La hija del supermercadista cambió harina por ladrillos: cuál es el giro millonario después de las panaderías

La integrante de la familia Coto ya mueve fichas en otro sector, dentro y fuera del país, tras desprenderse de más de 100 panaderías. El nuevo destino está lejos de las góndolas y no es desconocido para la familia.

Con más de 100 locales en todo el país y tras más de dos décadas en el rubro, Costumbres Argentinas cambió de manos: Alejandra Coto, hija de uno de los mayores supermercadistas del país, y su esposo Luis Videla vendieron la cadena panadera a la familia Navilli, de Molinos Cañuelas. “De esa manera, el matrimonio sale del negocio para dedicarse al real estate en la Argentina y el exterior”, reveló Clarín. La venta también incluyó la firma panificadora Almar, aunque el matrimonio conservará la planta de ultracongelados de Don Torcuato, que ahora será alquilada por los nuevos dueños para seguir elaborando ambas marcas.

El traspaso marca el cierre de un ciclo iniciado en 2001, cuando la pareja, que se había conocido trabajando en los supermercados Coto, fundó Costumbres Argentinas. Con el tiempo, la marca sumó locales propios y franquicias, además de desarrollar formatos como “Costumbres al paso” durante la pandemia y más recientemente “Costumbres Express”. El laboratorio de calidad, el centro de monitoreo y el centro de distribución también fueron incluidos en el paquete alquilado por los Navilli.

Molino Florencia, que opera desde 1931 en Laboulaye, Córdoba, buscará ampliar su surtido con esta incorporación. En declaraciones citadas por Clarín, fuentes del sector explicaron que la planta competirá en segmentos como panes de mesa, galletas, tortas y comidas rápidas como empanadas, donde ya operan marcas como Bimbo.

La adquisición de Costumbres y Almar se da en un contexto particular, ya que Molino Cañuelas —la principal firma de la familia Navilli— atraviesa un proceso de concurso preventivo de acreedores.

Por su parte, el nuevo foco de Alejandra Coto será el negocio inmobiliario, tanto en Argentina como en el exterior. Según detalló Clarín, se trata de un proyecto basado en la compra, remodelación y alquiler de propiedades. En Miami, por ejemplo, Germán Coto —otro hijo de Alfredo Coto— ya desarrolla emprendimientos de lujo como la torre Aston Martin. Así, la familia supermercadista diversifica sus inversiones hacia el rubro del real estate.


La operación entre Coto y la familia Navilli


La venta se concretó mediante Molino Florencia, una empresa de los Navilli que posee plantas en Laboulaye y Córdoba capital, y centros logísticos en Mendoza y San Juan. Aunque no se dio a conocer el monto de la transacción, Clarín indicó que la planta de Don Torcuato continuará siendo operada por los nuevos dueños bajo un esquema de alquiler. Allí se seguirán fabricando los productos de Costumbres y Almar.

La noticia sorprendió por realizarse en simultáneo con la reestructuración de deuda que atraviesa Molino Cañuelas, principal firma del grupo Navilli, concursada desde 2021 con un pasivo de 1.260 millones de dólares. Según la nota publicada el jueves, en agosto presentaron una nueva propuesta de pago a sus acreedores.


De las panaderías al real estate, el nuevo rumbo de Alejandra Coto


Luego de más de dos décadas en el rubro panadero, Alejandra Coto y su esposo apuestan al negocio inmobiliario. Su nuevo proyecto se enfocará en la compra, remodelación y alquiler de inmuebles en el país y en plazas internacionales. Según señaló Clarín, en Miami ya hay antecedentes dentro de la familia: Germán Coto lidera allí el desarrollo de la torre de lujo Aston Martin.

La decisión de volcarse al real estate llega en un contexto económico desafiante, y refleja una estrategia de diversificación de activos por parte del núcleo familiar vinculado históricamente al supermercadismo. Con esta operación, cierran una etapa iniciada con la creación de La Tortería, el primer emprendimiento de la pareja.