Las pérdidas en la fruticultura suman 20.000 millones de pesos

Los ajustes estadísticos de los últimos días dan cuenta de que la producción de peras y manzanas en el valle profundiza su caída en la medida que avanza la temporada.

Las mermas en cosecha de manzanas se están confirmando con los bajos stocks almacenados.

Los volúmenes comercializados de peras y manzanas en lo que va de la presente temporada muestran con claridad los daños que terminaron generando las heladas tardías y las tormentas de granizo que cayeron durante la primavera y verano del año pasado.

Con las estadísticas del cierre del primer semestre, se puede proyectar que la cosecha efectiva en 2022 de pomáceas en toda nuestra región se ubicaría en 922.600 toneladas, cifra que proyecta una caía del orden del 11% respecto de la temporada 2021. En términos absolutos, se estiman unas 116.200 toneladas de fruta menos respecto del año pasado.

Pero ya en 2021 la fruticultura venía arrastrando fuertes pérdidas de volumen, producto de las malas condiciones climáticas y el negativo estado de las plantaciones, por lo que al tomar como referencia una cosecha relativamente completa, como fue la de la temporada 2020, las mermas de producción reales del Valle, durante este año en curso, se ubicarían en torno a las 232.000 toneladas entre peras y manzanas. El dato no es menor ya que representa una pérdida relativa del orden del 20% entre ambos períodos (2022/2020).

Esta caída en el volumen define otro número de importancia: el dinero que deja de ingresar a la región. Tomando como referencia la matriz comercial histórica que presentan las pomáceas (computando lo que se orienta a la exportación, mercado interno e industria), estamos hablando de unos 20.000 millones de pesos que no estarían ingresando al mercado local en todo el año en curso. Este faltante de dinero, sin dudas ya está impactando en la economía del Valle por la magnitud del monto mencionando.

De las estadísticas oficiales se desprende que la manzana fue la que mayor territorio cedió en toda esta crisis de producción que presenta el Valle, siempre hablando de valores y volumen comercializado.

Tomando como referencia la cosecha completa, como fue la del 2020, las mermas de este año superan las 140.000 toneladas. Respecto de la temporada anterior esa cifra se ajusta a poco más de 74.000 toneladas.


Desglosando la estadística, se observa que el 55% del total de estas pérdidas en volumen (2022-2020) fue absorbida por la industria de concentrados, con unas 76.000 toneladas de manzanas menos que llegaron a las puertas de las fábricas al cierre del primer semestre de este año. Sobre la oferta destinada al mercado interno, se consolidaron menores ventas por poco más de 21.000 toneladas. La caída de los stocks refleja un 10% del total de las mermas totales mencionadas, pero si se comparan los volúmenes almacenados con 2021 ese valor relativo trepa al 20%.

Por último, está la exportación sobre la que se observaron caídas del orden del 40% (2022-2020), un valor que, en términos nominales, equivale a poco más de 24.800 toneladas que dejaron de comercializarse en los distintos mercados del exterior.

En relación con las peras, las pérdidas de volumen respecto de 2020 se las proyecta -con los datos del cierre del primer semestre- cercana a las 94.000 toneladas. Al compararla con la temporada pasada ese valor se ubica en poco más de 42.000 toneladas.


El sector que más participó en esta caída fue los stocks almacenados en las cámaras frigoríficas donde se observaron mermas del 28% en relación con el primer semestre del 2020. Sin embargo, cuando se la relaciona con el 2021 ese valor relativo muestra un crecimiento del orden del 5%.

Las exportaciones cedieron en este mismo período 2022-2020 cerca del 19%. Los envíos al mercado interno cayeron en forma marginal 3%, mismo porcentual de baja que la industria de jugos.


Expectativas


Estudios privados señalan que las expectativas en este último cuatrimestre del año están puestas en la comercialización de manzanas en el mercado interno y la evolución que presente Brasil, que es un destino de alta demanda, durante este período mencionado.

En relación con el mercado interno, hasta el mes pasado las ventas no habían repuntado. Datos suministrados por el Senasa dan cuenta de que las colocaciones de manzanas hacia este destino -al cierre de julio- se ubicaron en las 138.160 toneladas. La cifra representa una caída del orden del 4% cuando se la compara con los volúmenes del mismo período del año pasado, que totalizaron las 143.430 toneladas. Las mermas se argumentan por la falta de demanda que existe, producto de la crisis económica que atraviesa el país. Las bajas de consumo se dan inclusive en un contexto donde el sector privado estuvo impulsando una campaña publicitaria buscando revertir estas tendencias.

