una parte de su costado más agreste y prefirió dejar afuera de la ruta al inhóspito Bocatoma de Luis Beltrán. A cambio, eligió su balneario con su sombra y comodidad. Ahí comenzó ayer el parcial más corto y rápido que tendrá esta travesía a lo largo de los siete días de competencia.

Desde allí y como quizás nunca lo será a lo largo de la travesía, el ritmo de los palistas fue arrollador. Fueron casi 45 minutos electrizantes para los botes de punta, que desde el inicio mismo de la prueba enterraron con furia las palas en el agua.

Hubo que moverse rápido por tierra si la idea era ver la largada y también la llegada en el Balneario de Choele Choel. Es que por agua, los protagonistas no dieron tregua y se fajaron sin piedad hasta llegar a destino.

Una vez más, al igual que en Paso Córdoba y Villa Regina, los más picantes en el final fueron los españoles Iván Alonso Lage y Álvaro Fernández Fiuza, que se impusieron por medio bote a Julián Algañaraz y el húngaro Adrian Boros, y a Néstor Pinta-Martín Mozzicafreddo, quien estuvieron a un segundo de honrar con una victoria el parcial que ayer llevó su nombre.

La diferencia volvió ser mínima entre el bote de punta y sus escoltas. Los ibéricos llevan tres de tres pero su ventaja en la general sigue siendo de un puñado de segundos y si todo sigue así, la prueba podría tener si quiebre definitivo en la etapa contrarreloj, que podría ser la cuarta o quinta etapa.

Hace dos años, Daniel Dal Bo y Juan Cáceres lucían imparables y se quedaron con todos los parciales de la Regata 2017… excepto la etapa contrarreloj que quedó en manos del español Kiko Vega y el esloveno Jost Sakrajsek, los únicos ganadores extranjeros en la historia de la Regata.

En los tres días que lleva la prueba, los españoles han sido imbatibles en el sprint final y su gran capacidad en el bote contra bote ha marcado la diferencia hasta ahora. Aunque todo puede pasar y el lema de que “la Regata termina en Viedma” es una verdad absoluta, la contrarreloj es la carta que tienen los perseguidores de los líderes de la prueba.

Si bien quedaron a sólo tres segundos de los punteros, ayer sorprendió que Sebastián Vergauven y Sebastián Jócano quedaran cuartos en la general. Por juventud, el carácter explosivo que tienen en el agua los pibes maragatos se aventuraba que fuera en esta tercera etapa, el mojón de su primer logro grande en esta prueba.

Lo que ya no sorprende es el andar arrollador de los K2 junior Damián Pinta y Federico García Opazo, quienes llegaron quintos aventajando por un bote al campeón defensor, Dardo Balboa, quien corre junto a Mario Rosas este año. El hijo de la leyenda sigue los gloriosos pasos de su padre y más temprano que tarde, escribirá sin dudas su nombre en el libro gordo de la Regata.

Hoy llegará el esperado descanso para los palistas y la acción regresará mañana con el cuarto parcial que se correrá entre el establecimiento Don Andrés y el Balneario de Conesa. Será justo mitad de competencia y servirá para ratificar candidaturas cuando queden tres días para llegar a Viedma.

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Los segundos de ventaja que los líderes de la competencia le sacan a sus escoltas: Vergauven y Jócano.

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