Detienen a ocho ex represores de «El Vesubio»

Ocho integrantes del aparato represivo que operó en el centro clandestino de detención «El Vesubio» quedaron detenidos ayer por su presunta responsabilidad en los crímenes cometidos durante la última dictadura militar (1976-83) bajo el comando del Primer Cuerpo de Ejército.

Si bien las órdenes de captura fueron libradas hace un mes por el juez federal Daniel Rafecas, los arrestos se completaron ayer por la tarde, dijeron fuentes judiciales que aseguraron que los acusados serán indagados entre hoy y el lunes próximo.

Pablo Durán Sáenz, alias «Delta», que fue subjefe del Regimiento 7 de Infantería de La Plata y mandamás de «El Vesubio», ya se encontraba preso pero sumó una nueva orden de detención que agravó su situación judicial, explicaron voceros.

El ex jefe del centro clandestino que funcionó en la localidad bonaerense de La Tablada, en un predio del Servicio Penitenciario Federal (SPF), tiene 67 años y ya ha reclamado sin éxito su libertad.

Además, por orden de Rafecas quedaron presos los coroneles (r) Hugo Pascarelli y Héctor Gamen y los ex agentes penitenciarios Héctor «Paraguayo» Maidana, Diego «Polaco» Chemes, Alberto Neuendorff –alias «Alemán»–, Ramón «Pancho» Erlán y Roberto «Sapo» Zeolitti.

Erlán fue el único del grupo que fue detenido en la madrugada de ayer en la provincia de Chaco, desde la cual será trasladado mañana a esta capital.

Rafecas también dispuso la captura internacional de Néstor «Castro» Cendón y Ricardo «Pájaro» Martínez, que están con paradero incierto, y de Víctor «Polaco» Saccone y José «Foco» Hirschfeld, que fueron reportados como fallecidos según constancias remitidas a la Justicia.

«El Vesubio», que consistía en tres construcciones con sótano y piscina, operó desde 1976 bajo la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército, cuyo jefe era el General Guillermo Suárez Mason, fallecido el año pasado.

La sobreviviente Elena Alfaro declaró que Suárez Mason visitaba periódicamente el centro y relató que «el mayor Durán Sáenz, responsable del campo, vivía allí de lunes a viernes y los fines de semana viajaba a su casa en Azul». «El responsable de los guardias era el suboficial penitenciario Hirschfeld y la seguridad estaba a cargo de personal del Servicio Penitenciario, seis suboficiales en total, que hacían guardia en las cuchas», es decir en las celdas de prisioneros, contó Alfaro.

La ex prisionera, además, aseguró que Durán Sáenz la sometió sexualmente. «En junio de 1977 tomó la jefatura del campo un grupo de oficiales de infantería del Ejército proveniente del Regimiento ó de Infantería de Mercedes».

«Todos los integrantes de las Fuerzas de Tareas Especiales bajo el mando de Suárez Mason fueron promovidos a fines de 1977 como 'premio' al trabajo realizado», declaró Alfaro.

Los represores de «El Vesubio» también afrontan cargos en Alemania e Italia por las violaciones a los derechos humanos cometidas contra prisioneros de la dictadura.

La causa que conduce Rafecas fue reactivada en el 2003 tras haber estado archivada por 15 años. (DyN)

Petracchi y los Derechos Humanos

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Enrique Petracchi, afirmó ayer que los «derechos humanos no tienen sentido si no se tiene seguridad y educación básica, y si hay hambre», al tiempo que consideró que los compromisos con organismos internacionales de crédito «limitan» los derechos básicos de los ciudadanos.

«Estos derechos no tienen sentido si no se tiene seguridad, educación básica, y si hay hambre. Debe haber memoria, convivencia y verdad», aseveró Petracchi al inaugurar ayer la Primera Conferencia Nacional de Jueces.

Petracchi señaló que las obligaciones con organismos crediticios «limitan» el ejercicio de los derechos humanos y señaló la importancia de la ayuda internacional en contextos de crisis. «Los actores no estatales en condiciones de prestar asistencia y cooperación internacional deberán permitir a los países en desarrollo cumplir con sus obligaciones. La única manera de resolver esta tensión es hacerlo a favor de las personas y, en particular, de aquellas que de manera creciente ven insatisfechas sus necesidades mínimas», enunció el juez.