Desalojaron la UNRN en Roca, en medio de disturbios y represión

Gendarmería ingresó a primera hora al edificio del Vicerrectorado, tomado hace casi tres meses. Detuvieron a ocho ocupantes y tres personas más, pero los liberaron al atardecer. El operativo fue cuestionado por organizaciones políticas, sociales y gremiales.

Después de 90 días, la Universidad Nacional de Río Negro tendrá hoy su primera mañana con pleno dominio de sus instalaciones.

La toma del Vicerrectorado de la Sede Alto Valle-Valle Medio terminó ayer, a partir de un operativo de desalojo que ordenó el Juzgado Federal de Roca y que fue llevado adelante por gendarmes llegados desde La Pampa.

Once personas fueron detenidas, luego de un procedimiento inédito para la ciudad, por el despliegue de efectivos, vehículos y otros recursos, como el dron que sobrevoló la zona de Belgrano y Canalito.

Ocho de esas personas estaban dentro de las instalaciones de la UNRN cuando llegaron los uniformados, alrededor de las 5.30. Los otros tres fueron puestos a disposición de la Justicia en medio de los incidentes que se registraron en inmediaciones del edificio, donde hubo disparos de postas de goma, gas pimienta, bastonazos y un carro hidrante que avanzó contra manifestantes, periodistas y hasta vecinos que caminaban por la zona y nada tenían que ver con la protesta.

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La reacción de Gendarmería fue repudiada desde un amplio arco de organizaciones políticas, sociales y gremiales, incluso algunas que no estaban de acuerdo con la toma del Vicerrectorado.

Y esa tensión que se generó abrió paso a otros episodios violentos, en los que las fuerzas de seguridad y sus bienes fueron atacados, como ocurrió pasado el mediodía frente a la delegación de la Policía Federal, donde quedaron alojados los detenidos.

Finalmente, durante la tarde se dispuso la liberación de todos los apresados, que de todas maneras quedaron involucrados en tres causas penales diferentes. Uno de esos expedientes es derivado de la causa original por usurpación, otro es por atentado y resistencia a la autoridad -contra dos personas- y el tercero es por atentado contra la autoridad.

Lo llamativo fue que ante todo ese panorama, hasta ayer al atardecer la UNRN no había emitido postura oficial sobre los hechos.

Primer episodio. El abogado Larrubia intenta ingresar al predio.
Emiliana Cantera

Mañana violenta

Con el operativo de desalojo en marcha desde antes de las 6, la primera situación violenta se dio a las 9, cuando llegó al lugar el abogado Fernando Larrubia, junto a los padres de las docentes Virginia y Victoria Naffa, ambas docentes de la UNRN y procesadas por el delito de usurpación. En varias ocasiones el abogado intentó hablar con algún oficial del operativo y ante la negativa de los uniformados, Larrubia aseguró que ingresaría “a como dé lugar”.

Junto a otro joven, Santiago Villegas, fueron los que buscaron un hueco entre los escudos, pero al intentar sobrepasar el vallado de gendarmes, Larrubia fue rápidamente detenido.

Villegas también fue apresado, pero logró zafar en medio de una batahola, donde un periodista fue agredido en una de sus piernas por un gendarme. Finalmente fue el gas pimienta lanzado desde atrás de la primera línea de efectivos lo que disipó a los manifestantes, que pedían ver a las chicas que estaban en el interior del edificio.

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Las más afectadas por ese gas fueron las representantes de la CTA, que estaban identificadas con las chaquetas azules. Alrededor de cuatro mujeres tuvieron que ser socorridas por sus compañeros ante la falta momentánea de la visión y con fuerte reacción en las vías respiratorias.

Una tensa calma reinó hasta 9:30, con más gendarmes que formaron un largo cordón humano cortando la calle Belgrano, a uno y otro lado del camión hidrante que mejoraba su ubicación apuntando con el cañón hacia el grupo de no más de 40 personas. Enfrente algunos jóvenes gritaban pidiendo que liberen a sus compañeras.

Antes de las 10 se produjo el otro momento de máxima tensión. Fue cuando finalmente aparecieron por la puerta principal del Vicerrectorado las estudiantes, esposadas y fuertemente custodiadas por efectivos que las empujaban hacia una de las trafics.

Esa imagen motivó una nueva embestida de los manifestantes sobre los gendarmes con insultos y golpes. Uno de los jóvenes, se lanzó y logró pasar la primera línea de efectivos, saltó el cerco de ligustrinas e ingresó al patio del edificio, donde fue reducido por otro grupo de uniformados.

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El caos continuó por varios minutos y el camión hidrante hizo su aparición, disparando potentes chorros de agua despejando la esquina de Belgrano e Isidro Lobos.

Los manifestantes se replegaron y los gendarmes avanzaron hacia ellos con disparos, chorros de agua y gas pimienta. “Río Negro” pudo observar a personas heridas por los perdigonazos, entre ellas un hombre que salía de la clínica oftalmológica que está en diagonal a la UNRN.

Fue en ese momento en que Santiago Villegas se dio cuenta que su motocicleta había quedado en el lugar hacia donde avanzaba los gendarmes. Volvió, se subió e intentó hacerla arrancar, pero ya era tarde: el cañón le apuntó directo a su cuerpo y la potencia del agua lo hizo caer de la moto. Al menos seis efectivos se le lanzaron encima, lo golpearon y lo llevaron detenido hasta la sede universitaria de donde luego lo llevaron esposado en uno de los móviles.

Hacia las 10.30 todo había terminado en la vieja casona. Los manifestantes se fueron del lugar y se unieron a otra manifestación, de la CCC, frente al edificio de los tribunales federales.

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El camión hidrante y unos 50 efectivos también fueron al lugar impidiendo el ingreso al Juzgado Federal donde había unas 200 personas que esperaron hasta la tarde en la plaza de enfrente, exigiendo la liberación de los detenidos.

En el caso de la Corriente Clasista y Combativa, marcharon por el desprocesamiento de su máximo dirigente Raúl Rajneri, procesado por un corte de ruta en el 2016, pero compartieron la manifestación con los alumnos y organizaciones que pidieron por los estudiantes detenidos.

“Hoy es el Día de los Derechos Humanos y el gobierno nos lo recuerda de esta manera, con represión”, manifestó el dirigente de la CCC, Raúl Rajneri.

El origen

Las liberaciones, 11 horas después del inicio del operativo.
Andrés Maripe

“Vamos a pelear para que no les queden antecedentes. Lo único que hicieron fue reclamar por los derechos de la comunidad educativa”.

Mariano Pedrero, abogado de los detenidos.

La detención de Santiago Villegas, luego de ser tirado de su moto.
Emiliana Cantera

Datos

89
días duró la toma, que comenzó con reclamos de transparencia al Rectorado y mutó por la denuncia penal y los sumarios.
“Vamos a pelear para que no les queden antecedentes. Lo único que hicieron fue reclamar por los derechos de la comunidad educativa”.

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