Roland Garros, la mascota de Etcheverry que ladra en La Plata y se escucha en París

Tomás hace historia en el polvo de ladrillo y su fiel compañero lo sigue a cada paso. El miércoles buscará las semifinales contra Zverev.

Roland Garros es una debilidad para los tenistas argentinos y se transforma en la gran meta para la era profesional. Jugarlo ya es un logro y llegar a los cuartos de final como hizo Tomás Etcheverry en las últimas horas es un sueño hecho realidad. Tan incrustado está el polvo de ladrillo parisino en los criollos, que el platense bautizó a su mascota Roland Garros y, seguramente se escucharon ladridos en Francia cuando Tomás ganó el último punto del partido ante Yoshihito Nishioka.

Con el Smart a pantalla completa y echado en su sofá, Roland Garros siguió los pasos de su fiel compañero desde La Plata. “Nada puede salir mal hoy”, tuiteó Marcos Zugasti, periodista especializado en tenis, mientras Etcheverry mostraba su mejor versión en el segundo Grand Slam de la temporada.
Fanático de Gimnasia, Tomás empezó a jugar al tenis a los 5 años y fue para siempre. Hoy, a los 24, está en constante crecimiento (ya se aseguró el puesto 31° del escalafón mundial) y tiene potencial para subir y codearse con los top ten.

En un país de inevitables comparaciones, sus 196 centímetros lo relacionan directamente con Juan Martín del Potro, pero Tomás busca su propio camino. De movida, hay una gran diferencia: ama Roland Garros y La Torre de Tandil siempre optó por las superficies duras con el US Open como referencia.

Novak Djokovic es su jugador preferido y ya lo enfrentó en el Masters 1000 de Roma, aunque antes tuvo que recorrer el circuito Challenger por Sudamérica. Fue finalista en México y se metió por primera vez dentro de los 100 mejores del planeta en un año, 2022, marcado por un golpe durísimo: el fallecimiento de su hermana Magalí a los 32, luego de una ardua lucho con un cáncer de mama.

En esta temporada, metido de lleno entre los mejores, llegó a las finales de los ATP de Santiago y Houston. Cayó ante Nicolás Jarry y Francis Tiafoe, pero ingresó en el top 50 y ahora ya está 31°.


Roland Garros ladra y Tomás arma la estrategia para enfrentar este miércoles a Alexander Zverev, un alemán también gigante, que juega bárbaro pero con una cadena que se suelta fácil. Etcheverry tiene tenis para presentarle batalla y seguramente dejará la vida para dar otro gran paso y estar entre los mejores cuatro de Rolanga, un apodo que alguna vez habrá escuchado su mascota.


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