Lo que se dice en las Mesas de dinero, o en el asado con amigos

La autoridad monetaria volvió a bajar las tasas de interés y la pregunta es “qué se hace con los pesos”. La estrategia de “vivir del plazo fijo” ya no es negocio, y se requiere diversificar.

Hablemos de plata. Pero antes un poco de contexto. La semana finaliza con la novedad de la baja (por segunda vez en el mes) de la tasa de referencia de política monetaria de 70% TNA a 60%.
Concretamente los Bancos desde este viernes están remunerando la inmovilización vía plazo fijo en promedio 51% de TNA. Esto implica una ganancia mensual de 4,2%. Aún negativo para compensar una inflación muy optimista corriendo por debajo del 6% para el mes próximo.


La palabra “deflación” estuvo en el escritorio de todos los analistas esta semana, ya que los datos recabados exhiben una inflación general desacelerando de 8,2% hasta 6,2%. Ello le permitió a la administración actual tener margen para pensar en bajar aún más la tasa de referencia.


“Y ahora ¿donde vamos con los pesos?”. Recordemos que durante muchos meses de tasas altas, el inversor poco sofisticado llegó a pensar que podía “vivir de rentas”. Y lo venimos conversando hace meses en este espacio.


La ilusión es común en épocas donde un plazo fijo de $10 millones de pesos otorgaba un “sueldo” o ingreso extra de casi $920.000 sin hacer nada, y mareó con justa causa a muchos pensando que vivir de rentas era inmovilizar capital por largos períodos de tiempo, pudiendo obtener rendimientos similares a los que te pagan por trabajar.

El error fue pensar que esas tasas altas iban a estar ahí para siempre, sin pensar que son medidas e inversiones de cortísimo plazo. Cuando esta especie de velo se cae como un piano las pregunta es “qué hago entonces con mis sobrantes de pesos mensuales”


El error fue pensar que esas tasas iban a estar ahí para siempre, sin pensar que son medidas e inversiones de cortísimo plazo.
Cuando esta especie de velo se cae como un piano -al caer la tasa- las pregunta es “qué hago con mis sobrantes de pesos mensuales”. La verdad es que el lema “no hay plata” es una realidad que vivimos a diario y hoy no tenemos la misma capacidad de ahorro que en meses anteriores.
Son pocos los que pueden destinar una parte de su sueldo a las inversiones. No hay sobrantes de pesos en la calle, y tampoco hay personas impulsando fuertemente el consumo.


Y esto hace lo propio también con un segundo grupo de ahorristas argentos que suelen ir con sus pesos a los dólares paralelos. El tipo de cambio entre jueves y viernes no tuvo una reacción brusca pero hacia mediados de la rueda del viernes, el MEP se ofrecía a $1050, una suba del 2.5% en dos jornadas.
Recordemos que tanto Mep (+4%) como dólar informal o “blue” están bastante tranquilos en lo que va del año.


Estas reacciones son significativas porque evidencian dos aspectos: por un lado, la firmeza de las expectativas a la baja sobre la inflación futura y, por otro, las restricciones de acceso a dólares financieros que aún existen para ciertos actores del mercado. Aquí subrayemos la importancia del cepo para implementar estas medidas.

Estrategia. El BCRA acompaña el plan anti inflacionario de Milei.


Esta reducción del premio en pesos de las tasas, en otros momentos de la historia, hubiera provocado mayor presión sobre el tipo de cambio con una suba más marcada. No sucedió de igual manera esta vez. Para la Mesa de Research de Balanz: “Los movimientos recientes podrían estar reflejando la expectativa de una transición ordenada donde la convergencia de la inflación adelante la salida del cepo sin mayores traumas.”


La pregunta consecuente en las Mesas es: la unificación del tipo de cambio ¿durante qué mes sería entonces más “esperable”? Entre los meses de Julio y Septiembre -pasados ya los meses de liquidación de la cosecha gruesa- se cree que será más probable una flexibilización del cepo y de las restricciones vigentes.


La consultora 1816 en su informe del viernes advierte sobre esto: “La futura unificación cambiaria y la eventual recuperación del consumo, son los fenómenos que podrían dificultar (o al menos postergar) la desinflación.”
El plan para los pesos entonces es seguir de cerca las eventuales expectativas del equipo económico en los próximos meses.


Como opción de cobertura podemos pensar en activos dólar linked de corto plazo. Recordemos que son títulos que se pagan en pesos, pero vinculados a la tasa de cambio oficial del dólar.
Los hay tanto de emisión soberana (bonos) o de emisión corporativa, obligaciones negociables que tengan ese índice de ajuste. Mismo caso, la recomendación es diversificar la estrategia además sumando títulos CER cortos (de vencimiento cercano).

Aún no son atractivas las condiciones ya que implica tomar riesgo de que se dispare el UVA y sumarle a eso el 4% mensual. No llevamos ni 6 meses de estrenado este nuevo formato como para pensar que hemos ganado por fin y definitivamente la batalla a la inflación.


Para los ahorros en dólares, también hay opciones. Si es aprobada la Ley Bases con además, la posibilidad de un nuevo blanqueo, habría oportunidad aún de suba para los bonos hard dólar sobre todo, los ley extranjera (globales) que siguen siendo los preferidos por ser más seguros en términos de legislación.
Luego de unas muy buenas semanas para la deuda soberana hard dólar, en la que los bonos avanzaron entre 7.5% y 9.4% en lo que va del mes, esta semana corrigieron a la baja influenciados por un contexto internacional desfavorable.


La inversión en bonos soberanos, sin dudas es a la fecha lo que más sobresaliente desempeño tuvo. Completan y amplían la oferta de instrumentos para los dólares, las obligaciones negociables (pocas a la baja o con paridad interesante) y sino, la delegación de administrar ese patrimonio dejando todo en mano de Fondos Comunes de Inversión en esa moneda. Algunos mixtos, soberanos y corporativos. Y otros 100% Latam, de baja exposición al riesgo argentino.


Por último, esta semana brotó entre las piedras una nueva propuesta de crédito hipotecario y seguro en el asado del domingo vas a estar hablando de esto. ¿Convienen o no?
El consenso indica que aún no son atractivas las condiciones ya que implica tomar riesgo de que se dispare el UVA (índice por el cual ajusta e impacta) y sumarle a eso el 4% mensual. No llevamos ni 6 meses de estrenado este nuevo formato como para pensar que hemos ganado por fin y definitivamente la batalla a la inflación.


De todas maneras, las circunstancias donde aparecen créditos del sector privado, siempre son buenas. Bancos otorgando tasas de préstamos personales más bajas y créditos hipotecarios, nos están nuevamente convocando a pensar en el largo plazo, siempre analizando con mucha precisión cuáles los pequeños pasos que debemos dar hoy y que tendrán impacto en los próximos años.


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