Sin embargo, el dato alentador esta en los stocks de fruta que existen en las cámaras frigoríficas. Las estadísticas suministradas por la secretaría de Fruticultura de Río Negro destacan que al cierre de junio no llegaban a las 140.000 las toneladas almacenadas en frío, un volumen 20% inferior al compararlo con el mismo período del año anterior. La menor oferta permitiría inferir una suba de precios sobre el producto final en las góndolas locales.

Pero este escenario mucho dependerá de como evolucione la demanda del mercado brasileño, sumido en un año electoral y ante posibles cambios económicos una vez definido el nuevo presidente del gigante sudamericano.   

En el caso de las peras, la situación es totalmente distinta. Los stocks almacenados están un 5% arriba este año respecto de 2011. Este mayor volumen sin dudas puede complicar el escenario comercial para lo que resta de la temporada.

Los informes del Senasa señalan que -al cierre de julio- las ventas al mercado interno totalizaron en estos primeros siete meses del año las 77.600 toneladas, cifra que refleja una caída del 12% en relación con las 87.800 toneladas registradas para el mismo período del año anterior. Los números detallan cabalmente la parálisis que existe en el mercado para este tipo de producto.

Lo que mismo que en la manzana, Brasil será clave en esta última parte para las peras que hoy están en frío. Al cierre de julio, las colocaciones en este destino totalizaron las 62.800 toneladas, volumen 7% inferior al mismo período de 2021. Un dato para nada alentador.


Rusia, siguió cayendo


Un reciente informe elaborado por el Senasa señala que las exportaciones de peras y manzanas hacia le mercado ruso totalizaron en estos primeros siete meses del año las 44.300 toneladas, volumen que representa una caída interanual del orden del 41%.

Las mermas se argumentan por las restricciones que existen para ingresar a ese mercado tras la invasión de las tropas del Kremlin al territorio ucraniano. Las sanciones de occidente por este avance militar tuvieron sus consecuencias sobre la oferta exportable del Valle.

Cerca del 90% comercializado con este importante país fueron peras, donde se observó una caída interanual del 39%.


Pero, pese a estas mermas observadas, el mercado ruso se mostró muy firme en precios por lo que aquellas empresas que pudieron llegar a destino lograron retornos mucho mejores que en otros puertos donde fue colocada la fruta del Valle. Esto se debió en gran parte a la revaluación observada por la moneda rusa durante todo el proceso bélico desarrollado en territorio ucraniano. Previo a la invasión la paridad cambiaria estaba en 75 rublos por dólar, tras las sanciones se disparó hasta los 150 rublos por dólar, pero a partir de fines de marzo comenzó a bajar para ubicarse hoy en los 60 rublos por dólar.


¿Vuelve el tan necesario pronóstico de cosecha?


El titular de la secretaría de Fruticultura, Facundo Fernández, se mostró a favor de volver a contar con el pronóstico de cosecha que permitía a toda la actividad contar con una proyección de la producción sobre el final de diciembre.

El servicio se interrumpió hace ya varios años poque los funcionarios de aquel entonces no lo consideraban como algo importante. “Estamos con toda la intención de poder volverlo a poner en marcha este año. Comenzamos a hablar con la Universidad y nos queda hacer contacto con el INTA”, remarcó Fernández al ser consultado por el tema.

Facundo Fernández se mostró a favor de volver a poner en marcha el pronóstico de cosecha para la región.

El funcionario también conversó sobre lo que queda de la temporada y las perspectivas que existen para el sector en esta última parte del año. Aquí algunos de sus conceptos.

-P: ¿Cómo ve esta última parte del año?

-FF: El mercado interno para la manzana no tiene fuerza. Habrá que esperar si la demanda sube cuando aumente la temperatura. Y Brasil está recibiendo mucha manzana de Chile por los problemas de logística que hay en los embarques.

-P: Sin embargo, hay menos fruta en stock…

-FF: Si, eso es un dato positivo. La menor cantidad de fruta almacenada puede impactar favorablemente en las góndolas locales. Pero esto dependerá de la fuerza que tenga la demanda, el comportamiento del mercado brasileño y la oferta que pueda llegar del exterior. Todo eso definirá el precio de la manzana en el mercado interno.

-P: ¿Y para la pera?

-FF: Brasil no presenta la tradicional fuerza para la Packham’s en esta etapa del año. Hay mucha, pero no tiene calidad.

-P: ¿Hay algún otro condimento que pueda afectar al mercado?

-FF: Si, el dólar bajo también complica al mercado porque ingresa mucha fruta barata del exterior que compite con nuestra oferta que se orienta a la góndola local.

-P: ¿Volverán a implementar el pronóstico de cosecha?

-FF: Estamos con toda la intención de poder volverlo a poner en marcha este año. Comenzamos a hablar con la Universidad y nos queda hacer contacto con el INTA. Debemos cerrar un acuerdo lo antes posible para poder comenzar a trabajar y llegar a fin de año con la estadística cerrada.


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