El desafío de consolidar el Ecosistema Emprendedor

Un ambito en el que conviven actores con un propósito diferente, pero compartiendo un mismo hábitat y una misma visión de futuro. La sinergia de los aportes diversos de cada uno, es esencial para fortalecer el desarrollo económico y social de la región.

Por Andres Tejeda (*)

Tal vez el término “Ecosistema Emprendedor” resulte difícil de entender. Vamos a explicarlo brevemente. En la naturaleza, un ecosistema está integrado por diversas especies y organismos vivos, independientes, que comparten el mismo hábitat.


Lo mismo sucede en un Ecosistema Emprendedor: en él conviven emprendedores y emprendedoras, empresas, instituciones académicas y científicas, incubadoras y aceleradoras, el estado, el sector financiero y las organizaciones del tercer sector. Cada uno con un propósito diferente, pero compartiendo un mismo hábitat y una misma visión de futuro.

El entorno es clave

El ambiente en el que los emprendimientos y las empresas llevan adelante sus actividades tiene mucho que ver con sus resultados y su evolución. Se dice que “dos personas en un garage pueden cambiar el mundo, siempre y cuando vivan a dos cuadras de Stanford”. Esta frase alude al éxito de Steve Jobs y Stephen Wozniak al crear Apple, en gran medida, gracias al apoyo del ecosistema de Stanford.


Dentro de un ecosistema emprendedor podemos distinguir dos grandes grupos: las instituciones de apoyo al emprendimiento y los emprendedores.
Las “Instituciones de apoyo” son aquellas que brindan asistencia al emprendimiento a través de política pública, capacitaciones, asistencia técnica, financiamiento y vinculación.
Los emprendedores en tanto, son quienes encuentran una oportunidad, llevan adelante una idea y crean un negocio, valiéndose de la estructura de apoyo de las instituciones.

Es fundamental que tanto emprendedores como instituciones y empresas trabajen para para el surgimiento y crecimiento de nuevos proyectos.


El grado de evolución de un Ecosistema Emprendedor estará dado por la diversidad de actores (personas u organizaciones) que se encuentren en cada uno de los sectores mencionados y su capacidad de generar, individualmente, así como en conjunto, condiciones cada vez más favorables para el surgimiento y desarrollo de emprendimientos que permitan la creación de riqueza, el desarrollo sostenible y que contribuyan a la diversificación de la matriz productiva de la región.


En nuestra región, desde fines de 2016, existe el Ecosistema Emprendedor Alto Valle – EEAV –. Un espacio descentralizado y colaborativo integrado por universidades, sectores del gobierno, comunidades emprendedoras, cámaras empresariales y bancos. Desde el cual se han impulsado diversas iniciativas y por el que debemos seguir trabajando para consolidarlo, con la incorporación de todos los actores necesarios y la creación de más y mejores iniciativas. ¿Cuál es el aporte de cada uno de estos actores?

Instituciones educativas

Son grandes sensibilizadores del espíritu emprendedor, además de promover nuevos emprendimientos, así como también de asistencia a los ya existentes y, en niveles más avanzados, contribuyendo a que los emprendedores continúen adquiriendo habilidades y mejorando las existentes.

En este caso, podemos mencionar instituciones como el colegio secundario IFES, con talleres emprendedores; la Universidad Nacional del Comahue, con la Diplomatura en Gestión y Dirección de PyMEs y el Centro Universitario PyME; la Universidad de Flores, con la Cátedra de Emprendedores y Bizion, primera escuela de negocios de la Patagonia.

Incubadoras

Son las que acompañan en el proceso de transformación de una idea o proyecto a un negocio. En la región, podemos destacar el trabajo de la incubadora del Centro PyME ADENEU con sus diversos programas.

En un mundo donde la innovación y la creatividad son motores del progreso, es fundamental que tanto emprendedores como instituciones y empresas trabajemos juntos para crear un entorno propicio para el surgimiento y crecimiento de nuevos proyectos.

Aceleradoras

Son entidades que potencian el crecimiento de startups (empresas ágiles de rápido crecimiento), a través del asesoramiento, la vinculación con otros actores y el financiamiento. Su foco está puesto en empresas que puedan escalar rápidamente. En el país se encuentran NXTP Labs, Cites, Wayra, Incutex, entre otras. Pero ninguna tiene una presencia fuerte en el Alto Valle.

Grandes empresas

La vinculación entre éstas y emprendedores abre una gran oportunidad para generar procesos de innovación abierta, ya que se aprovechan ideas, conocimientos y perspectivas que no están sesgadas por lo corporativo. Aquellas que realizan estas vinculaciones desafían su propia cultura para sumergirse en procesos disruptivos que reducen costos, tiempos de investigación y permiten innovar ágilmente. Algunos ejemplos son: Bagó y Ford, entre otras.

Redes y comunidades

Organizaciones sin fines de lucro que tienen como fin contribuir al surgimiento de más y mejores empresas como Endeavor y ASEA. Este último también impulsa políticas públicas como la Ley de Emprendedores y la Ley de Economía del Conocimiento.

Inversores y fondos

Estos suelen ser empresarios, emprendedores (denominados inversores ángeles) o empresas privadas (fondos de inversión) con intereses en proyectos innovadores en sus áreas de experiencia. Invierten capital, aportan conocimiento y relaciones a cambio de un porcentaje de la empresa. Algunos ejemplos son: los clubes de inversores ángeles de CREA y del IAE, entre otros, y los fondos de inversión: Mercado Libre Found, Alaya Capital, Globant Ventures, entre otros. Desafortunadamente, prácticamente no hay inversiones de este tipo en el Alto Valle.

Gobierno

El gobierno es quien debe generar las políticas públicas necesarias para el surgimiento de nuevas empresas y propiciar el desarrollo de las existentes. Disminuyendo la burocracia y los costos. Brindando incentivos fiscales y asistencia financiera.


En resumen, el éxito y la consolidación del Ecosistema Emprendedor no depende solo de la presencia de sus diversos actores, sino también de su colaboración, articulación y sinergia.


En un mundo donde la innovación y la creatividad son motores del progreso, es fundamental que tanto emprendedores como instituciones y empresas trabajemos juntos para crear un entorno propicio para el surgimiento y crecimiento de nuevos proyectos. Con el compromiso continuo de todos los involucrados, podemos fortalecer nuestro Ecosistema Emprendedor y contribuir al desarrollo económico y social de nuestra región.


(*) Consultor PyME


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