Dólares debajo del «colchón»: las provincias deberán legislar para implementar el nuevo régimen económico
Este paso será obligatorio en caso de que el Ejecutivo nacional apele al Régimen de Presentación Espontánea vigente. Los riesgos para los que lo usen si no hay aval legislativo.
El Gobierno de Javier Milei mantiene el foco en buscar mecanismos para que entren dólares a la economía. Pero el plan anunciado para el uso de los billetes guardados en el “colchón” deberá contar con un respaldo explícito de las provincias: tendrían que adherir por ley al nuevo régimen para que entre en vigencia en sus territorios.
Así surge de la Ley 11.683 que regula lo que se conoce como “Régimen de Presentación espontánea” y en su artículo 11 impone el aval de los estados sub nacionales a una propuesta en este sentido.
Caputo reveló la idea del Gobierno antes del feriado largo lo cual disparó una serie de interpretaciones que el ministro intentó acotar con una aclaración al inicio de esta semana, pero que terminó abriendo otra serie de especulaciones ante la falta de información concreta.
La iniciativa ya fue discutida en algunas de las reuniones que se mantuvieron con el Fondo Monetario Internacional (FMI) mientras se discutía el último acuerdo.
Poco después de la firma, la Directora Gerente del organismo, Kristalina Georgieva, dejó una frase curiosa en una conferencia de prensa que ahora cobró sentido: “Me dijeron, no sé si es verdad, que hay más del U$S 200 mil millones bajo el colchón y Dios sabe dónde. Si ese dinero se invierte en Argentina, imaginen lo que sería ese país”.
En medio del año electoral, la opción de mandar una ley al Congreso Nacional para lanzar un nuevo blanqueo está prácticamente vedada, de allí que el Poder Ejecutivo la instrumentaría a partir de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y acompañado por resoluciones del Ministerio de Economía, el Banco Central y ARCA.
Allí se establecerían los montos -se especula con un máximo de U$S 100.000- más una serie de condiciones adicionales para respetar las normas anti lavado.
Pero una vez que toda esta legislación esté vigente las provincias deberán adherirse mediante leyes locales.
«En caso contrario, los consumidores que se adhieran a la presentación espontánea que dictó Nación (o sea compren un bien con dólares no declarados) y obtengan los beneficios, corren el riesgo que después venga la provincia y reclame ingresos brutos, más intereses, más multas por ese dinero, ya que no estarán condonados”, explicó a este medio el tributarista Sebastián Domínguez.
Otro de los puntos que entra en colisión con lo dicho por el ministro, es que mediante el “Régimen de Presentación Espontánea” no se condonan los impuestos y deben regularizarse cuando el contribuyente adhiere al régimen. En ese sentido, Caputo prometió que no se iban a “hacer muchas preguntas” y que el uso sería sin demasiadas trabas, con lo cual resta conocer la letra chica de la iniciativa para que ningún contribuyente corra riesgos.
Cuál es el objetivo para el régimen que sacaría los dólares del colchón
Caputo admitió que “se le escapó” la idea en una etapa muy embrionaria y que aún resta mucho camino por recorrer, pero al mismo tiempo el desliz permite inferir que el gobierno aún no está plenamente satisfecho con los resultados tras el acuerdo con el FMI y el levantamiento del cepo.
El objetivo es convencer al mercado que no le va a faltar los dólares necesarios para hacer frente a los abultados compromisos de deuda que se avecinan en los próximos meses.
En el Ministerio de Economía aseguran que ya tiene los dólares para hacer pago al vencimiento de julio por U$S 4.500 millones.
El mercado especula con que una buena parte saldrá del giro de U$S 12.0.00 millones del FMI. Esta dependencia de los ingresos externos y el riesgo político es lo que mantiene a los inversores cautelosos de tomar posiciones en Argentina. El mejor reflejo es la persistencia del Riesgo País por encima de los 700 puntos. Que se usen los dólares guardados mejoraría el nivel de reservas y despejaría dudas.
También se busca el efecto adicional de bajar la presión sobre el precio de la divisa. En los análisis no pasa desapercibido que el tipo de cambio se empinó en el inicio de la semana y se estableció por encima de los $ 1.200.
Otra máxima que repiten en el Palacio de Hacienda es que sólo se comprarán divisas cuando el valor se acerque al piso de la banda. Así lo repitió este martes, el director del BCRA y asesor de Caputo, Federico Furiase.
Sin embargo la tendencia es otra. A pocas cuadras del lujoso hotel de la Ciudad de Buenos Aires donde Furiase hablaba en público, la cotización del dólar en el Banco Nación titilaba $ 1.165 y $ 1.215 para compra y venta respectivamente. El mayorista comenzó al alza y terminó en $ 1.185 y $ 1.194, luego de llegar a tocar los $ 1.201. Por su parte, el MEP se estableció en $ 1.200 y el Contado con Liquidación en $ 1.213.
El Banco Central continuó sin intervenciones en el mercado de cambio y las reservas cayeron a U$S 38.552 millones, por el impacto de un pago al FMI por U$S 612 millones.
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