Boca y River, sin Libertadores no hay paraíso

Desde que quedaron afuera de la Copa, el Xeneize y el Millo ya no son los mismos. La falta de motivación preocupa a Ibarra cada vez que su equipo sale de La Bombonera, mientras que Gallardo busca soluciones para que su formación vuelva a ser competitiva.

En la parte media de la tabla, a 10 unidades del puntero de la Liga Profesional, deambulan errantes Boca y River, los dos colosos del fútbol argentino que han perdido el rumbo desde que quedaron eliminados en los octavos de final de la Libertadores.

Pareciera que no hay razón para existir si no hay Copa entre los objetivos. No es que la LFP no les interese al Xeneize y al Millo, pero en ambos equipos la falta es principalmente de motivación para afrontar el torneo doméstico. Una especie de flojera y desinterés que queda en evidencia fecha tras fecha.

Hay distintos contextos claro. Mientras Boca detonó una bomba interna tras perder la serie ante Corinthians que hizo saltar por los aires al entrenador Sebastián Battaglia y su capitán Carlos Izquierdoz, en River Marcelo Gallardo hace esfuerzos para disimular el nuevo cambio de piel al que indefectiblemente deberá someterse el equipo tras la salida de dos de sus principales figuras.

Desde que comenzó su exitoso ciclo en River allá por mediados del 2014, el Muñeco ha sabido de transformaciones y ahora, tras las partidas del goleador Julián Álvarez y un jugador todoterreno como Enzo Fernández, no será la excepción.

Desde que quedó eliminado ante Vélez por Copa, River cayó con Godoy Cruz (0-2), empató 2-2 con su verdugo de la Libertadores y superó sucesivamente 1-0 a Gimnasia y a Aldosivi (3-0), con una ráfaga estelar de Miguel Borja llegando desde el banco.

Si se extiende la estadística, de los 14 partidos que jugó el equipo de Gallardo en la nueva temporada, que se inició con tres presentaciones sin victorias, los números marcan cinco victorias, 4 empates y 5 derrotas, lo que representa una efectividad del 45% de puntos obtenidos.

“Estamos listos para dar pelea…”, avisó el Muñeco desde Mar del Plata tras ganarle al Tiburón y encaró el duelo con Sarmiento como un reto decisivo para que la levantada sea definitiva. Pero en River Borja no es aún el Araña Álvarez, quien ya hace goles en el Manchester City.

Gallardo también tiene problemas en la gestación tras la salida de Fernández al Benfica y su elección es a prueba y error.
En la derrota ante los de Junín arrancó de tres cuartos hacia arriba con Agustín Palavecino, Rodrigo Aliendro, Lucas Beltrán y Borja, para terminar con Juanfer Quintero, José Paradela, Nicolás de la Cruz y Matías Suárez.

A eso hay que sumarse que Esequiel Barco y Pablo Solari están lesionados. Gallardo tiene los nombres, muchos, le falta encontrar la combinación. Ni más ni menos.

Alto tránsito en la zona de volantes

10
jugadores uitilizó Gallardo para ese sector del campo. El que menos jugó es Tomás Pochettino, con 5 presentaciones, y el que más minutos acumuló fue Agustín Palavecino, con 663 en 11 partidos.

En Boca la situación no tiene grises. Cinco victorias y seis derrotas en el torneo, de la cuáles tres fueron con Hugo Ibarra al mando, tamizadas con dos victorias en La Bombonera, ante Talleres y Estudiantes.

La preocupación existe pero más que por la capacidad del técnico, que se quedará al menos hasta diciembre próximo, el problema está en el nivel y la falta de motivación de los jugadores. Es la pregunta que se hacen puertas adentro y también en el cuerpo técnico: por qué hay un Boca de local y otro muy distinto cuando juega de visitante.

La crisis de los referentes, con Carlos Izquierdoz ya en el Sporting de Gijón, con Darío Benedetto y Marcos Rojo lesionados, y vendido Eduardo Salvio al Pumas mexicano, afecta a un equipo al que le falta espalda para los rodeos ajenos. En La Bombonera la gente ha hecho su parte y se nota que en casa el empuje de los jugadores es diferente.

La histórica derrota en Paraná ante Patronato 3-0 dejó una lesión impensada de Rojo en el calentamiento previo, lo que obligó a Ibarra a mandar a la zaga a Facundo Roncaglia, que sólo ha jugado una decena de partidos en lo que va del año. La ausencia del nuevo capitán desnudó la falta de fútbol del futbolista que viene de actuar en el Aris Limassol de la Liga de Chipre.

Los que se pierde Marcos Rojo por lesión

4
partidos estará afuera el defensor. En principio estaría ausente contra Platense, Racing Club y Rosario Central por la Liga Profesional, y también el miércoles 10 de este mes ante Agropecuario Argentino de Carlos Casares por los octavos de final de la Copa Argentina.

Y como para agregarle una dificultad más, se espera en estos días la respuesta de Agustín Rossi respecto del nuevo contrato que le acercó en persona Juan Román Riquelme para seguir 4 años mas en el club. El arquero, quien en el último partido en la Bombonera fue ovacionado al grito de “no se va, Rossi no se va”, analiza los pasos a seguir, sin olvidar que enero próximo podría empezar a negociar con otro club como jugador libre.

De a poco, el Consejo de Fútbol va entendiendo que el patrimonio, es decir la ficha de los jugadores, también se debe cuidar y preservar por encima de algunos impulsos, más bien propios de los tiempos de los pantalones cortos que de la arena dirigencial.


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