Dos casos de abuso policial en Catriel y Cipolletti encendieron la alarma

Denuncian que la justicia no acciona contra los agentes y las agresiones se repiten. El problema se hizo notorio con el cambio del Código Procesal. Un juez ordenó al personal de la Comisaría Séptima de Cinco Saltos que dejen de hostigar a un adolescente. Le fracturaron el tabique y lo golpearon.

La golpiza que recibió un periodista de Catriel el último fin de semana y los vejámenes a los que fue sometido un adolescente en Cinco Saltos pusieron bajo la lupa el accionar de la policía y la política de la fiscalía respecto de los casos que involucra a policías de Alto Valle.

A los hechos mencionados se suma una intimidación a militantes de la Red Puentes, que realiza tareas de contención para los jóvenes con problemas de adicción. Lila Calderón, referente social de Cipolletti hizo la denuncia por persecución y agresión. La mujer aseguró que su hija de 11 años terminó en el hospital.

Los tres casos ocurrieron en menos de una semana. Todos fueron denunciados ante el Ministerio Público Fiscal.
En el caso de Catriel, la fiscalía ordenó secuestrar los registros de guardia y de los detenidos en la Comisaría Novena, antes de que la víctima hiciera la denuncia.

Los cuestionamientos, además de la acción de los policías, apuntan al rol de la fiscalía. Desde el cambio del Código Procesal Penal, en 2017, casi no hay formulaciones de cargos y mucho menos juicios contra los uniformados.
“Las denuncias que hacemos siempre terminan archivadas”, confesó una militante de los derechos humanos.

A pesar de que la fiscalía de la Cuarta Circunscripción tiene una unidad específica para investigar este tipo de delitos, poco se conoce sobre el avance de las denuncias. Las fuentes consultadas aseguran que la mayoría de los casos quedan en la nada.  

El único antecedente con condena efectiva en la región fue con el anterior código procesal y es el del suboficial Mario Gustavo Leiton, quien recibió cuatro años y dos meses de prisión que ya está cumpliendo. Fue juzgado por vaciarle un ojo a un chico en un procedimiento en Cipolletti.

Un abogado que litiga hace muchos años en la región aportó sobre el tema: “históricamente cada causa por vejaciones se acompañaba de una por resistencia y atentado a la autoridad. La lógica era que la de resistencia se archivara y quedara la de vejación, pero hoy solo hay por resistencia”, sostuvo.

“Es la segunda denuncia que hacemos por abuso policial. A mi hijo me lo reventaron, esta vez entre patovicas y policías”

Padre del joven de Cinco Saltos que denunció hostigamiento de la policía.

La resistencia y atentado a la autoridad es el delito que se le imputa a la persona que “resiste” el accionar policial en medio de un procedimiento. Y las vejaciones son las golpizas que se le atribuyen a los uniformados y que tienen como víctima a la ciudadanía.

Cipolletti registra muchos casos por uso desmedido de la fuerza policial. Desde el caso Ariel Balladini (hijo de un juez del STJ ya jubilado, quien fue golpeado en la Comisaría Cuarta por cinco policías hoy condenados) hasta el fusilamiento de Nicolás Scorolli la madrugada de Navidad de 2011.

La semana pasada, el juez de garantías Marcelo Gómez libró una orden judicial contra el personal de la Comisaría Séptima de Cinco Saltos para que cese el hostigamiento que tiene como víctima a un adolescente.

El padre del chico de 15 años, pidió “rápida” justicia y que accionen contra los policías. Dijo que “es la segunda vez, hace unos meses le fracturaron el tabique y perdió una pieza dental. Esta vez también fueron los patovicas y nadie hace nada”, señaló. El joven fue objeto de patadas y de golpes con “bastones por disturbios en un boliche”, según describió.


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