¿Dónde fueron a parar los pesos de Scott Bessent?

La compra de pesos de parte del Tesoro de los EEUU calmó al mercado previo a las elecciones. Sin información oficial, los analistas trazan hipótesis respecto a las condiciones financieras detrás de la operación: ¿Nueva deuda?

Habiendo transcurrido las dos semanas posteriores a las elecciones legislativas de medio término, y gracias a la asistencia financiera de los Estados Unidos en los días previos, se morigeró ostensiblemente la presión sobre el tipo de cambio.


Previo al comicio del 26 de octubre, el gobierno norteamericano vendió dólares (o, como dijeron ellos, “compró pesos”) en el mercado de cambios argentino para contener lo que a todas luces fue una corrida feroz, que dejó el valor del dólar al borde del techo de la banda cambiaria y a la administración libertaria cerca del knockout.


Sin embargo, y a pesar del fluido vínculo y la afinidad ideológica entre Javier Milei y Donald Trump, hubo suspicacias sobre la repentina generosidad del magnate republicano.
Respondiendo la pregunta de una periodista, Scott Bessent, el secretario del Tesoro estadounidense, afirmó que con la ayuda a la Argentina, la administración Trump “no perdería dólares de los contribuyentes” ya que estaba “comprando barato para vender caro”. Algo de eso había.


Es que, obviando los potenciales beneficios geopolíticos que el gobierno norteamericano podría anotarse a mediano plazo al solidificar la alianza con Argentina, siempre faltaron detalles sobre la operación financiera en sí: ¿cuántos dólares “quemó” el Tesoro estadounidense para fortalecer el peso? ¿Esas ventas fueron parte del swap de monedas de US$20.000 millones anunciado como parte del rescate? ¿Embolsó alguna ganancia económica inmediata la administración norteamericana con la transacción? Y, sobre todo, ¿qué hicieron con los pesos que compraron?


Según varios analistas consultados por este diario, el balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA) publicado este miércoles indica que el Tesoro estadounidense ya desarmó su posición en pesos y obtuvo una ganancia.


Se trata hasta el momento de especulaciones informadas: ni el Tesoro estadounidense ni el Banco Central argentino brindaron información oficial alguna al respecto. RÍO NEGRO preguntó por la operación a un vocero del BCRA que, al cierre de esta edición, no respondió la consulta.

“No podemos decir que se activó el swap de monedas para cancelar la letra pero todo parece indicar que va por ahí”

Pablo Repetto, economista


“Las intervenciones buscaron contener la corrida cambiaria que puso en crisis el esquema cambiario en la previa electoral”, dijo a RÍO NEGRO Pablo Moldovan, economista y director de C-P Consultora. “En términos discursivos se buscó transmitir la idea de que quien desafiara al esquema de bandas estaba a su vez desafiando al gobierno de Estados Unidos”, agregó.


Los analistas calculan que EE.UU. inyectó más de 2.000 millones de dólares para apuntalar al peso, aunque la cifra exacta nunca fue publicada. En su balance semanal publicado este miércoles, el BCRA mostró que, al 31 de octubre, le habían “desaparecido” $2,75 billones en títulos públicos nominados en pesos respecto de la semana anterior. Esas serían las letras que la autoridad monetaria emitía cuando el Tesoro de EE.UU. compraba pesos durante la corrida cambiaria.


Para Moldovan, en los balances se registran “una serie de movimientos que sugieren que la venta de dólares en el mercado tuvo como contraparte la toma de deuda por parte del BCRA”.
Si bien el gobierno no informó la tasa de interés, los montos, las condiciones ni la duración del instrumento de deuda que emitió, todos los analistas consultados coinciden en que el Tesoro norteamericano obtuvo alguna ganancia, garantizada por el BCRA.

“Hay una serie de movimientos que sugieren que la venta de dólares en el mercado tuvo como contraparte, toma de deuda del BCRA”.

Pablo Moldovan, economista


Para el economista Christian Buteler, si el Tesoro Americano hubiese recomprado los más de 2.000 millones de dólares que puso en el mercado único de cambios, “lo más probable es que semejante demanda, en un mercado que maneja un volumen de 400 millones por día, por más que lo haga paulatinamente, provocara un aumento en el precio”. A la postre, eso “terminaría provocando que el Tesoro americano compre dólares más caros de lo que los vendió y tuviese una pérdida”.
“Entonces, esta operación, además de hacerse con falta de transparencia, fue también para generarle una ganancia al Tesoro americano”, dijo Buteler a RÍO NEGRO.


Para Pablo Repetto, jefe de research en Aurum Valores, la letra que emitió el BCRA pagó una tasa de interés, aunque no se sabe cuál. “Por mercado la tasa del Tesoro en ese momento estaba en torno al 3,5% o 4% de Tasa Efectiva Mensual”, dijo Repetto a RÍO NEGRO, aunque agregando que el BCRA puede haber pagado otro monto.


La operación, sin embargo, no terminó ahí: el balance del Banco Central muestra que la categoría “Otros pasivos” creció casi en 2,9 billones de pesos en la misma semana en que desaparecieron los títulos en pesos. “No podemos decir que se activó el swap para cancelar la letra pero todo indicaría que va por ahí”, dijo Repetto. Moldovan y Buteler coincidieron.


Según Moldovan, al tratarse de una nueva deuda, la operación hizo caer a las reservas netas. Y, al no informarse, le permitió al gobierno ocultar convenientemente esa disminución.
Asimismo, también sirvió para que el gabinete económico sorteara las restricciones del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que impide vender dólares por debajo del piso de la banda cambiaria.

“Además de hacerse con falta de transparencia, la operación fue para generarle una ganancia al Tesoro americano”

Christian Buteler, economista


Para el economista, es “entendible” que parte de esta información financiera no se hubiera publicado “en una situación extrema”, pero agregó que el gobierno debería difundirla ahora, “una vez superado el peor momento de la crisis”.


“Se trata de información sensible para entender la situación patrimonial actual del BCRA”, agregó.
Buteler también criticó la falta de transparencia de la operación. “Lo ideal sería que la entidad salga a aclarar y a explicar realmente qué fue lo que pasó, y así se evita cualquier rumor inexacto”, dijo. “Acá estamos hablando de dinero del Estado: en este caso del Banco Central y del Tesoro americano”, agregó.


Mientras en la city, ya pasado el feriado bancario del jueves, abundan los rumores y los cálculos propios. Los especialistas especulan con que la gestión Milei ofreció al Tesoro de los Estados Unidos una jugosa operación financiera con fondos públicos, a cambio de la garantía y el respaldo del gobierno más poderoso del planeta en el momento más álgido de la crisis cambiaria y en vísperas de una elección clave.


Nadie en el mercado duda de la potencia que tiene el Tesoro de los Estados Unidos como actor global: difícilmente un agente económico local o extranjero por más grande que sea, pueda pretender pulsear en términos cambiarios con quien tiene en sus manos “la máquina de hacer dólares”.


Sin embargo, lo que sí advierten entre economistas y operadores de mercado, es la opacidad respecto a las condiciones de la operación y al costo que tuvo la jugada política del gobierno para el fisco argentino (es decir para los contribuyentes en su conjunto).


Habiendo transcurrido las dos semanas posteriores a las elecciones legislativas de medio término, y gracias a la asistencia financiera de los Estados Unidos en los días previos, se morigeró ostensiblemente la presión sobre el tipo de cambio.

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