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Daniel Arroyo: “Aunque la economía creciera a tasas chinas, la pobreza no bajaría del 30%”

ENTREVISTA │ El ex ministro de desarrollo social al inicio de la gestión de Alberto Fernández, analizó la coyuntura social al inicio de la gestión de Javier Milei, y el carácter estructural que reviste la desigualdad extrema en Argentina.

Los números de pobreza publicados por la UCA esta semana, son alarmantes. La reflexión sin embargo, radica en los mecanismos necesarios para revertir una configuración estructural de exclusión que alcanza a millones de habitantes, en un país productor de alimentos. Al respecto el ex ministro de desarrollo social Daniel Arroyo, dialogó con PULSO.

PREGUNTA: ¿Qué valoración tiene del momento que vive la Argentina?
RESPUESTA:
Yo diría que hoy hay tres problemas cruciales. El primero es que hay más gente en los comedores, y hay más personas en los merenderos. Segundo problema, creo yo que el más crítico hoy en la Argentina, es el endeudamiento de las familias. Como la plata no alcanza, la gente se endeuda, y se endeuda al 500% de interés anual. Hay un estudio reciente que dice que el 85% de la gente no sabe cuánto debe. Y tercero, el tema de la nueva pobreza, el fenómeno de la clase media que se cae aquí, que técnicamente no es pobre. Gente que cuando entra el censista a la casa va a ver que no es pobre, porque tiene las condiciones de infraestructura, pero no le alcanza, no llega.

P: ¿Los tres problemas son responsabilidad de Milei?
R:
Ninguno de los problemas arrancó hace siete meses, pero todos se agravaron objetivamente. Venían de hace tiempo en Argentina, pero se han agravado, y le pondría mucho el acento al endeudamiento de las familias.

P: ¿En dónde ubica la raíz del problema?
R:
El gran problema en Argentina es que no entramos los 46 millones de argentinos. Hace falta una política que amplíe la torta productiva. Tenemos una oportunidad hacia adelante, porque la economía va a crecer, porque tenemos soja, alimentos, energía, y economía del conocimiento, Vaca Muerta, litio. Es evidente que la economía argentina va a crecer los próximos años. El tema es que con eso la ecuación distributiva da una sociedad con un tercio adentro, y dos tercios afuera. El crecimiento de esos sectores por sí solo, no genera inclusión. Hay que generar crecimiento en otros sectores mano de obra intensivos, como la construcción, el textil, la producción de alimentos, el cuidado de personas, o el reciclado. Pero además está claro que el problema serio, es el costo de los alimentos. Comer en Argentina, se hecho algo caro, en el largo plazo, no me refiero solo a estos últimos siete meses. Y hoy gran parte del costo de la familia, tiene que ver con la comida.

El problema más crítico hoy en la Argentina, es el endeudamiento de las familias. Como la plata no alcanza, la gente se endeuda, y se endeuda al 500% de interés anual.

P: ¿Qué registro guarda al respecto de su propia gestión como ministro?
R:
Yo soy ministro de la primera etapa de la pandemia, cuando nos vamos al 40% de pobreza. La pandemia es una situación muy particular, que claramente tiene que ver con que está toda la economía cerrada. En ese contexto asistimos a 11 millones de personas, manteniendo la paz social, y evitando el conflicto. A la salida de la pandemia, ingresamos a un esquema en que se recupera la economía, pero aumenta la pobreza.

P: ¿Hay un piso de pobreza estructural que es difícil perforar?
R:
Yo creo que hoy tenemos una pobreza estructural/estratificada del 30%. O sea, si la economía vuela en los próximos años, la pobreza baja al 30%. Para perforar ese piso, te faltan generar otras políticas económicas. Este modelo económico, esta organización del sistema económico que tiene Argentina, da como resultado este piso de pobreza.

P: ¿Qué haría falta para perforar el piso?
R:
Para bajar esos estándares, necesitamos otras cuestiones. Por ejemplo necesitamos urbanizar cinco mil setecientos barrios, y hacer una transformación profunda de la escuela secundaria. Nuestra escuela secundaria no está llevando a los chicos al siglo veintiuno. Hay que generar sectores estratégicos productivos mano de obra intensivos, hay que fortalecer regiones como la Patagonia, en términos de desarrollo económico, hay que repensar los grandes centros urbanos, como el conurbano bonaerense, Rosario, Córdoba. Cambios estructurales urbanísticos, económicos, y educativos muy fuertes.

El Estado se está retirando y el que vende droga tiene billetes y da crédito, e incluso en muchos casos presta asistencia social. ¿Quiénes le pelean a eso? La maestra en la escuela, la enfermera en la salita, los dirigentes sociales, y las iglesias.

P: ¿Y es posible hacer todo eso sin Estado?
R:
No, claramente no. Hoy estamos viviendo un experimento, que es nada de Estado y todo mercado, a lo bestia. Yo creo que la sociedad votó un cambio, y que hay un cansancio con el Estado, que se metió en lo que no tenía que meterse, y claramente un Estado que distribuya lo que no hay, no existe. Eso es gran parte del problema. Ahora de ahí, a nada de Estado, y todo mercado a lo bestia, es absurdo. El Estado tiene que reformar la escuela secundaria, el Estado tiene que regular las tasas de interés, la tarjeta de crédito, que es la manera de desendeudar a la familia, el Estado tiene que regular el sistema de salud. No, sin Estado no es posible. Ahora, tampoco es posible, solo con el Estado. Hay que encontrar un punto de equilibrio entre Estado y mercado, que objetivamente no se ha encontrado en los últimos años.

P: Hay quienes señalan que cuando el Estado se retira de los barrios, le deja el campo abierto a los narcos ¿qué opina?
R:
Creo que es así, con matices. Claramente el Estado se está retirando y el que vende droga gana más que el que trabaja, entonces tiene billetes y da crédito, e incluso en muchos casos presta asistencia social. ¿Quiénes le pelean a eso? La maestra en la escuela, la enfermera en la salita, los dirigentes sociales, y las iglesias. Esos son los actores que le pelean al narcotráfico, con pocos recursos pero lo hacen. Por eso no creo que sea tan lineal el avance narco, pero sí es un fenómeno que está en avance sin lugar a dudas.


Perfil


Daniel Arroyo es Licenciado en Ciencias Políticas (UBA), especializado en Control y Gestión de Políticas Públicas (FLACSO).
Fue Ministro de Desarrollo Social en la Provincia de Buenos Aires durante la primera gestión de Daniel Scioli.
Fue ministro de desarrollo social al inicio de la gestión de Alberto Fernández.
Actualmente es diputado nacional de Unión por la Patria.


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